Seat cambia de CEO. Hace dos días nos llegaba la nota de prensa que informaba del cambio de dirección de SEAT. Se va James Muir, británico y de 541 años y que dirigía la empresa española desde 2009 tras dirigir Mazda con gran éxito. Su sustituto es Juergen Stackmann, un alemán de 51 años que había sido director de marketing del Grupo.
¿Por qué se produce esta cambio? Sin duda alguna, para aumentar ventas. Explicábamos hace unas semanas que Seat necesita duplicar ventas para sobrevivir. Es la única empresa del Grupo que pierde dinero. Aunque en 2012 estaba previsto equilibrar las cuentas, Seat siguió en números rojos. El gran problema es la crisis del Sur de Europa, sus principales mercados.
El objetivo principal que se había marcado James Muir era ser líder de ventas en España.. y crecer a partir de ahí. Lo logró en 2010 y 2011, algo que no conseguía desde 1979… pero en 2012 perdieron el liderazgo. Cierto es que los números rojos de 30 millones no son los 228 millones de euros que la marca perdía en 2009… Pero parece que a los jefes alemanes se les ha acabado la paciencia.
Con este cambio, todos los CEO de todas las marcas Volkswagen son alemanes. Stackman cuenta con el buen trabajo de Muir llevando la marca a nuevos mercados (en México no paran de subir las ventas, y ya está presente en China). A ello se añade una gama totalmente renovada. El Seat Ibiza es prácticamente nuevo y la llegada del León, un coche que ha mejorado tanto (dentro de poco ofreceremos una prueba) que debería vender tanto como el urbano Ibiza. A ellos se añaden el microurbano Mii y el Seat Toledo, dos productos de caracter global.
¿Y qué puede hacer Stackman con eso? La sangría de Seat es Martorell. Deberían trabajar al menos al 85% para ser rentables, pero las pocas ventas acaban por lastrar la rentabilidad. Se debe poner la planta de Martorell al máximo de capacidad productiva. Seat vende 321.000 unidades al año (el Alhambra, Toledo y Mii no se fabrican allí) y Martorell tiene capacidad para fabricar más de 400.000 coches.
Aunque ya se fabrica allí el Q3, en breve dejará de fabricarse el Exeo y hay demasiados rumores de que el Seat Altea se caerá pronto de los catálogos. Parece que Muir dejó bien atada la producción de un futuro SUV Seat (basado en el prototipo IBX). ¿Será suficiente? ¿O debería concentrarse la producción de los SUV compactos de cualquier marca en Martorell, asegurando en trabajo en la factoría pero diluyendo, quizá, la marca? La respuesta está ahora en manos de Juergen Stackman.
Fuente: Seat