Hace un par de meses leíamos este informe que indicaba que las emisiones de CO2 volvían a crecer en Europa después de mucho tiempo. El auge de las carrocerías SUV (más pesadas y menos aerodinámicas), junto con la demonización del diésel (sobre todo tras el escándalo de Volkswagen) hace muy complicado a los fabricantes lograr los objetivos de reducción de emisiones marcados para 2021.
Ojo, que las marcas han trabajado mucho desde entonces y el ejemplo más claro lo tenemos en BMW. Presta atención a este dato. En 2006 su media de emisiones de CO2 en la gama era de 186 g/km. En 2016, la cifra bajó a 124 g/km (y en 2017 todavía más, en 121,8 g/km), según datos de estudio realizado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E).
¿Cómo lo han conseguido? Porque no será porque no tienen SUV en la gama o potentes motores de gasolina. Pues con la estrategia EfficientDynamics, un conjunto de soluciones y tecnologías para reducir al máximo consumos y emisiones, además de investigar tecnologías alternativas de conducción y su integración en la gama de productos.
Falta todavía mucho trabajo para conseguir llegar a la media de 95 g/km de CO2 que la Unión Europea exige. Pero incidiendo en estos puntos que les ha llevado a recudir un 48,6% sus emisiones medias, parece que BMW va por el buen camino:
1. Motores eficientes y emocionantes
Los propulsores EfficientDynamics (tanto diésel como gasolina) cuentan con la tecnología TwinPower Turbo, que ayuda a bajar un 5% consumos y emisiones. Se trata de mecánicas de tres, cuatro o seis cilindros en línea que pueden ser montadas en disposición longitudinal o transversal.
Como cada cilindro tiene 500 cc de capacidad para producirlos de manera escalable pueden compartir la mayoría de las piezas, hasta un 60% con el mismo combustible. Cuentan con la última tecnología de inyección; directa (los gasolina) y conducto común (los diésel), control variable y continuo de los árboles de levas, sistema de regulación variable del alzado de válvulas…
¿También los diésel? Sí, los porpulsores del grupo con este combustible disponen de filtro de partículas diésel y catalizador de NOx (desde 2007 toda la gama). Además, se pueden equipar con un sistema de reducción catalítica selectiva, SCR, que purificar las emisiones con AdBlue.
2. Construcción ligera
Cuanto menos peso hay que mover, menos energía se consume. El sistema BMW LightWeight reduce el peso de los componentes sin perder la vista en la rigidez de la carrocería y una seguridad pasiva excelente para el conductor y los acompañantes. También mejora el dinamismo gracias a un equilibrado reparto del peso entre los ejes delantero y trasero. Los mejores exponentes de esta filosofía son los BMW i3 y BMW i8, los primeros vehículos carrocerías de fibra de carbono fabricadas en gran serie.
3. Aerodinámica optimizada
La resistencia al avance producida por el aire consume mucha energía. Así que hay que apostar por vehúculos Además del diseño general del vehículo, el Grupo BMW ha ideado soluciones inteligentes que optimizan resistencia aerodinámica, lo que influye positivamente en la eficiencia y la estabilidad, y reduce el nivel de sonoridad en el interior.
- AirVent control: Presentado en 2007 este sistema cierra las tomas de aire ante del radiador, en función de las necesidades de ventilación. Esto ayuda también a que el motor se caliente más rápido (gastando menos y alargando su vida).
- Alerón trasero activo: se despliega a partir de 110 km/h, reduciendo la resistencia aerodinámica y optimizando el agarre con la carga que aporta. A 70 km/h, se repliega automáticamente.
- AirCurtain: El aire que entra a través de los orificios en el faldón delantero se acelera al pasar a través de canales de calibre decreciente y se lleva a los pasos de rueda. Eso reduce las turbulencias y la resistencia aerodinámica del vehículo.
4. Sistema de gestión inteligente de la energía
Los híbridos enchufables de la firma son los grandes beneficiados. El sistema es capaz de reconocer las pendientes y saber qué tipo de energía (combustible o electricidad) usar para que sea más eficiente. De ese modo, gasta más electricidad si sabe que después viene una gran bajada para recuperarla, por ejemplo.
5. Auto Start&Stop Inteligente
Los primeros modelos de BMW con tecnología EfficientDynamics ya empleaban el sistema Start&Stop, que detiene al motor en las paradas. Ahora, tiene en cuenta datos de cámaras, radares, navegador, GPS… para que entre antes en funcionamiento (si detecta que llegas a una rotonda no lo detiene, si el coche ante ti se mueve, ya arrancará el motor…)
6. Sistema de frenado regenerativo
El sistema Brake Energy Regeneration de BMW genera energía cuando el vehículo frena, se mueve por inercia o desacelera. Mejora la economía de combustible hasta en un 3% y garantiza que el motor disponga de toda su potencia para acelerar. Su uso es aún más eficiente en modelos ActiveHybrid o ActiveE, donde incrementa la autonomía del vehículo hasta en un 20%.
7. Modo ECO PRO
El botón ECO PRO controla parámetros del acelerador y de la transmisión, así como la climatización. Puede reducir los consumos hasta en un 20%. También es una parte de la aplicación BMW Connected, que evalúa el estilo de conducción (su eficiencia al acelerar, frenar y cambiar de marcha) y propone mejoras.
9. Neumáticos, cambio de marcha y servodirección eléctrica
BMW emplea neumáticos de baja resistencia a la rodadura en estos modelos. Tampoco falta un indicador del momento más eficiente para cambiar de marcha (que ahorra un 4% de combustible si se siguen sus indicaciones).
Las servodirecciones eléctricas evitan que se desperdicie energía, ya que un motor eléctrico sustituye al mecanismo hidráulico convencional. El motor eléctrico solo se activa cuando el conductor realmente mueve el volante, el resto del tiempo permanece inactivo y no consume energía.
10. Arquitectura BMW eDrive
Clave en los híbridos enchufables de la marca. La arquitectura eDrive permite conducir sólo con energía eléctrica y, además, cubrir largas distancias uniendo el motor de combustión. Destacar los buenos datos de aceleración… y la función eBoost permite combinar el par que entregan ambos sistemas propulsores en aceleración.
Son parte de este sistema el motor eléctrico síncrono, la batería de alta tensión de litio y la gestión inteligente de la energía. Se puede combinar con motores de gasolina de tres y cuatro cilindros, en coches de propulsión trasera clásica o con tracción total BMW xDrive.
Fuente: BMW
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