Todos los fabricantes están haciendo numerosos esfuerzos para que los coches consuman menos combustible. Que si el downsizing (motores pequeños que rinden tanto o más que uno de mayor cilindrada), hibridación, los coches recomiendan cuándo cambiar de marcha… incluso se investiga cómo podría ayudar la conducción autónoma, con programas como Sartre, de Volvo.
Pero a veces las soluciones no están en lo más complejo… sino en lo más básico y sencillo. Y llevamos un par de décadas en las que los fabricantes parecen haber olvidado lo más importante en la eficiencia, el peso. Mover más masa implica mayor cantidad de combustible. Eso es impepinable. Pero a base de equipamiento han ido haciendo los coches cada vez más pesados y menos aerodinámicos. Deberían fijarse en este coche que cruzó los EE.UU sin repostar, o incluso en este prototipo casero que consume apenas 1,5 litros, dos vehículos que llevan la estas ideas al límite, y tomar nota.
De acuerdo, los dos ejemplos que hemos puesto son quizás algo extremos, pero no somos ni de lejos los únicos que pensamos que, antes de la electrificación de los coches, deberíamos pensar en conducir coches más ligeros (algo que también ayudaría a mejorar la autonomía del coche eléctrico, por cierto). Ahora, el Centro de Investigación Automotriz (CAR, en sus siglas inglesas) lanza una campaña para ayudar a los coches bajar de peso con el fin de aumentar su eficiencia y rendimiento.
Este organismo ha reunido a los miembros de la industria del aluminio, los plásticos y demás para desarrollar juntos nuevos materiales ligeros. Es algo clave, ya que solamente así podrán satisfacerse las futuras normas anticontaminación sin sacrificar la aceleración o la potencia de los vehículos.
La gente de CAR ha llamado grupo Coalición de Materiales Aligeramiento de Automoción, (CALM para los fanáticos de las siglas). Se integrarán más de 200 proveedores de piezas que colaboran en tecnologías de ahorro de peso en lo que llaman esfuerzos «precompetitivos». Así el mayor número de fabricantes de automóviles podrán desarrollar componentes más ligeros en el futuro (aunque deban luchas por el mercado más tarde).
«Una de nuetras primeras tareas será reunirnos con ingenieros de los fabricantes de automóviles para entender sus estrategias de reducción de masa y los desafíos que las industrias proveedoras pueden desarrollar y aplicar sus soluciones tecnológicas con cada empresa automotriz», dijo el presidente de CAR y el director de CALM, Jay Baron.
Los fabricantes de automóviles pueden añadir sistemas de propulsión híbridos, motores y reducir el número de cilindros, pero reducir el peso total del vehículo sigue siendo una de las formas más eficaces de mejorar el rendimiento de la gasolina. Lógicamente, no se puede hacer algo así a expensas de características de seguridad o comodidad. El consumo de combustible se ha incrementado en las últimas décadas… por el peso de los vehículos de pasajeros. El economista del MIT, Christopher Knittel ha descubierto recientemente que el peso de un vehículo medio en EE.UU. aumentó un 26% entre 1980 y 2006. Si se hubiese mantenido el peso de los vehículos de has 25 años y los eficientes motores actuales, no solamente se ahorraría combustible, sino que los coches serían muchísimo más ágiles en carretera.
Y es que ya lo decía Colin Chapman fundador de Lotus, cuando dijo la famosa frase: «Más potencia te hace más rápido en las rectas, menos peso te hace más rápido en todo los sitios». Qué razón tenía… La dijo en 1975. Y parece que, hasta ahora, no nos hemos enterado.
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