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Volkswagen Concept BlueSport
Luis Blázquez

¿Recuerdas cuando Volkswagen quiso su propio Mazda MX-5, pero diésel?

Todos sabemos que el Mazda MX-5 es ya un icono. Una leyenda viva, ahora en su cuarta generación, que se ha encargado de demostrar la premisa de una diversión asequible. Y, de hecho, muchos han intentado destronar al popular roadster, y muchos han fracasado. Entonces, hablemos del momento en que Volkswagen pensó en probarlo con el BlueSport Concept y que luego pensó mejor.

La última vez que hablamos del modelo, Volkswagen todavía se mostraba dubitativo sobre si el proyecto se llevaría a cabo o no. Ahora sabemos que no fue así, pero vale la pena recordar lo que podría ser uno de los últimos Volkswagen divertidos. Para comprender la vida y la muerte de este pequeño deportivo, tenemos que volver al Salón del Automóvil de Frankfurt de 2003, donde la marca presentó el Concept R, un descapotable biplaza con un motor VR6 montado en el medio y una transmisión DSG de doble embrague.

Tres años más tarde, el Concept R fue rebautizado como BlueSport Concept y enviado al Salón del Automóvil de Detroit. Aquí es donde las cosas pasaron de ser un prototipo a la realidad. El BlueSport tenía faros que se ajustaban a los requisitos modernos de producción y de seguridad, así como un tren motriz completamente funcional. También lucía un nuevo diseño acorde con el aspecto de la gama Volkswagen de la época. En resumen, parecía un competidor para el MX-5 y un hermano corporativo para el Porsche Boxster.

Pero hablemos más de su motor. Desafortunadamente, Volkswagen acabó con el VR6 en toda su gama tres años después del debut del Concept R. Fue un día oscuro en Wolfsburgo, ya que el VR6 era un bloque robusto con carácter real. ¿Por qué crees que los coches con este motor, como el Golf R32, están tan cotizados? Al caso que nos trae, el BluSport acogía un motor diésel turboalimentado (TDI) de cuatro cilindros y 2.0 litros. En ese momento, dicho propulsor, junto a la caja DSG, era tecnología puntera para Volkswagen.

De hecho, es una configuración motriz que aún está en uso. Aún así, en ese entonces, producía cifras sólidas. La compañía declaraba 180 CV y 350Nm y un consumo medio de 4,3 l/100 km. Como referencia, el MX-5 coetáneo más potente generaba 160 CV y 188 Nm. Así, el BlueSport Concept superaba fácilmente a su competidor directo. Por supuesto, nunca sabremos si valió la pena el dinero. De hecho, Volkswagen estaba trabajando en una versión para Audi, la cual se habría sentado en la gama de Igolstadt junto al TT.

En última instancia, es justo decir que fue el dinero lo que mató al BlueSport Concpet. Los más matemáticos de Volkswagen hicieron números y descubrieron que la demanda de un pequeño roadster diésel de cuatro cilindros no funcionaría. La marca podría haber ganado algo de caché y dinero, pero tenía otras prioridades. Por entonces, la ahora omnipresente plataforma MQB estaba en proceso, y justo después de eso, el caso Dieselgate se aseguró de que nadie quisiera comprar un Volkswagen diésel, al menos hasta pasados unos años.

Fuente: Volkswagen

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