Un día abres los ojos y parece que los diez últimos años han volado. Todos los coches nuevos que presentan son eléctricos, dicen que es el futuro. Por el contrario, el diésel es el demonio, un combustible non-grato que no te recomiendan comprar bajo ningún concepto. Y a ti, que todavía tienes el regustillo de los viejos petroleros y que acostumbras a viajar asiduamente (a ritmo alegre), el nuevo panorama te produce una jaqueca constante. Sin embargo, todavía no lo sabes, pero el Audi S4 Avant TDI podría ser la solución a todos los problemas.
Desde aquí siempre hemos dicho que los buenos no son tan buenos y que los malos no son tan malos. Que hay grises en este mundo de blancos y negros. Que apostamos firmemente por mantener opciones de todo tipo para que el conductor sea el que pueda elegir, pues las necesidades no son comunes para todos. En Audi lo saben y, aunque están haciendo crecer su gama de eléctricos a pasos agigantados, todavía dan importancia a la combustión. E incluso mantienen el diésel en un formato que sorprende gratamente.
El S4 Avant es una variante deportiva del Audi A4 Avant, ese familiar de tamaño medio que lleva tiempo en la firma alemana. Ocupa ese lugar intermedio entre la familia normal y el todopoderoso RS 4 Avant, que es el tope de gama con su V6 de gasolina. Desde hace tiempo, los «S» de la marca se pasaron a la fórmula diésel con sus motores TDI y parece que así será hasta que queden desterrados. Hasta entonces, parece que tienen mucha lógica y equilibrio, así lo hemos vivido nosotros durante una semana.
Exterior
Como buena variante deportiva, en la estética del Audi S4 Avant encontramos una serie de detalles específicos que no están en el resto de ejemplares. En el frontal lo más destacado es una parrilla Singleframe con un entramado de panal de abeja y acabado en negro brillante que acoge la firma de la versión y también el logotipo de los aros. Esos elementos van en negro, algo que se puede hacer de forma opcional y que le da un toque distintivo al ir a juego con las molduras presentes en las tomas de aire, con los retrovisores o con las barras de techo.
En este familiar también destacan unas ópticas con tecnología Matrix LED opcional, que hacen una secuencia de luces interesante al abrir o cerrar el vehículo y que iluminan a las mil maravillas por la noche. Quedan unidos por una especie de toma de aire, que es falsa y sólo sirve como refuerzo estético. Lo que sí que son de verdad e imponen son las llantas de 19 pulgadas con diseño de cinco radios dobles y acabado bitono, que van firmadas por Audi Sport. Quien quiera llevar un paso más allá su deportividad, hay disponibles molduras de fibra de carbono.
Lo cierto es que parece no necesitarlas con una configuración como la que llevaba nuestra unidad. Los bajos iban en el mismo color que el resto de la carrocería y el negro de contraste le hacía bien. Estaba presente también en los añadidos de la zaga, pues servía como nexo de unión a los pilotos traseros LED, además de estar presente en el logotipo y en el «S4». La parte inferior presenta un paragolpes específico con un difusor con dos salidas de escape dobles. Tremenda desilusión al comprobar que son falsas…
El Audi S4 Avant es un familiar medio que está en línea con otros modelos premium como los BMW Serie 3 Touring o Mercedes Clase C Estate en versiones elevadas de gama. Lo hace con una longitud de 4.770 mm, con una anchura de 1.847 mm y con una altura de 1.433 mm. Por otro lado, la distancia entre ejes está en 2.825 mm y también tendríamos que decir que presenta un coeficiente aerodinámico de 0.31 Cx con una superficie frontal de 2,2 metros cuadrados.
Interior
El habitáculo del S4 Avant es tradición de los cuatro aros. Lo cierto es que nos resulta incluso convencional teniendo en cuenta que el modelo lleva varios años sin cambios y que algunos competidores son bastante más avanzados. Se nota en que mantiene su tecnología, con el mítico Virtual Cockpit representando la instrumentación digital de 12,3 pulgadas. Opcionalmente monta Head-Up Display y eso hace que dispongamos de mucha información delante de nosotros. Con el volante multifunción se puede escoger qué ver en cada momento.
Aunque la pieza más importante para el infoentretenimiento es la pantalla táctil principal de 10,1 pulgadas desde la que se controla el sistema MMI touch. Destaca por la facilidad de uso, gracias a unos menús claros y con gráficos buenos. Es una pantalla precisa y rápida, que además integra una conectividad a la altura. Cuenta con Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica, algo que siempre se agradece, lo mismo ocurre con la superficie de carga inductiva alojada bajo el reposabrazos para olvidarnos del móvil mientras conducimos.
Por suerte, en este ejemplar todavía no se prescinde de los botones analógicos como pasaba en otros. Mantiene unos controles clásicos para el climatizador, además con un tacto sobresaliente. Destaca ese sonido de los botones y la facilidad de uso, la ergonomía es un aspecto destacado que tiene el familiar. Por no hablar de la soberbia calidad que muestra por los cuatro costados. Eso sería aplicable a cualquier versión del A4 Avant, pero en este S4 cargado de equipamiento adquiere un nuevo nivel.
La tapicería de cuero rojo será demasiado para algunos, pero su calidad es elevada gracias a ese patrón de rombos y también a llevar el logotipo de la «S» en los reposacabezas de los asientos deportivos. Se complementa con el Alcántara de las puertas y otras superficies, por no hablar del juego de molduras de fibra de carbono, que es opcional e inunda todo el salpicadero, consola central y puertas. Una maravilla que demuestra su carácter deportivo.
La habitabilidad del Audi S4 Avant también es notable. En la segunda fila de asientos encontramos un acceso bastante cómodo y espacio generoso para las piernas. El disponible para la cabeza no está mal, aunque tampoco destaca. La pega sería la anchura, pues la quinta plaza no es nada aprovechable. Además de carecer de forma, tiene que lidiar con un túnel de transmisión demasiado molesto, así que mejor que viajen cuatro que cinco en esta fila. Por suerte, hay salidas de aire, tomas USB-C e incluso la posibilidad de calefactar los asientos laterales.
Maletero
El maletero del Audi S4 Avant está en la media de lo que consideraríamos el segmento de los familiares medios, aunque siempre refiriéndonos a versiones prestacionales. Son 420 litros, una capacidad que se reduce bastante respecto a los 495 litros que tienen los convencionales. Se debe también a que estamos con una variante con sistema Mild Hybrid que coloca la batería adicional en esta zona.
Por suerte, el portón eléctrico deja una boca de carga enorme y muy aprovechable, que permite meter los objetos con total comodidad al no quedar a una altura demasiado elevada. Bajo el piso hay un hueco y se podría montar una rueda de repuesto de emergencia. Se podría llegar a obtener una capacidad de 1.435 litros en el caso de abatir los asientos traseros en tres partes (40:20:40).
Motor
Aunque la gama mecánica del Audi A4 Avant es bastante completa, esta vez nos vamos a centrar en la que lleva la versión probada. Como dijimos al principio, el S4 Avant es un TDI, atrás quedaron los tiempos de la gasolina para esta versión deportiva de acceso. Por lo tanto, se beneficia del V6 turbodiésel de 3.0 litros que es característico de la firma de los cuatro aros al estar montado en otras versiones. No puede faltar a su lado la transmisión automática tiptronic de ocho velocidades, la de convertidor de par que acompaña a los niveles de potencia elevados.
Porque, en este caso, se llega hasta los 341 CV y 700 Nm de par, una cifra muy aprovechable y que hace gala de ese carácter de la versión. No podía faltar la tracción integral quattro en un Audi con este nivel de potencia, algo que le da ese punto de equilibrio a su comportamiento. Tampoco falta la electrificación en este modelo, pues el S4 Avant tiene la etiqueta ECO de la DGT gracias al uso de un sistema Mild Hybrid de 48 V que ayuda a reducir sus consumos y también sus emisiones.
Comportamiento
Aunque, sinceramente, lo que más le importa al Audi S4 Avant TDI y eso lo vemos cuando nos ponemos al volante. Lo primero que llama la atención es el refinamiento del bloque diésel, se nota que es un seis cilindros bien ajustado y no hay tanta rumorosidad como en los motores de cuatro. Cuando nos ponemos en marcha es brutal la sensación de potencia disponible bajo el pie derecho. No por sus 341 CV, que ya son, si no más bien por los 700 Nm de par disponibles entre las 1.750 y las 3.200 rpm.
Ese dato es clave para entender el funcionamiento de este motor, que es muy poderoso a bajas revoluciones y que hace que los adelantamientos o las incorporaciones sean coser y cantar. Si miramos la ficha técnica, nos deja con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, una recuperación de 80 a 120 km/h en apenas 3,6 segundos o una velocidad máxima de 250 km/h (limitada). Como decimos, prestaciones muy destacadas que le aseguran cierta deportividad al S4 Avant.
Dijimos que este ejemplar prescinde de la popular caja S tronic de doble embrague y el motivo precisamente es el elevado nivel de par que tiene. La tiptronic de convertidor de par y ocho velocidades consigue su cometido a las mil maravillas, pues nos ha resultado extremadamente suave. Tampoco parece lenta, algo que siempre se le achacaba a este tipo de cajas. Además, tenemos levas en el volante (podrían ser más grandes y metálicas) y también modos de conducción para modificar el carácter del vehículo.
Como buen modelo de los cuatro aros, se puede escoger entre efficiency, comfort, auto, dynamic e individual. Cambia bastante su conducta, sobre todo si comparamos la docilidad del modo más eficiente con la entrega del más deportivo. El Audi S4 Avant es un modelo de contrastes, pues tan pronto puedes estar viajando tranquilamente en autovía gastando alrededor de 6 l/100km, como tan pronto estás en una secundaria disfrutando de sus curvas. Nosotros fuimos más de la segunda opción y por eso nuestra media estuvo en torno a los 8,5 litros.
El chasis es el eje conductor que pone equilibrio entre esos contrastes, pues es una auténtica delicia. La calidad de rodadura a velocidades legales en carretera es muy elevada, pues está bien insonorizado y el trabajo que se ha hecho en la suspensión es ideal. Incluso con el tren de rodaje deportivo S ofrece comodidad para el día a día y, encima, siempre se puede salir beneficiado del extra de dureza que aporta con ese control de la amortiguación adaptativo que funciona con los modos de conducción.
El Audi S4 Avant un coche con un exceso de nobleza, con el que es muy fácil ir a ritmos altos sin exigencia y sin complicaciones. La tracción quattro siempre es un seguro de vida y hace que se redondee su comportamiento. Aunque nos atreveríamos a decir que es incluso demasiado, que no es un vehículo que llegue a emocionar en exceso. Es muy aprovechable, es muy rápido y es muy agradable de llevar; pero no tiene esa esencia que tenían los modelos deportivos de antaño.
Opinión coches.com
El Audi S4 Avant podría ser el vehículo definitivo para aquellos que busquen viajar durante cientos de kilómetros en familia y con la total garantía que aporta ese extra de potencia diésel. Destaca por las prestaciones de su motor, que sientan a la perfección a ese chasis a prueba de bombas. Por lo demás, es un Audi en toda regla, con su estética ya conocida, un nivel de calidad muy por encima de la media y una tecnología más que suficiente para el día a día.
También lo es en el tema del precio, pues no está al alcance de todos los bolsillos. El familiar diésel parte de 84.870 euros, una tarifa ya bastante elevada de por sí. Pero para tener una unidad como la de las imágenes lo cierto es que hay que irse al extenso catálogo de opcionales y ponerse a configurar al tiempo que va subiendo la tarifa. Lo más probable es que se termine excediendo las seis cifras y lo cierto es que 100.000 euros para un vehículo de este segmento nos sigue pareciendo elevado.
- Consumos del diésel
- Prestaciones elevadas
- Equilibrio entre deportividad y confort
- Maletero algo justo
- Neutro en sensaciones
- Precio con extras
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