En Coches.com hemos tenido la oportunidad de conocer, en una divertida jornada, la gama BMW iPerformance, los modelos híbridos enchufables (PHEV) del gigante alemán que integran lo mejor de dos mundos: motores de combustión junto a la posibilidad de circular en modo eléctrico, aunando en un mismo vehículo deportividad y eficiencia.
Para ello los responsables del Departamento de Comunicación de BMW en España nos citaron en un enclave singular como es la antigua Nave de Motores del Metro de Madrid (también conocida como la antigua Central Eléctrica de Pacífico).
Y os preguntaréis: ¿qué tiene esto que ver con la gama híbrida-enchufable de la marca alemana?
Pues, entre otras cosas, porque esta antigua instalación, una verdadera joya de la arquitectura industrial, inaugurada en el año 1924 y declarada Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid, da cobijo en su interior a 3 gigantescos motores de barco, que eran los encargados de mantener y estabilizar el flujo de corriente eléctrica necesario para el funcionamiento de las líneas del Metro de Madrid a principios del siglo XX, dado que no siempre era posible garantizar la continuidad en el suministro.
En estas instalaciones (junto a otras en un edificio menor adyacente, donde se encontraban los acumuladores) se conseguía transformar la corriente alterna que suministraban las compañías eléctricas a 15.000 V (15 KV) en corriente continua a 600 V, necesaria para el funcionamiento de los trenes. Al mismo tiempo, el exceso de energía producida se utilizaba para paliar los numerosos cortes o carencias de suministro eléctrico que se daban en la época… Incluso, durante la Guerra Civil, debido a las restricciones que ocasionó el conflicto, sirvieron para proporcionar energía eléctrica a la ciudad de Madrid.
Pero el paso del tiempo es inexorable y, a medida que las compañías fueron capaces de asegurar la regularidad del suministro de electricidad a la red de Metro, su razón de ser carecía de sentido, dejando de generar energía eléctrica durante la década de los 50 y clausurándose definitivamente en el año 1972.
En su interior se localizan 3 descomunales propulsores diésel, de 4 cilindros y 2 tiempos, de la casa suiza Sulzer Frères S.A. que se adquirieron ya usados y llegaron a estas instalaciones en grandes piezas para ser montados. Entregaba cada uno de ellos una potencia de 1.475 HP, y alcanzaban su régimen óptimo de funcionamiento apenas a los 5 minutos de su puesta en marcha, con una velocidad de rotación de tan sólo 150 rpm.
En prolongación de los motores se acoplaban 3 enormes alternadores trifásicos, de tipo volante, a 1.500 V de la casa Brown Boveri. Mientras que, a pocos metros, se situaron tres conmutatrices exafásicas (junto a 2 grupos reguladores de voltaje), cuya función era la transformación de la corriente alterna que recibían de los tres motores Diésel, o de las compañías eléctricas, en corriente continua.
Completaban el conjunto diversos tipos de motores auxiliares, compresores, bombas centrífugas, etc. además de una grúa de 12 toneladas para ayudar en las labores de mantenimiento. Destacaba especialmente un “puente de mando” localizado en un nivel superior, al que se accedía por 2 escaleras metálicas laterales, con 8 pupitres desde los que se controlaba la maniobra de los alternadores y 11 paneles destinados al servicio de conmutatrices, baterías, elevadores de voltaje y líneas de salida…
Hoy en día estas instalaciones, perfectamente conservadas, pueden visitarse de manera totalmente gratuita los viernes, sábados y domingos de 11 a 13 y de 17 a 19 horas.
Pero, afortunadamente, y como ya rezaba el conocido estribillo de La Verbena de la Paloma: “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad” y ya no se hace necesario recurrir a estas gigantescas y obsoletas estructuras para obtener electricidad con la que, por ejemplo, cargar nuestro vehículo eléctrico, o híbrido-enchufable, bien en nuestro propio domicilio o en los puntos de recarga (públicos y privados) habilitados al efecto…
Y es que la movilidad sostenible está avanzando a pasos agigantados y todos los fabricantes están dedicando ingentes cantidades de dinero a desarrollar una completa gama de vehículos eléctricos e híbridos-enchufables, ante la demanda cada vez mayor de este tipo de modelos. También éste es el caso de BMW.
De tal forma que en la marca bávara han optado por segmentar su oferta mediante un amplio abanico de modelos que abarca desde la máxima deportividad, que recae sobre las versiones BMW M, hasta la máxima eficiencia, que está representada en las versiones BMW i. Al igual que la gama M Performance sirve de “puente” entre el núcleo principal de la gama BMW y BMW M, iPerformance enlaza con la propuesta más sostenible y eficiente de la oferta de la marca alemana.
En el año 2013 se comercializó el primer vehículo eléctrico de la marca, el BMW i3 (aunque los primeros prototipos se remontan a aquel “simpático”BMW 1602 que transportaba a los atletas en los JJ.OO. de Múnich en 1972). Y sólo un año después, en 2014, se lanzó el primer deportivo híbrido-enchufable de altas prestaciones, el espectacular BMW i8.
La gama iPerformance está compuesta por 4 modelos, de los que 3 de ellos ya están disponibles en nuestro mercado: el BMW X540e xDrive (desde Noviembre de 2015) además de los BMW 225xe Active Tourer y BMW 330e (desde Marzo 2016), mientras que los BMW 740e y 740Le xDrive lo estarán en agosto de este mismo año.
Estos modelos prácticamente no se distinguen de sus “hermanos” alimentados exclusivamente por gasolina, salvo por unos pequeños detalles, que en el exterior se reducen, evidentemente, a la toma de corriente en la aleta delantera izquierda, con su correspondiente LED luminoso de estatus de carga, en la parte delantera con la típica parrilla de BMW (sus conocidos “riñones”) con las lamas verticales en color azul y en la zona trasera con el anagrama eDrive acompañado de la denominación del modelo. En la vista lateral se pueden montar, en algunos casos, unas llantas optimizadas que mejoran la eficiencia.
En el interior el primer elemento diferenciador que nos recibe es una estribera de entrada propia, con la inscripción eDrive, además del display central o el cuadro de instrumentos específicos, pero el principal elemento que lo distingue es la tecla eDrive de la consola central, mediante el cual el conductor puede elegir el modo de trabajo del sistema híbrido, o bien dejar que éste se gestione automáticamente, optando en cada momento porque actúe el motor de combustión, el motor eléctrico o ambos, en función de obtener la máxima eficiencia o un comportamiento más dinámico.
Por último, si levantamos el capot delantero, nos encontraremos con una cubierta del motor que luce también el anagrama eDrive.
Las principales características, de manera resumida, de la gama iPerformance son las siguientes:
Para incentivar su uso, este tipo de modelos se benefician de una serie de ventajas muy importantes como, por ejemplo, el poder acceder a los carriles BUS-VAO sin restricciones, no tener que pagar en las zonas de estacionamiento regulado o circular por las vías de tráfico restringido. A todo ello hay que añadir la ayudas económicas correspondientes a los Planes MOVEA, PIVE y de las Comunidades Autónomas, además de las que se otorgan para la instalación de puntos de recarga en nuestro domicilio.
Asimismo, y para “colaborar” a la implantación de este tipo de vehículos, BMW los comercializa con tarifas idénticas a las de sus homólogos de combustión, como os mostramos a continuación:
Aparte de ello, en la propia web del fabricante germano podemos hacer una simulación de la cantidad de kilómetros que recorremos con nuestro automóvil en los desplazamientos habituales, vacaciones, etc. y analizar qué tipo de vehículo nos conviene más, un modelo eléctrico, un híbrido-enchufable o, también por qué no, uno de combustión, y el ahorro que ello nos supone.
La prueba, propiamente dicha, consistió en una muy divertida gymkhana (en el polo opuesto de las que protagoniza nuestro “amigo” Ken Block…) en la que pudimos comprobar los beneficios de la utilización de este tipo de vehículos en los desplazamientos dentro de una congestionada urbe como la capital de España.
Para la ocasión elegimos el BMW 330e, la berlina media de la marca alemana, que con esta última generación celebra nada menos que su 40 aniversario en el mercado. Al igual que sus hermanos de gama luce realmente atractiva, con todo el porte y distinción, calidad de materiales y ajustes de la que siempre ha hecho gala. (y que ya hemos probado aquí en alguna ocasión)
Pero en esta variante en concreto se acompaña de la última y más avanzada tecnología híbrida, gracias a la cual podremos no sólo circular de la manera más eficiente posible sino hacerlo, como veríamos durante esta jornada, por lugares “vedados” al resto de vehículos de combustión, o aparcar, sin ningún tipo de limitación, en las zonas de estacionamiento regulado.
El reto consistía en cubrir la ruta propuesta aprovechando la tecnología híbrida del modelo elegido (a ser posible sólo en modo eléctrico), recorriendo algunos de los lugares más emblemáticos de Madrid y encontrándonos con dos personajes históricos como D. Miguel de Cervantes y S.M. Carlos III, además de recoger un “encargo” en una de las más antiguas fruterías de la capital. Todo ello en un ambiente desenfadado y haciendo uso de las virtudes que un vehículo de estas características proporciona.
Una propuesta diferente, como la de la nueva gama iPerformance de BMW, con la que demostrar que un tipo de movilidad eficiente es posible en nuestro día a día.
Fuente: BMW – Metro de Madrid – COIIM
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