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Pruebanoticias/
Mario Nogales

BMW 430i, prueba contacto del más equilibrado de la Serie 4

Hay muchos que todavía recordamos con añoranza aquellas primeras generaciones del BMW Serie 3, coches de los de verdad en formato coupé y con ese tacto tan característico. Aunque esa época quedó atrás irremediablemente, la marca alemana sigue haciendo vehículos muy destacados y distintos al resto. Eso precisamente es lo que pretenden con el nuevo BMW Serie 4 que hemos tenido la ocasión de probar, concretamente en su variante 430i de gasolina.

Hay que recordar que fue en 2014 cuando cambió la familia compacta en BMW. Dejó de existir el Serie 3 Coupé y se introdujo la primera generación del Serie 4, una denominación para los modelos de dos puertas y los descapotables. Desde entonces se han comercializado más de 800.000 unidades de este modelo, al que ya le tocaba renovarse. La segunda generación del BMW Serie 4 quiere ser aún más diferente del Serie 3 berlina y lo va a conseguir a golpe de diseño.

Exterior

Y si comenzamos hablando de su exterior no podemos empezar por otro elemento que no sea la parrilla de riñones. Esta parte tan característica en BMW ha evolucionado hacia un punto que ha levantado mucha polémica. Tanto la Serie 4 como los deportivos M3 y M4, adoptan esa disposición vertical de los riñones, inspirados por el clásico BMW 328 de los años 30, y unas dimensiones más generosas. En este caso, están integrados en el mismo marco cromado y cuenta con un entramado llamativo. Destacar que tiene aerodinámica activa y que es capaz de abrirse y cerrarse para dejar paso al aire.

Sin entrar a juzgar si BMW acierta o no con esta nueva parrilla (para gustos los colores), hay que decir que en persona luce menos estridente que en las fotos. Todo apunta a que nos tendremos que acostumbrar a este lenguaje de diseño, que viene normalizado por unos faros estrechos y atractivos, que pueden llevar tecnología láser como es el caso de la unidad probada. También destaca un paragolpes de formas atléticas con las antiniebla integradas en unas tomas de aire que en este ejemplar se realzan con una moldura de fibra de carbono.

La vista lateral probablemente sea la más bonita del BMW Serie 4. Se percibe a la perfección esa silueta de coupé, con una caída del techo muy proporcionada y la curva Hofmeister bien presente en el pilar C. Aunque ya no se vendan tantos coches de este segmento, es buen momento para alabarlos por su atractivo aparente. En esta unidad también hay que destacar la cubierta de los espejos retrovisores en fibra de carbono o las llamativas llantas de 19 pulgadas a través de las que se ven unas pinzas de freno azules con el logotipo de M Sport.

La zaga no se puede quedar atrás en este modelo. Esa dramática caída de techo desemboca en un spoiler de carbono sobre la tapa del portón (opcional). En esta vista destaca, sobre todo, la horizontalidad que se imprime. Se consigue gracias a unos nuevos pilotos traseros LED muy estrechos y alargados, pero sin llegar a unirse en el medio como hacen otras marcas. En la zona inferior del paragolpes aparece una especie de difusor en gris que integra una salida de escape doble que es totalmente real (hay que decirlo en los tiempos que corren).

Tras haber repasado el diseño de este Serie 4, hay que decir que sus dimensiones son ligeramente superiores a las de su antecesor. El coupé de dos puertas mide 4.768 mm de largo (+128 mm), 1.852 mm de ancho (+27 mm) y 1.383 mm de alto (+6 mm); mientras que la distancia entre ejes se extiende hasta los 2.851 mm (+41 mm). Destaca que su centro de gravedad esté situado 21 mm más abajo que en el Serie 3 y que se haya mejorado su coeficiente aerodinámico en 0.015 Cx.

Interior

Si en el exterior del BMW Serie 4 veíamos mucha diferenciación, en el interior vemos algo más corriente. Aquí sí que vemos los parecidos evidentes con la Serie 3, cambiando apenas las formas y el espacio. Eso no es una mala noticia en absoluto, pues los habitáculos de la marca son de los mejor resueltos en la actualidad por su tecnología y ergonomía. En el centro de su salpicadero en forma de V la protagonista es una gran pantalla táctil de 10,25 pulgadas desde la que se controla el sistema multimedia con el sistema operativo 7.0.

Hay que decir que esta pantalla de 10,25 pulgadas es opcional, pues de serie aparece otra de 8,8 pulgadas. En general destaca por un tacto muy preciso y unos menús intuitivos que serán fáciles de manejar por la mayoría. También hay que decir que cuenta con un mando circular y unos botones de acceso directo que van situados en la consola central para que no todo se limite al táctil ni se desvíe demasiado nuestra atención al usarlo durante la marcha. Por no hablar del control gestual para algunas tareas sencillas o el control por voz mejorado con el Personal Assistant de la marca.

Si seguimos revisando el infoentretenimiento de este Serie 4 hay que destacar también lo que vemos a través del volante. Aunque de serie habría una pantalla de 5,1 pulgadas, en este caso contamos con la instrumentación digital de 12,3 pulgadas gracias al BMW Live Cockpit Professional opcional. Se controla con los botones del volante y se completa con un Head-Up Display de nueva generación con un área de proyección ampliada en un 70 %, que también hay que pagar aparte. Del volante destacar su grosor y el tacto de su cuero, además de esas pequeñas levas metálicas que servirán para subir y bajar marchas.

También hay que alabar su calidad percibida y su construcción. El elemento que más nos ha gustado han sido los asientos deportivos, que sujetan el cuerpo y que ofrecen comodidad a partes iguales. Cuentan con una tapicería de cuero con costuras azules haciendo contraste y el ribete tricolor de la división deportiva M (también lo podemos encontrar en elos cinturones). Destacar también las molduras de aspecto metálico en el salpicadero o que los plásticos son blandos y de buena apariencia.

En cuanto a la habitabilidad, el BMW Serie 4 mejora ligeramente respecto a su antecesor por ese aumento en dimensiones. En las plazas delanteras la verdad es que es difícil sacar pegas, pues hay espacio en todas las cotas y contamos con reglajes eléctricos en los asientos para encontrar la posición de conducción ideal. Incluso se facilita la tarea de ponerse el cinturón ya que se acerca al usuario cuando se sienta gracias a un mecanismo eléctrico.

Las plazas traseras son otro cantar. El coupé es un estricto 2+2 en el que se elimina la plaza central y cuyo acceso sigue siendo algo complicado para algunos usuarios debido a las dos puertas. En el interior destaca por la anchura pero nos encontramos con un espacio algo justo para las piernas y que podría ser insuficiente para la cabeza en el caso de los que superen los 1,80 metros. Se demuestra que aquí ha primado el diseño por encima de la practicidad, pero en todo caso, servirán para sacarnos de apuros.

Maletero

El maletero del BMW Serie 4 también tiene sus pros y sus contras. Hay que decir que  que destacar que mantiene los 440 litros de capacidad y que se sitúa ligeramente por encima de la media del segmento. También que cuenta con unas formas bastante rectas y aprovechables, con unas redes separando los laterales para albergar objetos más pequeños y evitar que se muevan libremente.

Entre los aspectos que no nos han gustado tanto hay que destacar que la boca de carga queda en una posición bastante elevada y que es algo estrecha. Esto es debido al diseño del portón, que por suerte, cuenta con apertura eléctrica. Desde aquí atrás también se puede abatir los asientos traseros en tres partes (40:20:40) para dejar paso a una superficie casi plana y una capacidad mucho mayor. La pena es que tampoco haya capacidad para instalar una rueda de repuesto.

Equipamiento

Como suele pasar en este tipo de modelos, el equipamiento puede variar mucho en función de lo que se esté dispuesto a pagar. Este BMW Serie 4 viene con una dotación bastante completa de serie, que luego se puede ir completando con varios paquetes. Ya de inicio cuenta con llantas de 17 pulgadas, faros LED (antiniebla incluidos), asientos deportivos con regulación lumbar, volante de cuero, climatizador trizona, BMW Live Cockpit Plus, BMW ConnectedDrive, moldura interior en negro brillo, control de crucero adaptativo, frenada automática de emergencia o Parking Assistant.

Entre los paquetes disponibles vamos a destacar algunos bastante interesantes. El Pack Connectivity cuesta 1.950 euros y suma el Live Cockpit Professional, la carga inalámbrica para smartphones, el punto de acceso WiFi y alarma. El Pack Comfort por 2.150 euros añade los asientos delanteros calefactados con reglajes eléctricos, la apertura eléctrica del portón y el acceso confort. el Pack Innovation por 5.300 euros completa con los faros láser, Live Cockpit Professional, Head-Up Display, control gestual, control de crucero adaptativo con Stop&Go o el Driving Assistant.

Para sacar el carácter más deportivo del Serie 4 se puede equipar el acabado M Sport. Cuesta 2.500 euros y añade llantas de 18 pulgadas, frenos deportivos M, suspensión deportiva M, volante deportivo M dirección deportiva variable, BMW Shadow Line Individual, tapicería de Alcántara, techo en antracita, moldura interior Tetragon y luz ambiental. Un paso por encima está el paquete M Sport Pro, que son otros 2.500 euros adicionales para añadir llantas de 19 pulgadas, faros Shadow Line BMW Individual, alerón trasero M, contenidos ampliados en Shadow Line, cinturones de seguridad M y sistema de altavoces HiFi.

Sobra decir que la unidad probada tenía prácticamente todo el equipamiento disponible en el catálogo de la marca. Eso supondrá que su precio se incremente bastante respecto a los 52.500 euros que cuesta el 430i de serie. Y ya repasando los precios hay que decir que el más barato será el 420i por 48.400 euros, seguido por el diésel 420d por 49.350 euros y hasta llegar al M440i xDrive que sube hasta los 74.300 euros.

Motor

Habiendo repasado los precios ya os podéis imaginar la gama de motores que tiene disponible este BMW Serie 4. De momento hay cuatro, pero en total son seis opciones las que estarán presentes en el mercado: tres gasolina y otras tres diésel. La mayoría cuentan con la tecnología Mild Hybrid para recibir la etiqueta ECO gracias a un sistema de 48 voltios. Entre los diésel aparece el cuatro cilindros 420d, con tracción trasera o total xDrive, y 190 CV de potencia. Se completa con los seis cilindros, 430d con 286 CV y M440d con 340 CV, ambos con tracción xDrive.

La gama de gasolina también es interesante y comienza con el 420i de propulsión con 184 CV como acceso. También con la mecánica de cuatro cilindros y 2.0 litros le sigue el 430i con 258 CV y manteniendo la tracción en las ruedas traseras. Ya con el seis cilindros de 3.0 litros está el M440i xDrive que ofrece 374 CV y se posiciona como tope de gama (si no contamos al todopoderoso BMW M4 Competition). Destacar que este Serie 4 solamente está disponible con transmisión automática, no hay cajas manuales disponibles.

Como ya podíais intuir por el titular, nuestra unidad de pruebas es un BMW 430i. Se trata de la versión intermedia de gasolina y probablemente la opción ideal para aquellos que quieran un punto intermedio entre prestaciones y consumo. El motor turbo de cuatro cilindros y 2.0 litros desarrolla 258 CV y 400 Nm de par; mientras que la transmisión automática Steptronic de ocho relaciones viene por defecto. También hay que destacar que este ejemplar es de propulsión, la tracción total xDrive en gasolina está reservada para el escalón superior.

Si miramos la ficha técnica de este ejemplar sorprende una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos y una velocidad máxima que está limitada a 250 km/h. Por otro lado, cuenta con un consumo homologado de entre 6,6 y 7,4 l/100km según el ciclo WLTP y unas emisiones de CO2 de entre 150 y 168 g/km. Aunque vamos a dejar el aspecto teórico y vamos a pasar a la práctica, lo realmente interesante en este modelo.

Comportamiento

Ponerse al volante de este BMW 430i era de las cosas más esperadas del año. Porque, dejando a un lado su estética, el comportamiento siempre ha sido el signo más característico de este modelo. Se nota desde que te sientas en el asiento del piloto, con esa posición tan ajustada y bien conseguida. Lo primero que se nota al poner en marcha la mecánica de gasolina con cuatro cilindros es su completo refinamiento, no hay ruidos extraños ni vibraciones que se cuelen a este interior, que está bastante bien insonorizado en general.

Y el motor tampoco defrauda en cuanto a desempeño. Destacaría la respuesta lineal y contundente, una respuesta casi más propia de un seis cilindros. Los 400 Nm de par están disponibles entre las 1.550 y las 4.400 rpm, por lo que la zona media será la más aprovechable en este modelo. Sin embargo, sorprende que no sea nada perezoso en bajas y que pueda seguir estirando prácticamente hasta las 6.000 vueltas. En cuanto a prestaciones, queda claro que vamos más que sobrados para el día a día.

Ya hemos mencionado que este modelo no estará disponible con cambio manual. Estamos de acuerdo que eso es una mala noticia para aquellos usuarios que nos gusta involucrarnos más en conducción, pero lo cierto es que la transmisión automática Steptronic no va nada mal. Es bastante precisa en el sentido de que suele estar justo en la marcha que necesitamos y también podemos actuar de forma manual a través de las levas. Las transiciones son rápidas y suaves a partes iguales.

Aunque eso también dependerá un poco del modo de conducción que llevemos seleccionado. Están los habituales Eco Pro, Comfort y Sport; teniendo opciones para todos los gustos. Con la primera conseguimos que los consumos no se disparen demasiado, la segunda es la más aprovechable para el uso diario y la tercera sirve para sacar todo el carácter de este BMW 430i. Sobra decir que afectan a algunos parámetros y a nivel de chasis, en el Sport incluso cambia ligeramente el sonido y se vuelve más audible en el interior de forma artificial.

De hecho, lo que más destacaría de este nuevo Serie 4 es la puesta a punto que tiene su chasis. Si cuando probamos el BMW 330i ya nos pareció casi insuperable, la marca alemana nos vuelve a sorprender notablemente. Respecto a la berlina, tiene ese centro de gravedad 21 mm más cerca del suelo y también es 55 kg más ligero. Es cierto que no podemos considerarlo como un deportivo al arrojar 1.620 kg sobre la báscula. Podríamos decir que es más un gran coupé que se mueve con agilidad.

Destaca el reparto de pesos perfecto, de 50:50, es una gran baza a su favor. Se nota por algunos de los tramos de curvas más destacados de la sierra madrileña, donde el BMW 430i se mueve como pez en el agua. También hay que recordar que la suspensión puede ser escogida y que opcionalmente tenemos la deportiva M. Eso hace que contemos con un punto de rigidez adicional que ayuda a que su paso por curva sea más preciso y que su comportamiento sea del todo satisfactorio.

Estamos acostumbrados a decir que la dirección de la mayoría de coches actuales tiene un tacto que no convence debido a su alto grado de asistencia. En este 430i hay que alabar que las sensaciones son las opuestas, aquí tenemos un peso notable y un tacto directo. Lo cierto es que con este buen comportamiento apenas reparamos en los consumos. Las cifras iniciales son algo elevadas, pero hay que tener en cuenta el tipo de carreteras que hemos frecuentado y el entusiasmo al hacerlo. Nos reservamos nuestras opiniones al respecto para una prueba más a fondo.

Opinión coches.com

El BMW Serie 4 es un referente entre los coupés actuales. Ya lo era cuando aún se denominaba Serie 3 Coupé y lo cierto es que desde que cambió la denominación parece respirar aire nuevo. Su primera generación vendió más de 800.000 ejemplares a nivel mundial y con esta segunda han jugado la carta de la diferenciación. De ahí que tenga ese diseño exterior tan llamativo y que tiene al público dividido. No deja a nadie indiferente y eso suele ser una buena noticia.

Además, mantiene valores habituales en la marca como son la tecnología avanzada o la alta calidad de un habitáculo que podría quedarse algo justo en función del uso que se le vaya a dar. Lo que no son insuficientes son la potencia y las sensaciones que nos ofrece el BMW 430i. Con la mecánica de gasolina intermedia consigue uno de los comportamientos más dinámicos del segmento y se postula como un auténtico adalid. No nos queremos imaginar cómo irá el BMW M4…

BMW 430i
8Nota
Lo mejor
  • Tecnología avanzada
  • Mecánica de gasolina ideal
  • Comportamiento dinámico destacado
Lo peor
  • La parrilla o te encanta o la odias
  • Sin opción a cambio manual
  • Precio con extras
Diseño8
Habitabilidad7.5
Acabados8.5
Maletero7
Equipamiento8
Motor8.5
Comportamiento9
Calidad Precio7.5

Galería de fotos:

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  • BMW Serie 4
  • coupé
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