Cuando la segunda generación del Kia Sportage se presentaba en el Salón de Ginebra en 2010 supuso toda una revolución estética respecto al Sportage originario. Unido a unos buenos acabados y remates, y a una relación precio-equipamiento de las mejores del segmento, no le costó mucho hacerse un hueco en el mercado, siendo unos de los SUV compactos más competitivos y se ha convertido en el modelo de la marca más vendido en el Viejo Continente.
Esto es también así en España. Durante la del los 10 años de Kia Iberia en España indicaban que en el primer trimestre de 2014 se había colocado entre los tres primeros del segmento, con un 8,4% de cuota de mercado. Lógicamente, hay que luchar por mantener unas cifras así y de ahí que hace unos meses se actualizase el todocamino.
Cuando algo funciona, lo mejor es no tocarlo demasiado. Desde la marca nos indicaban que, además de los sutiles cambios estéticos, se ha pensado en mejorar aspectos que no quedan tan a la vista… pero que sí habían sido criticados por la prensa y clientes de la marca.
Hemos tenido una breve prueba con un Kia Sportahge 2014 para ver si las mejoras son suficientes para seguir con este paso firme en un segmento tan competido como el de los SUV compactos. Empecemos por el exterior del coche:
Exterior
A pesar de que el diseño de Peter Schreyer tiene ya cuatro años a sus espaldas, el Kia Sportage sigue conservando una línea muy actual. Lo consigue ya que tiene una imagen muy característica, a pesar de que no se trata de un diseño rompedor. La cintura alta y la poca superficie acristalada consiguen transmitir deportividad… al mismo tiempo que la robustez que la gente busca en un vehículo así. Es un coche con carácter, reconocible de inmediato… pero sin ser tan diferente del resto hasta el punto de no gustar.
Las novedades respecto al modelo de 2010 son sutiles. Para empezar, se ha cambiado la parrilla delantera (ahora cromada), además de renovar las ópticas traseras, que ya cuentan con tecnología LED. La antena, ahora con forma de aleta de tiburón, corona los cambios, muy sutiles para los que no conocen el modelo a fondo, como puedes comprobar.
El restyling se ha completado renovando la oferta de colores y los diseños de llantas (de 17 pulgadas en el acabado Drive de nuestra unidad). Completan el coche las molduras plásticas, situadas en zonas bajas, estratégicamente para evitar toques y arañazos indeseados.
Interior
Es aquí donde se aprecian más cambios respecto al Sportage 2010. Y es que aumenta mucho la calidad, ya que ahora las zonas superiores ya están cubiertas con plásticos acolchados mucho más agradables al tacto, a imagen y semejanza de los últimos productos de la marca.
No cambia la moldura central pintada que cuenta con el navegador integrado con pantalla de siete pulgadas en nuestra unidad. Bajo él se sitúan los mandos del climatizador, algo abajo quizá, pero de funcionamiento sencillo e intuitivo. Más abajo se encuentran, frente a la palanca de cambio, las tomas de USB y Aux, para conectar dispositivos electrónicos que se pueden dejar sobre una pequeña bandeja ahí situada. De todos modos, como el coche cuenta con Bluetooth, podemos dejar el móvil en ese lugar y conectarlo al coche sin cables.
En el cuadro de mandos preside el velocímetro en el medio, con el cuentarevoluciones a su izquierda y distintos medidores (temperatura, nivel de gasolina a la derecha). Todo calro. Bajo el velocímetro se muestran en una pantalla datos del ordenador de a bordo, que se controla desde un botón algo a desmano.
El volante nos gustó tanto por tamaño como grosor. Está forrado con un tapizado de cuero bastante convencional, pero de tacto agradable. Cuenta con una serie de mandos que controlan el equipo de sonido, el regulador de velocidad, el teléfono y el control por voz. Todos ofrecen un buen tacto y responde con precisión cuando se utilizan.
El espacio disponible en las plazas delanteras es muy amplio en todas sus cotas. Los asientos son cómodos y tanto la banqueta como el respaldo recogen muy bien el cuerpo y el mullido es confortable, lo que anima a realizar viajes más largos que el poco rato con el que pudimos disfrutar del vechículo. Sin embargo, el espacio detrás continúa siendo algo escaso en anchura (muy bueno longitudinalmente y de altura). No nos gustó que la plaza central trasera quedase limitada por la forma del asiento, que en esa zona es más duro y está algo elevado… Eso sí, el suelo plano permite que un tercer pasajero se encuentre más cómodo que en otros modelos, además de poder pasar de una plaza a otra con facilidad .
El espacio de almacenamiento en el interior del habitáculo es correcto, pero no espectacular para un coche con vocación familiar como eset Kia Sportage. Incluye una guantera refrigerada )del tamaño justo para dejar la documentación y el chaleco de emergencia) un cofre de seis litros de capacidad entre los dos asientos, que sirve de apoyabrazos al estar cerrado.
No faltan las guanteras laterales en las puertas (algo justas) y también cuenta con redes tras los asientos delanteros. Los pasajeros de la banqueta trasera también pueden emplear el reposabrazos central plegable del asiento trasero como portavasos.
Maletero
El maletero del Kia Sportage anuncia una capacidad de 465 litros, que es una buena cifra si tenemos en cuenta el espacio para las piernas con que contamos en las plazas traseras. A pesar del espacio robado por los pasos de rueda, el maletero es bastante aprovechable ya que tiene unas formas interiores bastante regulares.
Si se desea aumentar su volumen, pueden abatirse los asientos en proporción 60/40 para alcanzar los 1.353 litros. Además, cuando los respaldos de los asientos traseros están abatidos, quedan prácticamente enrasados con el piso. El borde de carga está a una altura razonable y no hay escalón que salvar para dejar objetos pesados, facilitando mucho las cosas.
En el espacio de carga tenemos una pequeña luz y una toma de 12 voltios en la parte izquierda, un pequeño compartimento en la parte derecha y una red que se puede sujetar en varios puntos para mantener la carga en su sitio. Si levantamos el piso (que puede quedar elevado mediante un sencillo gancho), nos encontramos con la rueda de repuesto (de la misma medida del resto, con llanta de aleación), los triángulos y el gato.
Gama y equipamiento
Una de las virtudes del Kia Sportage siempre ha sido la relación precio -equipamiento. Continúa siendo su principal argumento de ventas. Ahora, la gama Sportage 2014 se estructura en tres niveles de acabado: Concept, Drive y Emotion, aunque en el modelo de acceso se ofrece también la variante Basic. Nuestra unidad corresponde a la versión más vendida y la más equilibrada en la relación precio equipamiento, la Drive. Esto es lo que incluye cada acabado:
Kia Sportage Basic
A pesar de su nombre ya incluye de serie el ABS, EBD, ESP, TCS, airbags, luces diurnas, llantas de aleación de 16 pulgadas, dirección asistida, volante multifunción forrado en piel, aire acondicionado, radio CD MP3, bluetooth, puerto USB, ordenador de viaje, control de velocidad y apoyabrazos central delantero.
Kia Sportage Concept
Suma luces diurnas por LEDS, sensor de lluvia, paquete cromado exterior, barras de techo, faros antiniebla y la rueda de repuesto del mismo tamaño que el resto, etc.
Kia Sportage Drive
El acabado de nuestra unidad de prueba se diferencia del resto de la gama por los retrovisobles plegables con intermitente integrado, ópticas traseras LED, los cristales sobretintados y las llantas de aleación de 17 pulgadas.
En su interior podemos encontrar climatizador automático bizona, sensor de aparcamiento trasero, encendido automático de luces, guantera refrigerada, acabado de puertas en piel sintética, espejo interior fotosensible y red de maletero.
Además, nuestra unidad contaba con el Pack Total. Son 2.700 euros que incluyen faros de xenón, sistema de navegación, cámara de visión posterior, techo solar panorámico y deslizante, sistema de sonido Infinity y la antena de techo tipo aleta de tiburón. Es una opción realmente interesante si tenemos en cuenta su precio.
Kia Sportage Emotion
El acabado superior añade a todo lo anterior el panel de instrumentos Supervision, llantas de aleación de 18 pulgadas, sistema de aparcamiento automático, sensores de parking delanteros, tapizado en piel/ante o totalmente en piel y dirección Flex Steer.
Aprovechando el tirón mediático del Mundial de Fútbol de Brasil, Kia lanzó la serie Maracaná, que sigue a la venta. Se basa en el acabado Drive, y añade faros de xenón, antena de tipo “aleta de tiburón”, tapicería en piel, panel de instrumentos Supervisión, embellecedores interiores, ajuste de la dureza de la dirección asistida, navegador con cámara de visión trasera y sistema de audio Infinity.
Motor
Este SUV compacto se ofrece con una única motorización de gasolina, un 1.6 GDI de 136 CV. Es mayor la oferta de gasóleo, con tres variantes turbodiésel: un 1.7 CRDi VGT de 115 CV y un 2.0 CRDi VGT con dos niveles de potencia, 136 CV y 184 CV. Todos van con cambio manual de seis velocidades… y una automática para el 2.0 CRDi. Sólo este último motor, en sus dos variantes, está disponible con tracción 4×4. El resto de motores van asociados exclusivamente a la tracción delantera.
El motor diésel de 110 CV es el que monta casi el 70% de las unidades vendidas del modelo, que podría cumplir con las necesidades de la mayoría de usuarios en el día a día, con una conducción tranquila. Sin embargo, tras leer varias pruebas en otros medios sobre este propulsor, tachándolo de algo escaso, nos decidimos por probar el 2.0 CRDi VGT de 136 CV, más acorde en potencia con el tamaño y volumen del Sportage, sobre todo en un viaje largo cargado (ver consejos para elegir motor). Y con tracción delantera, que sin duda es la que elige la gran mayoría.
Este diésel debería mover con más soltura al Sportage (0 a 100 km/h en 10,8 segundos), mientras que su consumo medio homologado es de 5,5 litros a los 100. La diferencia de precio (con acabado Drive) respecto al diésel menos potente es superior a los 2.000 euros, pero merece la pena, ya que el consumo del 1.7 no es mucho menor (homologa 5,3 l/100 km).
Además de la mayor agilidad del 2.0 CRDI, su funcionamiento es más silencioso que el 1.7. A eso ayudan las mejoras introducidas en este restyling, que han reducido el ruido y las vibraciones. El parabrisas también tiene una capa extra de aislante. También, en las uniones entre el subchasis delantero y el chasis, se han añadido unos cojinetes para disminuir las vibraciones y la caja de cambios tiene una sujeción más rígida.
Comportamiento
Conocía el comportamiento del anterior Sportage y continúa siendo muy similar, neutro y sencillo de conducir. Si cabe, con las mejoras para reducir los ruidos es ahora mucho más confortable. A ello también ayudan las mejoras en la suspensión para que no resulte tan seca y filtre mejor las irregularidades del terreno.
Puede que balancee algo más que antes en las curvas (ha pasado mucho tiempo de mi anterior contacto con el Sportage), pero el tacto es bueno para una conducción normal y muestra aplomo. Sus reacciones en las curvas son nobles y transmite fielmente al conductor dónde tiene los límites. Por cierto, Kia nos cuenta que en los muelles traseros se han endurecido ligeramente para aumentar la estabilidad en caso de que se lleve remolque.
La relación de la caja de cambios piensa en favorecer el consumo. A poco que entremos en autovía, el motor ya pide engranar la sexta velocidad. El tacto es suave y quizá el recorrido entre marchas sea algo más largo del que me gustaría, pero bueno en un coche sin pretensiones deportivas.
A pesar de que nuestra unidad de pruebas no contaba con tracción total, nos aventuramos a realizar una prueba offroad sencilla en un trazado propuesto por la marca. No es su hábitat, pero con los nuevos tarados de la suspensión más suaves, los ocupantes notan menos las irregularidades por pistas de tierra. De todos modos, ni con tracción 4×4 es aconsejable meterlo por pistas complicadas, ya que cuenta con muy poca distancia libre al suelo (17 cm).
Otra novedad en el coche es la dirección. Ahora es más rápida (hay 2,8 vueltas entre topes, antes 3,0) y precisa, lo que permite trazar mejor. También es de tipo FlexSteer (se puede modificar su asistencia mediante un mando en el volante que selecciona entre tres programas: Comfort, Normal y Sport). Adolecede los mismos problemas que hemos dicho en otras pruebas de la marca, es muy poco comunicativa.
No tuvimos tiempo de probar el coche en ciudad. En la nota de prensa leemos que el diámetro de giro entre bordillos no cambia, 10,6 metros. Sí pudimos comprobar, en alguna maniobra, que no tiene una buena visibilidad trasera debido a su enorme pilar C. No obstante, no resulta complicado moverse en lugares angostos con la ayuda de los grandes retrovisores, los sensores de aparcamiento y la cámara de visión posterior.
Veredicto coches.com
Aunque la gran mayoría de la gente no percibirá los cambios, ya que los retoques estéticos ha sido bastante parcos, hay que reconocer que el Kia Sportage ha mejorado, y mucho. Sobre todo cuando se sube uno al habitáculo, donde los cambios son más notorios y sube un peldaño en calidad y comodidad.
No ha perdido tampoco todas las virtudes que lo han convertido en el coche más popular de la marca en nuestro país: una buena habitabilidad, detalles prácticos y una buena relación entre precio y equipamiento.
Todas estas cualidades lo convierten en un producto muy equilibrado, que ya lo era, que además gana en refinamiento. Cierto que el motor no es para darse unas alegrías ni te divertirás al volante, pero sí es un coche noble, bien rematado, con un interior a la altura (muy luminoso gracias al techo panorámico, por cierto).
La gama del Sportage se ajusta a lo que demanda el mercado. Puede que algunos, viendo su atlética imagen que tan bien funciona, echen de menos alguna versión más “cañera” y un comportamiento más deportivo, pero la marca es consciente de que, quien busque un producto así… es fácil que acabe optando por otra marca. De ahí que haya concentrado los huevos en la cesta ganadora. Y con las mejoras que ha recibido este SUV, es muy probable que continúe siendo uno de los referentes del mercado.
La unidad que hemos probado tiene un precio recomendado de 28.616 euros, si bien es posible encontrar grandes descuentos del Kia Sportage en coches.com, la web donde los concesionarios de las marcas publican sus ofertas, ahora mismo reducen su precio en más de 4.000 euros. Si quieres saber cuánto te costaría asegurarlo, puedes utilizar nuestro comparador de seguros.
En un rango de precios similar podemos encontrar modelos como el Hyundai ix35, Mitsubishi ASX, Toyota RAV-4 (ver prueba de la versión 4×4), el Ford Kuga (ver prueba), el Skoda Yeti o el SsangYong Korando (ver prueba). Y por encima de todos, el Nissan Qashqai (ver prueba) el «culpable» de que los SUV se hayan puesto de moda y sea un segmento que no para de crecer.
Lo mejor
- Relación precio-equipamiento.
- Mejoras de calidad de interiores y comodidad notables.
- Habitabilidad y capacidad de maletero, que incluye rueda de repuesto.
Lo peor
- Dirección poco comunicativa.
- Gama demasiado racional, sin motores tan deportivos como su línea.
- Niveles de equipamiento demasiado cerrados.
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