El año 2017 se dio el pistoletazo de salida en el Grupo PSA a una oleada de SUV realizados sobre la nueva plataforma EMP2. Arrancó con el Peugeot 3008, un coche que abandonaba su imagen de monovolumen para convertirse en un todocamino.
Y el coche funcionó. Ganó el premio de coche del año 2017 en Europa y, además, funcionó en ventas. Vaya si lo hizo. Desde su llegada se han vendido más de 800.00 unidades de este modelo, primo del Citroën C5 Aircross, el DS 7 Crossback o el Opel Grandland.
Cuatro años después ha tocado puesta al día. ¿Y cómo se renueva un coche que ha tenido tanto éxito? Pues para ello contamos hoy con el nuevo Peugeot 3008 2021. Cambia el aspecto exterior, el habitáculo y cuenta con mucha más tecnología.
Para conocerlo mejor, nos pusimos al volante de una versión gasolina, el Peugeot 3008 PureTech de 180 CV y con acabado GT Pack. Hora de conocerlo a fondo:
Exterior
Todos los SUV son muy parecidos, pero en los últimos tiempos parece que las marcas han comenzado a arriesgar un poco. También lo hace Peugeot, que se ha atrevido a dar un aire totalmente nuevo a uno de sus coches más vendidos, sobre todo en la parte delantera.
Lo interesante, que lo hace sin variar sus dimensiones exteriores (mide 4.447 mm de longitud –de los cuales 2.675 mm corresponden a la distancia entre ejes–, por 1.840 mm de ancho y 1.624 mm de altura) y sin tocar paneles de aletas y el capó que es lo que acaba molestando al departamento financiero porque dispara los costes.
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Se sigue la pauta del Peugeot 2008, con los faros diurnos LEDs para darle un aire más felino a su frontal, que es realmente novedoso. Han eliminado los límites entre las ópticas principales, con tecnología Full LED y que integran los antiniebla, y la calandra, que parece fundirse en la carrocería. Con esto además consiguen ensanchar el coche a la vista.
Han cambiado también en la parte delantera la forma de los paragolpes y las entradas de aire. Esta unidad cuenta con el acabado GT, que además de dar a la parrilla un aire más deportivo suma detalles cromados. Si no te gustan, puedes echar la mano al Black Pack, que los cambia por elementos negros.
El lateral conserva las formas del modelo anterior. En esta terminación las llantas son de 18 pulgadas, pero con el paquete de mejora llegan a las 19. Hay ocho colores de carrocería entre los que elegir, dos de ellos nuevos y como es este caso puedes combinarla con un techo en negro y las barras portaequipajes en plata. Hacen juego con los bajos en negro, que hacen que el coche parezca que va más lejos del suelo (se queda en 219 mm).
La trasera tiene también una novedad y está en sus ópticas. Ocultas por un cristal oscurecido, que se mimetiza con la tapa del maletero con lo que el modelo gana anchura visual. Son también de ledes, tienen un diseño en 3D que hace que ganen profundidad y cuentan con intermitentes secuenciales.
Interior
El interior del coche ya era muy sui generis, como todos los de la marca en la última década. Eso significa mantener sin cambios el salpicadero, que está ligeramente orientado al conductor y con unos acabados que rayan a gran altura, sobre todo en los niveles de equipamiento altos, donde cuentas incluso con madera oscura.
Ya que hablamos de acabados la verdad es que las sensaciones en general son muy buenas. Más allá de esos recubrimientos en madera o los excelentes asientos con tapicería de cuero, la verdad es que es de esas marcas que se posicionan algo por encima de los generalistas, caso de Mazda también. Hay plásticos duros en parte baja de las puertas o los laterales de la consola pero el ambiente en general es muy bueno.
El espacio en las plazas delanteras es más que suficiente y sí te fijas en la ergonomía, el i-cockpit de los Peugeot es peculiar. Tenemos un volante muy pequeño para los estándares de la industria, que está achatado en la parte inferior y superior para ver el cuadro de instrumentos por encima y no a través de él.
Yo siempre digo cuando me preguntan que lo mejor es probarlo. Por mi estatura y posición de conducción me funciona mejor en los SUV y furgonetas que en los sedanes. A otra persona puede ocurrirle lo contrario.
Al volante uno se acostumbra bastante rápido y anima un poco a conducir de manera viva. La instrumentación es una pantalla de 12,3 pulgadas que no varía, en la que puedes configurar qué ves y la forma de verlo de manera muy sencilla. Se ve realmente bien y a mi me resulta más cómodo ver en ella los datos de la navegación, por ejemplo, que en la pantalla central.
La pantalla del sistema de infoentretenimiento es nueva. Ha crecido de las 8 hasta las 10 pulgadas pero no se aprovecha por completo ya que en los laterales tenemos una serie de accesos rápidos a funciones como la climatización. Y esto, sabiendo que no contamos con botones físicos, ayuda a cambiar la temperatura en la misma pantalla con mayor facilidad.
Además, podemos acceder directamente a algunas funciones con los botones tipo teclas de piano. Bajo ella contamos también con algunos otros botones y un espacio con conexiones USB y carga inalámbrica para el móvil. No faltan reposabebidas y un cofre central realmente profundo bajo el reposabrazos que mejoraría quizá haciéndolo regulable en altura.
Las plazas traseras están bien, en la media de lo que puedes encontrar en el segmento. Si quieres más espacio o precisas meter a tres personas, personalmente me gusta más la solución de tres asientos individuales que vimos en la prueba del C5 Aircross, que además podían regularse longitudinalmente. Aquí no, se prefiere tratar muy bien a dos ocupantes si bien un tercero no iría mal al tener un piso plano. No faltan salidas de la climatización y tomas USB y de 12 Voltios al final de la consola central.
Maletero
El maletero ofrece 520 litros de capacidad. Una cifra que corresponde al tamaño y volumen del coche, en la media de otros SUV compactos. Es un espacio de formas muy regulares, con pequeños huecos en los laterales y no faltan los habituales ganchos para sujetar la carga e incluso una toma USB. Bajo el piso hay doble fondo bastante aprovechable.
El portón es eléctrico y ha ganado la posibilidad de abrirse pasando el pie bajo el paragolpes. Si tienes que cargar algún objeto largo hay una trampilla entre los asientos para ese menester. Y si hablamos de cargar enseres voluminosos puedes abatir los respaldos de los asientos traseros tirando de unas palancas en los . Están divididos en dos partes y queda un espacio de 1.482 litros totalmente plano.
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El 3008, propone además, la posibilidad de abatir hacia adelante el respaldo del asiento del copiloto. Resulta muy práctico para cargar objetos muy largos.
Equipamiento
La gama del Peugeot 3008 se ha hecho con esta puesta al día mucho más sencilla. Consta de tres terminaciones, todas con un paquete para mejorarlas con el que consigues un conjunto de elementos a un precio más ventajoso que adquirirlos por separado.
Desde el acabado Active, el más sencillo, cuentas con llantas de aluminio de 17 pulgadas, el paquete de visibilidad, arranque por botón, climatizador automático de doble zona, el asistente de estacionamiento trasero o la radio digital DAB. Por encima se ubica el Allure, que le otorga un aspecto más refinado, con llantas de 18 pulgadas, lunas traseras tintadas, navegador con la pantalla de 10 pulgadas y el paquete Safety Plus.
Nuestra unidad de prueba tenía el acabado GT, con llantas de aluminio de 18 pulgadas específicas, techo en contraste pintado en Negro Diamante, faros delanteros Full LED… Y le sumaba el GT Pack, con llantas de aleación de 19 pulgadas, portón trasero manos libres, paquete City 2, sistema de sonido de alta fidelidad Hifi FOCAL de 515 W, asientos con función masaje y regulaciones eléctricas o la tapicería de Alcantara.
¿Precios? El Peugeot 3008 parte de 30.242 euros, que en el caso de elegir el acabado GT Pack y el motor de gasolina más potente, como es el caso de nuestra unidad de prueba, se siúa en los 42.400 euros. Una cifra alta, pero acorde con su potencia y nivel de equipamiento.
Estos precios son siempre sin descuentos, que rebajan mucho esa cantidad. Puedes encontrar ofertas del Peugeot 3008 en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca. Recuerda que en ocasiones esas tarifas pueden estar asociadas
Motor
La oferta mecánica es muy similar a la del modelo anterior, algo reducida. Hay un motor diésel de 130 CV y dos de gasolina, de 130 y 180 CV. Y dos variantes híbridas enchufables que son la gran apuesta de Peugeot, una con 225 CV y otra con 300 CV de potencia y tracción total.
¿Y si no te mueves mucho en ciudad o no tienes disponibilidad de un enchufe? No es algo extraño, pues 15 millones de coches en España “duermen” en la calle. Presta entonces atención a este motor.
Se trata del gasolina más potente, el 1.6 Puretech, un motor de cuatro cilindros y 1.598 cc sobrealimentado que entrega 180 CV a 5.500 rpm y 250 Nm de par máximo a 1.650 rpm a las ruedas delanteras. Va asociado de manera invariable al cambio automático EAT8 de 8 relaciones por convertidor de par, con el que completa el 0 a 100 km/h en 8 segundos y puede alcanzar 222 km/h. Y ahora toca ver cómo va.
Comportamiento
Habíamos probado el modelo previo con el motor diésel. A no ser que realices muchos km este gasolina me parece más interesante. Se trata de un propulsor muy suave y con buenas prestaciones. Gana velocidad de manera notable (firma el 80 a 120 km/h en 5,4 segundos) y el cambio automático le sienta bien. No es que sea un primor de rapidez, incluso si lo usas en el modo manual, pero sí resulta cómodo y eficaz.
Los consumos son ajustados. Homologa 6,9 l/100 km y en diversos tramos que realizamos mediciones los hemos conseguido sin demasiados esfuerzos. Al haber sido una prueba a fondo en diversos entornos al final el resultado ha sido algo más elevado, en torno a los 7,5 l/100 km, pero me ha gustado que pueda mantener cifras ajustadas sin recurrir a soluciones más complejas como la microhibridación o la desconexión de cilindros.
La puesta a punto del coche en general era muy acertada y eso no ha cambiado. Hay SUV más incisivos a la hora de tomar curvas, pero el 3008 se defiende. Y modelos más cómodos, pero que luego pierden ese tacto de conducción más preciso. Es de los SUV más equilibrados en cuanto al trabajo con las suspensiones.
Ayuda ese buen tacto de conducción la dirección, que responde bastante bien cuando actúas sobre el volante. En ciudad esta muy asistida, lo que facilita las maniobras, pero luego se endurece a medida que vas aumentando el ritmo… y que juegas con los modos de conducción. Son tres (Normal, Sport y Eco, vienen de serie en todos los modelos de la gama) y modifican ligeramente el comportamiento del coche.
No cuenta con tracción total, que queda reservada a las versiones híbridas, pero sí lo metimos por algún camino sencillo donde salió a relucir esa extraordinaria puesta a punto, que permite ir de manera bastante incluso por firmes bastante rotos.
Opinión coches.com
Si he de definir al Peugeot 3008 con una palabra diría equilibrado. Es refinado. Quizá no tanto como un Mazda CX-5, pero lo es. Es cómodo. Quizá no tanto como un Citroën C5 Aircross, pero lo es. Es dinámico. Puede que no tanto como un Seat Ateca, pero lo es. Y tiene un diseño atrevido, a lo mejor no tanto como el nuevo Hyundai Tucson, pero sigue sorprendiendo cuando lo ves.
Y no le faltan otras cualidades de quien busca un SUV, como un interior amplio y bien rematado o una correcta capacidad de carga. Y con un consumo muy moderado para la potencia y prestaciones.
El precio puede parecer elevado si eliges este motor y el acabado GT Pack, el más alto de gama, pero cuenta con un equipamiento supremo y una imagen realmente poderosa
- Comportamiento dinámico muy equilibrado
- Consumos ajustados sin hibridación
- Calidad de materiales del interior
- Poco orientado a conducción off-road
- Puesto de conducción no adecuado a todos
- Precio de partida más elevado que otras alternativas
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