Fue hace ya un par de años, a mediados de 2014, cuando se presentó el Seat León X-Perience 2015, que llegó al mercado a finales de ese mismo año. Se trata de un derivado de la carrocería familiar del popular compacto, el Seat León ST 2013, un coche que nos causó una gratísima impresión en nuestra prueba.
Fue este el primer coche de Seat preparado para salir al campo con garantías, tras el Altea Freetrack. Ambos prepararon el camino para la llegada del SUV compacto de la marca, el Seat Ateca, pero este León puede ser interesante para muchos, en lugar del nuevo SUV.
Y es que los compactos familiares continúan ofreciendo un mejor comportamiento dinámico y ya no tienen una estética. Si a ellos añadimos una tracción total y una altura un poco mayor para sortear obstáculos con mayor facilidad, estos crossovers familiares ganan tanto en versatilidad que se hacen casi irresistibles.
Puede que los SUV estén de moda, pero estos modelos entre los que se encuentra el Seat León X-Perience son también muy agradables estéticamente, en ocasiones incluso más conseguidos que los compactos o berlinas de los que derivan. Si quieres acabar de convencerte, pasemos a conocerlo más en profundidad.
Exterior
El X-Perience calca prácticamente las dimensiones del Seat León ST del que deriva. Mide 4.543 mm de longitud y 1.816 de ancho, lo mismo que el familiar. Tan sólo varía la altura, algo mayor, de 1.481 metros, debido a que cuenta con 2,7 cm más de altura libre al suelo, hasta un total de 172 mm.
Obviamente, no es tanto como un todoterreno auténtico, pero hay muchos SUV que se mueven en esos valores y puede ayudar a no rozar el suelo en pistas de tierra o no quedarse atascado con la nieve. Seat ha conseguido esto cambiando los muelles de la amortiguación y con unos neumáticos mayores, en unas llantas de 17 pulgadas de serie (de 18 en la unidad que probamos).
Además de la altura, este familiar off road tiene una imagen más atrevida. No faltan molduras plásticas por todo el contorno del coche, incluidos los pasos de rueda, para proteger la carrocería. Hay también los típicos apliques metálicos que simulan un protector de bajos o las barras de techo.
La verdad es que son apenas unos detalles, pero logran mejorar el empaque del Seat León ST, un coche de por sí muy equilibrado en sus proporciones pero con un diseño poco atrevido. El X-Perience cuenta en la gama con una pintura específica para su carrocería, denominada “Marrón Adventure” que le da un aspecto todavía más campero a su exterior musculoso y definido por una angulosa línea lateral.
Interior
Si algo mejoró la tercera generación del Seat León respecto a las anteriores fueron los acabados interiores. Se perdió originalidad en el diseño, pero ahora ya no existe un abismo en la terminación de su “primo” y referente absoluto del segmento en Europa, el Volkswagen Golf.
El Seat León X-Perience es un claro ejemplo de esto, sobre todo porque es un nivel de terminación que supera a los Reference (el más básico) y al Style, colocándose a un nivel cercano a los más exclusivos y que apuestan por la deportividad, los FR y Cupra (ver prueba).
No hay apenas diferencias de diseño, salvo en algunos detalles como los umbrales de las puertas, el volante y el pomo de la palanca de cambios, con el logo X-Perience o las costuras de los tapizados. Hay un tapizado en piel exclusivo de esta versión, en piel alcántara marrón (a juego con el tono que sólo puede llevar esta carrocería), pero en líneas generales te encontrarás en un habitáculo muy similar al de cualquier León ST.
Salpicadero y puertas están guarnecidos con plásticos de buena calidad y agradables al tacto. Solamente encontramos algunos más sencillos y duros en algunos huecos para dejar objetos, como las bolsas de las puertas o la terminación interior de la guantera, zonas que no quedan demasiado al alcance de las manos.
En cuanto a la ergonomía, la “germanización” del habitáculo ha supuesto un gran paso en este sentido. Todo queda al alcance de la mano del conductor y los mandos están donde uno espera que se encuentren. La instrumentación es sencilla, con dos relojes clásicos (cuentarrevoluciones a la izquierda y velocímetro a la derecha) y una pantalla TFT que informa sobre diferentes parámetros del coche.
El volante, forrado en piel, cuenta con diferentes mandos para no tener que desviar la vista cuando respondes al teléfono, manejas la música o controlas el ordenador de a bordo. El control de crucero se ubica en un mando satélite en el lado izquierdo, habitual en la marca.
En la consola central el protagonismo recae en la pantalla del sistema de infoentretenimiento (con navegador opcional en nuestra unidad), con una pantalla de 6,5 pulgadas. Su funcionamiento es fácil e intuitivo. Bajo ella algunos botones más y los mandos del climatizador, de un generoso tamaño para que resulte más sencillo manejarlos
No habrá problemas de espacio en las plazas delanteras. La sensación de amplitud es buena incluso si viajan en ellas dos adultos corpulentos, disfrutando de una buena cota de anchura y altura libre.
En las plazas traseras hay un espacio para las piernas generoso, incluso para adultos que no superen los 1,85 metros de altura gracias a los 2,6 metros de distancia entre ejes. La altura disponible es algo mayor que en el compacto (cualidad que comparte con el ST) y el acceso a ellas es algo más sencillo gracias a que los asientos están algo más altos.
Como es habitual en coches de este segmento, hay poco espacio para tres ocupantes en esta versión. Además de haber poca anchura, el ocupante de la plaza central tendrá que lidiar, en esta variante con tracción total, con un túnel de transmisión que restará espacio para las piernas.
Maletero
El maletero del Seat León X-Perience es calcado al del ST, con una buena capacidad de 587 litros (que no se reduce a pesar de contar con tracción total). A su favor que cuenta con un borde de carga situado a no demasiada altura, lo que facilitará introducir maletas u otros objetos pesados.
Como es habitual, pueden abatirse los asientos de los asientos traseros (desde el propio maletero, tirando de unas palancas a ambos lados), para lograr una superficie con un volumen interesante, 1.470 litros. Nos llama la atención que entre el equipamiento opcional no pueda contar con el asiento del pasajero plegable, con lo que se consigue un espacio perfecto para cargar enseres más largos (es una opción muy barata, además).
En general, el maletero está muy bien rematado y no quedan zonas de chapa a la vista. Cuenta con una pieza con la que se puede cambiar la altura a la que va situado el suelo del maletero y crear un doble fondo cuando se coloca en la posición más alta (que sirve así para crear un espacio totalmente plano al abatir los asientos y donde puede guardarse la bandeja enrollable cuando no se precisa).
El maletero cuenta elementos prácticos de interés como ganchos para colgar bolsas, argollas en el piso para sujetar la carga, una cinta elástica en el lateral derecho para dejar cosas bien sujetas, una toma de corriente en el lado izquierdo, espacios compartimentados en ambos laterales… Bajo el piso encontramos una rueda de repuesto temporal y cuenta también con un kit de reparación de pinchazos. Sí, ahí también está el subwoofer del Seat sound System (parte del equipamiento opcional, que suma otros 9 altavoces por el habitáculo).
Equipamiento
Además de todos los elementos que varían la estética del modelo respecto al ST, que ya hemos comentado ( el X-Perience cuenta con un equipameinto de serie bastante correcto. Dispone de ESP, TCS, ABS, EBD, múltiples airbags, asientos específicos, sistema de sonido con pantalla a color y seis altavoces, bluetooth, puerto USB, volante multifunción forrado en piel, climatizador bizona, cuatro elevalunas eléctricos control de velocidad de crucero, ordenador de viaje, faros antiniebla con función cornering…
De serie equipa llantas de 17 pulgadas , si bien nuestra contaba con las llantas de aleación de 18 pulgadas “X-Perience Machine”. No era el único extra que encontramos. También contaba, por ejemplo, con el Convenience Pack, que añade sensor de lluvia, encendido automático de luces y el espejo interior fotosensible (no es caro, unos 125 euros, pero esta dotación debería ser de serie).
Otros extras interesantes eran las ópticas delanteras Full LED y pilotos traseros LED (su funcionamiento es muy bueno y recomendable si se viaja mucho de noche, si bien su sobrecoste supera los 1.028 euros).
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Contaba también con asientos en piel negra (el asiento del conductor con regulaciones eléctricas, pero sin memoria), retrovisores exteriores calefactados (se incluye todo en un pack que cristales traseros sobretintados (207 €) y con cortinillas (145 €), pack de seguridad (883 €, que incluye Front Assist y sensores de aparcamiento, entre otros), sistema de navegación Plus (1.475 €)…
Así, de un precio base del León XP 2.0 TDI 184 CV 4Drive DSG que parte de 32.770 euros, el modelo cuenta con más de 5.000 euros en opcionales… El precio final es caro, pero con uno de los motores más prestacionales, el cambio automático, equipado prácticamente a tope… no es desorbitado.
Lógicamente, esta tarifa puede rebajarse mucho. En coches.com puedes localizar la mejor oferta para un Seat León X-Perience nuevo, en concesionario oficial de la marca de toda España o de tu provincia. El precio rebajado puede incluir la financiación del coche con la marca (en ese caso la garantía se amplía a cuatro años). Te recomendamos también echar un ojo a nuestro
Motor
El coche comenzó a estar disponible con un motor gasolina, el 1.8 TSI de 180 CV con cambio DSG, el 1.8 TSI, y tres diésel: el 1.6 TDI de 110 CV y el 2.0 TDI de 150 CV, asociados a la con transmisión manual y el 2.0 TDI de 184 CV, unido a la caja de doble embrague DSG.
Todos ellos cuentan de serie con el sistema de tracción 4Drive, que reparte la fuerza entre ambos ejes por medio de un embrague Haldex. Es el mismo tipo de tracción que montan otros modelos del grupo Volkswagen, con el sistema XDS de deslizamiento limitado electrónico en ambos ejes. Posteriormente se añadieron a la fama versiones 2WD de tracción delantera, asociada al diésel de 110 CV y el 1.4TSI gasolina con 125 CV. Todos ellos con sistema ‘Start-Stop’ de serie.
Como ves, nuestro protagonista es uno de los motores más prestacionales de la gama, el 2.0 TDI de 184 CV que rinde 184 CV de potencia máxima a 3.500 rpm, con un par máximo de 380 Nm a 1.750.
Las prestaciones son correctas, pues con un peso de 1.529 kg es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos (apenas necesita 5,6 segundos para recuperar de 80 a 120 km/h) y, si continúa acelerando, hasta los 224 km/h de velocidad máxima.
Se asocia de manera exclusiva a la caja de cambios secuencial de doble embrague DSG. Declara un consumo medio de 4,9 l/100 km y unas emisiones de 129 g/km de CO2. Con un depósito de combustible de 55 litros podría alcanzarse autonomías de 858 km. Veamos ahora si cumple con todas estas cifras en carretera… y fuera de ella.
Comportamiento
Contar con un vehículo que puede cargar con bastante peso gracias a su generoso maletero, asociado a un motor diésel potente y una caja de cambios automática DSG hace que sea muy sencillo afrontar cualquier viaje sin problemas. Mantiene sin problema alguno la respuesta al acelerador gracias a su alto par, con todo lo que ello significa en términos de confort y seguridad.
Otro cantar son los consumos. En nuestro recorrido habitual logramos un consumo comedido, pero bastante mayor que el de la cifra de homologación, 6,6 l/100 km. Eso da que pensar si compensa esta mecánica TDI de 184 CV… o por el contrario resulta más equilibrado el 2.0 TDI de 150 CV, con unas cifras de par muy cercanas, 340 Nm, disponibles desde 1.750 Nm y con buena respuesta en todo el rango del cuentarevoluciones, como pudimos comprobar en nuestra prueba del León SC TDI. Suficiente para mantener un alto grado de dinamismo, con consumos más ajustados.
Si el Seat León ST sorprende por lo acertado de su comportamiento dinámico, habría que valorar si la mayor altura y nuevos muelles de suspensiones afectan a esas capacidades. Se parecían algún cabeceo y oscilaciones más a la hora de tomar curvas a ritmos elevados, pero no demasiadas. Comparado con un SUV (tenemos pendiente la prueba del Seat Ateca), se aprecia que el centro de gravedad más bajo en estos momentos. Y si en algún momento pasas algún apuro, el diferencial, ubicado ante el eje trasero, envía par a las ruedas traseras para sacarte del embrollo.
Esta tracción total eleva ligeramente el peso del vehículo, unos 120 kg. Su funcionamiento es sencillo. En una conducción normal, el embrague multidisco con accionamiento hidráulico y control electrónico envía la mayor parte del par a las ruedas delanteras. Cuando demanda tracción, el par motriz se reparte rápidamente hacia las ruedas traseras.
En autovías y carreteras convencionales es un coche con tacto firme que transmite confianza… pero este coche ofrece algo más, ya que puede adentrarse en caminos sin excesivos problemas. Así es. Puedes afrontar pistas de tierra no demasiado complicadas con seguridad, casi a nivel de los SUV más enfocados al asfatdo (su 172 mm de altura libre al suelo se notan). La tracción total aporta ese plus de seguridad al circular con superficies de arena o barro, incluso nieve durante el invierno.
El único pero en este sentido la suspensión resulta algo dura en estas pistas de tierra, sobre todo si hay mucha presencia de piedras ( o en los badenes en ciudad). Se nota que es un vehículo configurado para estar más tiempo en asfalto que fuera de él, si bien es capaz de circular por caminos. Las llantas y neumáticos con los que contaba nuestra unidad tampoco eran los más adecuados para estos menesteres por su bajo perfil.
Veredicto coches.com
El Seat León X-Perience es un producto muy completo y versátil, que completa a la perfección la oferta el León, tan amplia que, quien no necesite muchas cualidades off road pero sí las capacidades motrices de la tracción total tienen en la gama el Seat León ST 4Drive, un coche idéntico en lo mecánico pero sin la altura extra y la estética aventurera (por el que se paga algo más).
Cuenta con rivales de peso en su mismo Grupo, como el Volkswagen Golf Alltrack o el Skoda Scout, un poco por detrás en dinamismo pero con más maletero… y ambos salen algo más caros cuando equiparas el equipamiento. Otros con una filosofía parecida se sitúan en un segmento superior y son más caros, como el Subaru Outback (ver prueba) el Volvo V60 Cross Country.
Se trata de una alternativa práctica para los usuarios que demandan un coche amplio, con buena capacidad motriz para circular con seguridad en carretera en cualquier condición climática, al tiempo que se atreve con caminos de tierra. El propulsor probado, de 184 CV es fabuloso, pero puede ser más recomendable para la mayoría el diésel de 150 CV… o incluso el TSI si no se van a hacer muchos kilómetros. Lo que nos parece innegociable es el sistema de tracción total en un coche como este.
- Comportamiento dinámico
- Posibilidades de equipamiento
- Capacidad de maletero y acabados
- Algunos extras deberían venir de serie
- Suspensión demasiado rígida para caminos
- Plaza central trasera incómoda
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