La carrocería del Aston Martin DB11 es tan increíble que incluso en un color marrón es capaz de enamorar. Pero ojo, que los de Gaydon indican que el reemplazo del DB9 2013 es mucho más que una fachada bonita. Y para demostrar que no van de farol, nada mejor que mostarnos en vídeo cómo sus ingenieros se han devanado los sesos con el coche en el túnel del viento para lograr la mejor eficiencia aerodinámica posible.
Un ejemplo de esto es los Curlicue que convierte las branquias situadas tras las ruedas delanteras en canales de flujo de aire que generan agarre adicional en el tren delantero. Una solución que el DB11 adopta directamente del Aston Martin Vulcan y que procede originalmente de los coches de competición de la compañía. Gracias al humo puedes ver estos y otros efectos en este vídeo:
En la zaga, lo más llamativo es el Aeroblade, un sistema que absorbe el aire a través de unas aberturas situadas en la base del pilar C, perfectamente camufladas, que se redirigen hacia la parte trasera a través de unos canales donde se comprime el aire que se expulsa por unas pequeñas aberturas, situadas en la parte superior de la tapa del maletero.
Justo ahí se encuentra también el único elemento móvil del Aston Martin DB11, un pequeño spoiler vertical que se eleva según el programa de conducción elegido, o automáticamente a velocidades más altas para mejorar su efectividad. Gracias a estos dos elementos se consigue el mismo efecto downforce que si el coche contase con un splitter delantero y un spoiler trasero, pero si la resistencia al aire adicional que generan estos elementos… y sin perder un ápice de la elegancia británica.
Aston Martin cortará el techo de metal fijo del DB11 para reemplazarlo por uno retráctil para la versión Volante, programada para salir a la venta en la primavera de 2018. Ambos montarán el nuevo motor V12 de 5,2 litros, así como un V8 biturbo más pequeño de 4 litros, el mismo que conocimos en nuestra prueba del Mercedes-AMG GT-S.
Fuente: Aston Martin
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