Puede que Seat comparta tecnología alemana, pero también es cierto que no hay marca más española que ella y que sabe lo que gusta en nuestro mercado. Lo demostró con el Seat Ibiza, un modelo que sostuvo a la marca en sus horas bajas. Dirigido a un público joven, la marca supo darle un cariz dinámico, en sus líneas y en el tacto de conducción, que lo convirtieron en uno de los favoritos del público.
Los de Martorell aplicaron la misma fórmula en el Seat Leon y también en el Ateca. Pero justo cuando llegó el turno de hacer un SUV pequeño, cambiaron un poco las tornas. Y es que, sin que sea en absoluto un todocamino torpe (que no lo es), la puesta a punto del Seat Arona es más equilibrada. Como decíamos en nuestra prueba a fondo, su objetivo es ganarse al cliente que busca moverse más cómodamente que en un utilitario, con más espacio y maletero.
Poco a poco, se está convirtiendo en uno de los referentes del mercado. Hasta el punto que, a falta de un mes para el cierre del mercado, es el modelo más vendido en España. Salvo catástrofe de última hora que no se espera, el Arona va camino de convertirse en el primer SUV que sea el modelo más vendido en nuestro país (con notable ayuda de las ventas al alquiler, todo sea dicho).
Respecto al modelo primigenio, tiene cambios estéticos acertados tanto por fuera… pero sobre todo por dentro. Ganó mucho equipamiento, lo que hace que, sin ser el más económico, triunfe en ventas. Su lastre es sin duda no contar con un mínimo de electrificación en su grupo propulsor, un detalle que puede que lastre sus ventas a medio plazo… pero es entonces cuando debería llegar la siguiente generación.
Galería de fotos: