En coches.com adoramos los productos que vendemos. Muchos de nosotros establecemos vínculos especiales con algún vehículo, lo mimamos, restauramos y mejoramos sin pensar en absoluto en lo rentable o no de nuestras decisiones.
Pero también somos realistas. Para la gran mayoría de consumidores, tener un coche no es un capricho o un hobby, sino una necesidad. Eso no significa tampoco que no puedan disfrutar de su coche ni que lo mimen como a un miembro de la familia. Sin embargo, el tiempo pasa y los kilómetros recorridos hacen mella, provocando achaques de todo tipo y desgaste, incluso en en el vehículo mejor cuidado.
Un coche llega a su fin cuando su valor venal aún es suficiente como para venderlo y recuperar algo de la inversión, pero sus prestaciones de consumo, confort y estética son muy inferiores al coche nuevo que eres capaz de pagar. Más tarde o más temprano, llega el momento de tomar una decisión: ¿reparar el coche o comprar uno nuevo? Hemos realizado una guía en diez pasos para que tomar tu decisión resulte un poco más fácil.
1. Precio de las reparaciones
Lógicamente, cuando las reparaciones o el mantenimiento cuestan más que el valor venal del coche vale la pena comprar uno nuevo. Sabrás que ya llegado la hora de deshacerse del coche cuando empiezas a sumar euros en un goteo continuo de reparaciones (tampoco hay que ser un experto del motor para saber esto).
Debes tener en cuenta aquí es que los coches más viejos tienden a requerir reparaciones mayores y más costosas, como te contamos en el artículo sobre cuándo debes vender tu coche que, a partir del cuarto año, la puesta a punto se dispara debido a los mayores achaques derivados del uso y disfrute.
El mantenimiento preventivo de un vehículo de seis años cuesta dos veces más que el de uno de cuatro. En el caso de los mantenimientos correctivos, mientras el coste en uno de cuatro años ronda los 126 euros, el de uno de seis cuesta unos 243 euros más, según un informe de Audatex.
2. ¿Qué necesidades tendrá después?
Que acabes de arreglar el coche y ponerlo a punto no significa que está exento de reparaciones futuras. ¿Qué vendrá a continuación? No despilfarres tu dinero. Lo mejor es que un mecánico de confianza eche un vistazo al coche y que detecte problemas que se pueden dar a corto/medio plazo. Porque puede que te hayas gastado poco dinero ahora, pero si las estimaciones de la reparaciónes o el mantenimiento subirán, es posibel que estés muy cerca de tener que comprar un coche nuevo.
3. La seguridad
Desde la DGT no han parado de repetirlo útimamente, debido al envejecimiento del parque móvil español. Desde 2006 cada vez hay más vehículos de más de 10 y 15 años circulando por las carreteras españolas. Y no cabe duda de que los coches antiguos, incluso los mejor cuidados de ellos, han sufrido un desgaste con el paso del tiempo y no cuentan con las medidas de seguridad de los coches actuales.
Hay innumerables sistemas de seguridad que no deben faltar en tu coche. Los coches nuevos de hoy están equipadas con una gran cantidad de equipamiento de seguridad estándar, como airbags, el ABS o el control electrónico de estabilidad (el ESP es obligatorio desde 2011). Y muchos cuentan con sistemas de seguridad activa opcional, como el controlador del punto ciego, sistemas de advertencia de abandono de carril, alerta de colisión, alerta de somnolencia… Que seguro no están presentes en tu coche nuevo.
4. Consumos y gases
No cabe duda de que los fabricantes sabían cómo jugar con las pruebas de consumo y que los test que homologan el gasto de combustible eran cada vez menos representativos de las condiciones actuales de conducción. Los datos oficiales eran casi imposibles de igualar en una conducción real, de ahí que se introdujese el nuevo ciclo WLTP. Muy posiblemente las cifras que veías en las revistas de antaño eran casi imposibles de conseguir.
Además, los motores han evolucionado mucho y que, con una conducción eficiente, consumen mucho menos que los motores antiguos. Estos, además, cuentan con el hándicap de que, al final de su vida útil, es fácil que consuman o contaminen más (lo controlarán en la ITV cada vez más). Y esos problemas de consumo y de gases pueden requerir de costosas reparaciones de mantenimiento en motor y transmisión para corregirlos.
5. Saber cuánto vale tu coche
Saber lo que vale tu coche merece la pena. Antes de tomar la decisión de seguir adelante y pagar por las reparaciones en tu viejo coche, debes saber cuánto vale. Lo mejor es que eches un ojo a la sección de coches usados en coches.com y veas cuánto valen coches similares al tuyo. O realizar una tasación (gratuita, no hay que dejar ni siquiera el mail, con nuestro tasador de coches).
Una vez que tienes ese dato, una buena consejo general es la llamada «regla del 50%«. Cuando las reparaciones cuestan 50% de lo que vale su coche, es el momento de reemplazarlo.
Si es así, conviene que leas antes nuestros consejos para vender tu coche usado. Y luego toca pasar a la acción, sabiendo cómo preparar tu coche para venderlo. Es clave saber cuándo debes vender tu coche. Todo vehículo se deprecia con el transcurso del tiempo. En cuanto se matricula un coche vale un 18% menos. A partir de ahí continúa a un ritmo cercano al 10% anual durante sus seis primeros años de vida (la etapa en la que más suele utilizarse). Después se suaviza la pérdida de valor y cada año cuesta en torno a un 5% menos. A partir de los nueve años el vehículo ha perdido el 84% de su valor inicial y hay pocas diferencias de un año a otro.
6. Saber cuánto te costará tu próximo coche
Otro punto clave es saber cuánto costará tu próximo coche. Si tienes una idea del próximo coche que deseas comprar, lo mejor es ver en coches.com las mejores ofertas de coches nuevos en concesionario oficial.
Has de saber también que esos descuentos varían con el tiempo. Para controlar el mercado, puedes ver nuestros informes de precios, que actualizamos cada mes, de modo que puedas optimizar el momento de compra. Ten en cuenta también la cantidad que deberás financiar, en comparadores de financiación de coches. A partir de aquí, ten en cuenta estas dos reglas:
- Si el coste de reparación es más del 10% del precio del coche nuevo que buscas, cómpralo.
- Si el pago mensual de financiación es menor que el gasto anual previsto en la reparación de tu coche actual, planteáte la compra.
7. El factor de los costes del seguro
No es un factor determinante a la hora de decidir reparar el coche o comprar uno nuevo, pero debes tenerlo en cuenta a la hora de tomar la decisión. Así que haz los deberes y calcula la diferencia en los costos anuales de seguros. Es muy fácil y rápido con un comparador de seguros. Verás como los coches más potentes, deportivos y equipado suponen un desembolso anual en forma de seguro mucho mayor. Además, posiblemente tendrás que pasar de un seguro a terceros a uno a todo riesgo.
8. Atención a los incentivos
Atento a la financiación a tipo muy bajo o incluso al 0 % (no muy común hoy en día, todo sea dicho, pero a veces lanzan estas ofertas), puede ser conveniente olvidarse de la reparación y comprar coche nuevo. Pero si lo has mantenido religiosamente y no es necesaria ninguna reparación de importancia, puede que sea mejor no caer en la tentación de la oferta y mantener el coche por un tiempo.
Y, si eres autónomo o tienes una empresa puede que el renting de coches. Se trata de un contrato de arendamiento con numerosas ventajas económicas aunque te recomendamos que leas bien la letra pequeña del contrato de renting.
9. Cambios en tu vida
Hay diversos factores que indican que ha llegado la hora el cambio. ¿Ha aumentado o disminuido el tamaño de tu familia? ¿Realizas más o menos desplazamientos al trabajo o la escuela? ¿Ahora realizas actividades recreativas que requieren más espacio o capacidad? El hecho de que un nuevo vehículo se adapte mejor a tus nuevos hábitos es clave para decidir cambiar de coche.
10. ¿Cansado de tu viejo coche?
No podemos negar el componente pasional e irracional del hombre (no solamente con el coche). Puede que tu decisión de cambiar se deba a que ya no estés a gusto con lo que tienes.
Que hayas cambiado de trabajo y que, a pesar de que tu coche viejo puede servirte, quieres darte un capricho y estrenar nuevo coche. O llevas tiempo pensando cambiar de coche… En estos casos, si tu situación económica lo permite y ves una buena oferta, cambia de coche. Que todos somos humanos.