Si hay un todoterreno que parece haber bebido de la fuente de la eterna juventud ese es el Mercedes Clase G. Se trata de un 4×4 auténtico, uno de los coches más antiguos que aún se fabrican, al que no afectan ni un ápice las modas de SUV y todocaminos… y ni siquiera el cambio de denominación en los productos de Mercedes. Es lo que tiene ser el jefe, la auténtica referencia del lujo con capacidades offroad puras (con permiso del Range Rover).
Quien pudiera pensar que el todoterreno sería víctima, como el Defender, de las normas anticontaminación y procesos productivos obsoletos, se equivoca. Se ha confirmado ya todoterreno por excelencia de Mercedes, seguirá en fabricación hasta 2022 por lo menos. Lo construye Magna International, la empresa que mantiene un acuerdo de montaje de estos coches desde el inicio desde su ya larga historia, hace 36 años.
En 2013 se modernizó la planta de montaje de 63.000 metros cuadrados. Con esta actualización se amplió la capacidad de producción de la planta y se optimizó la ergonomía en los puestos de trabajo. Con ello, Graz ha conseguido el volumen de fabricación más alto hasta ahora para los Clase G. Era obvio también que se mejorase el producto y aquí está la renovación de un coche, que continúa siendo fiel a su esencia. El inicio de la comercialización del Clase G 2015 se producirá el próximo verano.
Es así que el Mercedes Clase G 2015 apenas cuenta con novedades estéticas. Observamos nuevos pasos de rueda y por unos paragolpes rediseñados. Cambian los diseños de llantas de aleación en algunas versiones, con instrumentaciones específicas en función del modelo: Por supuesto, incorporas e incorpora una nueva gama de colores para la carrocería muy llamativos.
Mercedes Clase G 2015. Motores
Las mayores novedades llegan en el apartado mecánica. Recibe el motor 4.0 V8 biturbo que emplea, entre otros, el Mercedes-AMG GT y que en el Clase G rinde 422 CV. Reemplaza al anterior motor 5.5 V8 de 387 CV, pero conserva su denominación G 500. También cambia la única versión diésel. Se mantiene la mecánica turboalimentada V6 de 3.0 litros de cilindrada, aunque aumenta su potencia de 211 a 245 CV, así como su par máximo, que alcanza los 600 Nm, por 540 de la anterior generación. La denominación se adapta a la nueva nomenclatura y en vez de G 350 BlueTEC, para a llamarse G 350 d.
Las dos variantes más potentes también tienen cambios. Por un lado, pasan a formar parte de la familia Mercedes-AMG, con lo que ahora se conocen como Mercedes-AMG G 63 y Mercedes-AMG G 65. El primero añade 27 CV más a su motor 5.5 V8 con dos turbocompresores, que ahora entrega 571 CV y 710 Nm de par y le permite pasar de 0 a 100 km/h en solo 5,4 segundos. El más potente, con su bloque V12 biturbo de 6,0 litros, mantiene inalterados los valores de potencia y par: 630 CV y 1.000 Nm.
Ambos modelos pueden incorporar un paquete de equipamiento que incluye, entre otros elementos, cuero de dos tonalidades en los asientos y la cubierta de la instrumentación, inserciones en fibra de carbono y unas llantas de 21 pulgadas.
Por último, la marca alemana también ha efectuado mejoras en el chasis y las ayudas electrónicas del Clase G 2015. En concreto, se ha modificado la suspensión, así como la programación del sistema antibloqueo de frenos ABS y del control de tracción ASR. En cualquier caso, la esencia de este modelo sigue intacta, con un robusto chasis de largueros y travesaños, suspensión con doble eje rígido, caja reductora y la posibilidad de bloquear los tres diferenciales.
Fuente: Daimler
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