Fue justo hace poco más de un año cuando salió a la luz la información oficial sobre el Audi SQ5, hecho del que os mantuvimos, como siempre, puntualmente informados. Pero parece ser que siempre tiene que haber por ahí alguna mente calenturienta a la que las preparaciones oficiales realizadas por los propios fabricantes no les parecen suficientes. Esto garantiza que preparadores como los germanos de ABT“hagan su agosto” (nunca mejor dicho) con estos “inconformistas”.
Esta firma, fundada por Johann Abt en 1967 y con sede en la ciudad bávara de Kempten, siempre se ha caracterizado por la calidad y el nivel prestacional alcanzado por sus preparaciones, que se ven reflejadas en sus participación en competición, por ejemplo en el espectacular DTM alemán donde su impresionante Red Bull Audi RS 5 DTM es pilotado por reconocidas figuras de la talla de Mattias Ekström o Timo Scheider. Actualmente ABT Sportsline es uno de los más reconocidos preparadores de las diferentes marcas del “todopoderoso” Grupo Volkswagen (Audi, Volkswagen, SEAT o Skoda) y su gama de accesorios abarcan casi todos los modelos.
Continuando con el mencionado Audi SQ5, baste recordar sus principales características para darnos cuenta de que no se trata de un SUV al uso y que sus prestaciones son “más que suficientes” para la mayoría: el propulsor es un V6 TDI de 2.967 centímetros cúbicos dotado de sistema de inyección common-rail y sobrealimentado mediante dos turbocompresores, gracias a lo cual alcanza una potencia máxima de 313 CV y un par motor de 650 Nm, entre 1.450 y 2.800 rpm. Con semejante potencial es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos o alcanzar una velocidad máxima, limitada electrónicamente, de 250 km/h, a pesar de sus más de 2 toneladas de peso.
Para alcanzar dichas cifras también aporta su “granito de arena” la optimizada caja de cambios Tiptronic de ocho velocidades, que puede ser utilizada manualmente tanto desde la palanca como desde las levas situadas tras el volante, y no podía faltar la alabada tracción total quattro, encargada de transmitir eficazmente dicho potencial al asfalto.
Y ¿en qué consisten entonces las modificaciones llevadas a cabo por ABT? ¿Cómo se puede mejorar un producto ya de por sí excelente? Se ha recurrido a las recetas “tradicionales”, es decir:
El propulsor ha recibido un “tratamiento” denominado ABT POWER que mediante un software exclusivo optimiza el sistema de gestión electrónica del motor a la vez que lo protege de las sobrecargas con lo que puede desplegar su máximo potencial sin problemas. Gracias a ello la potencia máxima sube hasta los 360 CV, mientras que el par se incrementa hasta los 700 Nm, proporcionando un rendimiento impresionante y uniforme en toda la gama de revoluciones.
Pero esta singular preparación no se ha circunscrito solo al apartado mecánico, ya que la estética también ha recibido una considerable “dosis de esteroides” con elementos especialmente diseñados para este modelo como una nueva parrilla y paragolpes delanteros, extensiones de guardabarros, faldillas laterales o un no menos espectacular alerón trasero, que le aportan una apariencia aún más masiva y deportiva de la que ya exhibía el modelo “de serie”
La conducción deportiva se ve notablemente beneficiada por la rebaja de unos cuantos centímetros del centro de gravedad, gracias a la adopción de unos muelles de suspensión ABT que, como no podía ser menos se ven acompañados por una amplia oferta de espectaculares llantas (modelos CR, DR y ER-C) con diámetros que varían entre las 20 y 22 pulgadas sobre las que se montan neumáticos de alto rendimiento, acordes con las prestaciones que es capaz de alcanzar este SUV. Además también se modifican elementos tales como las líneas de escape o los silenciosos, así como los frenos, con nuevos compuestos en discos y pastillas.
Así que si no quieres que tu Audi SQ5 se parezca como una gota de agua al de tu vecino y encima deseas “mojarle un poco la oreja” cuando os crucéis en la carretera no tienes más que recurrir a los especialistas de ABT Sportsline para lograr un producto realmente exclusivo y competitivo.
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