El Bugatti Chiron es el actual superdeportivo de la firma de Molsheim, aunque ya le va quedando menos. Mientras que están trabajando para lanzar un sucesor, que podría estar electrificado debido a la mano de Rimac, llegan las últimas ediciones especiales. Para terminar su vida comercial llega el Bugatti Chiron Profilée, un auténtico one-off que va a ser subastado el 1 de febrero de 2023 con fines benéficos y que tiene unas características únicas. Se toma como base al Chiron Pur Sport y se hacen modificaciones para mejorarlo en algunos aspectos.
Hay que recordar que el Pur Sport tenía como finalidad ser más eficaz en carreteras reviradas, aunque eso significase dejar un poco de lado esa velocidad punta que siempre había buscado Bugatti. Sin embargo, en este Profilée también se ha buscado la pureza y refinamiento del modelo original. Eso se traduce en prescindir del alerón trasero de grandes dimensiones del Pur Sport y recurrir a otras soluciones. Se ha incorporado un alerón al estilo cola de pato, pero con una abertura que deja pasar el aire por su interior.
Garantiza la estabilidad del Chiron a altas velocidades y ayuda a la refrigeración de su motor gracias a la presión negativa y dos túneles en la parte superior. En la parte delantera también hay cambios, pues cuenta con unas tomas de aire ensanchadas y un splitter frontal rediseñado para favorecer la aerodinámica. Aunque es cierto que sigue priorizando el agarre lateral y la máxima aceleración por delante de una velocidad máxima de récord. Para ello mantiene el W16 de cuatro turbos y 8.0 litros que se queda en 1.500 CV en vez de los 1.600 CV que consigue en otros como el Super Sport o el Centodieci.
Las prestaciones siguen dejando perplejos a la mayoría de humanos, pues el Bugatti Chiron Profilée es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,3 segundos, hace el 0 a 200 km/h en 5,5 segundos y se queda en unos nada despreciables 380 km/h de punta. Ya son 30 km/h más que el Pur Sport debido a los cambios aerodinámicos y a una relaciones de la transmisión un 15 % más largas. A nivel de chasis, también cambian los ángulos de inclinación de las ruedas y unos amortiguadores que son un 10 % más rígidos que los de un Chiron Sport.
La configuración es una de las cosas más peculiares del superdeportivo. La carrocería va en el color exclusivo Argent Atlantique que no está (ni estará) presente en ningún otro Chiron. Algunas partes van en fibra de carbono expuesta del color Bleu Royal Carbon. Las llantas también son específicas y los acentos son de aluminio. Lo mismo ocurre con el interior hecho a mano, que además es el primero en llevar un acabado de cuero completo. Está presente también en salpicadero, los paneles de las puertas y la consola central y se han necesitado 2.500 metros de tiras de cuero para realizarlo.
Los asientos del Bugatti Chiron Profilée son unos confort acabados en cuero Gris Rafale y Deep Blue, con el patrón acolchado «air parade», mientras que lleva el nombre de la edición especial en los paneles de las puertas. En definitiva, un modelo único que pasará a manos de un afortunado propietario que esté dispuesto a pujar por él en la subasta de RM Sotheby’s del próximo mes de febrero. Es de esperar que su precio supere por bastante los 3 millones de euros que costaba un Chiron Pur Sport antes de impuestos.
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