Uedelhoven Studios aún no es un gran nombre dentro de la industria automotriz, pero lo cierto es que es responsable de crear algunos prototipos para grandes marcas como el AI: ME de Audi, o el Prophecy y el elegante 45 de Hyundai. La empresa comenzó a trabajar en un prototipo para Bugatti en 2015, un ejercicio de diseño que bien podría haber llegado a la línea de producción, pero del que no hemos tenido constancia de su existencia hasta ahora. Este es el Bugatti Type 35 D.
El objetivo principal de los diseñadores germanos era mantener reconocible el coche de carreras más exitoso de la marca, y a diferencia del Baby II, este Bugatti Type 35 D es una versión a gran escala del susodicho. El prototipo tiene ruedas sin cubrir y elementos de la suspensión a plena vista, mientras que la forma de la parrilla del radiador sigue siendo reconocible como la de un coche de Bugatti, al igual que la pintura azul. Pero las proporciones son nuevas: es notablemente más largo y bajo que el deportivo del que toma inspiración.
Una mirada a los lados resalta muchas de las diferencias clave entre los vehículos de la década de los años 20 y 30 y los de la era moderna. Por ejemplo, las ruedas y los neumáticos son mucho más anchos, y diversas piezas del conjunto están hechas en fibra de carbono, como los faldones laterales o el prominente difusor de la zaga que ayuda a pegar el coche al asfalto. No hay forma de estar seguro de las dimensiones del Bugatti Type 35 D, pero ciertamente parece un poco más grande que el coche original (3.680 mm de largo y 1.320 mm de ancho).
En el interior, tanto el conductor como el pasajero pueden disfrutar de un espacio minimalista y lujoso, acorde con lo visto en otros modelos de la marca como el Veyron o el Chriron. Todo el habitáculo se forró en piel de vaca de primera calidad, conjugándolo con madera y más fibra de carbono. Asimismo, el piloto puede mirar un cuadro de instrumentos de inspiración vintage, con diales redondos, y un indicador de marcha engranada digital entre el reloj analógico que hay bajo el selector del cambio y el botón de arranque/parada del biplaza.
Ahora bien, lo que impulsa al prototipo es un misterio. El Bugatti Type 35 original acogió en su vano el propulsor de ocho cilindros en línea de 2.0 litros del Type 29. Con un árbol de levas en cabeza (SHOC), este motor podía subir hasta las 6.000 vueltas para emanar 90 CV. No es mucha potencia para los estándares actuales, pero era una cifra inaudita para un coche de finales de la década de 1920. Sin embargo, sin ser particularmente potente, logró imponer vencer en más de 2.000 ocasiones gracias a su facilidad de conducción y fiabilidad.
“Este fue un proyecto iniciado por Walter de Silva para Volkswagen Konzern Design en 2015 y construido por Uedelhoven Studios. El Bugatti Type 35 D era puramente un concept car para ver lo que era posible hacer como marca. El equipo detrás de él consistía en varios diseñadores del Grupo Volkswagen, incluidos Alessandro Dambrosio, Stefan Sielaff, Tancredi de Aguilar y Klaus Süttner”, manifestó a Autoblog un portavoz del estudio de diseño alemán. No nos cabe la duda de que estaríamos encantados de verlo en las calles algún día.
Fuente: Uedelhoven Studios
Vía: Facebook
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