Ha habido pocas despedidas más duras que la del Ford Fiesta. El mítico utilitario del óvalo dejó de producirse el pasado año después de casi medio siglo de vida y siete generaciones a sus espaldas. Aunque llevaba a la venta desde 1976 y había conseguido comercializar 22 millones de unidades, eso no le salvó de la quema provocada por los SUV. Sin embargo, ahora se especula sobre su vuelta a la vida convertido en eléctrico a juzgar por los últimos rumores.
La firma americana está muy centrada en su creciente gama crossover y también en la electrificación. Ambas variables convergen en algunos modelos recientes como el Explorer o el Capri, mientras que también llegará una variante eléctrica del Ford Puma. A medio plazo quieren ampliar la familia y están desarrollando la plataforma «Skunkworks», que es para sistemas de propulsión eléctricos y que podría desbloquear algunos modelos más asequibles como este futuro sucesor espiritual del Fiesta.
En los últimos tiempos se ha hablado mucho sobre el eléctrico asequible que pueda romper algunas barreras como la de los 25.000 euros. Ford siempre ha sido una firma generalista que hasta ahora había estado en la lucha por ese coche barato. Sin embargo, los últimos lanzamientos están más enfocados en un nivel superior, tanto por tamaño como por precio, algo que quieren cambiar de cara a futuro. La nueva arquitectura sería la solución para una reducción de costes y dar vida a la próxima generación del Puma y otros modelos.
Sin embargo, tendremos que esperar. El primer modelo con dicha plataforma llegará primero a Estados Unidos, con fecha de lanzamiento entre finales de 2026 y principios de 2027. Lo más probable es que utilice baterías de litio ferrofosfato (LFP), de menor coste, como el nuevo Explorer. También hay dudas sobre el uso del nombre Ford Fiesta en el modelo. Tendría sentido siguiendo la tendencia de la marca a mantener o recuperar denominaciones míticas. En todo caso, todavía habrá que esperar para comprobar en qué queda el asunto.
Fuente: Autocar