Aunque McLaren es una marca con una enorme tradición en el mundo del motor, lo cierto es que no llevan demasiado tiempo haciendo modelos de producción. La historia de la marca comienza con Bruce McLaren y su recorrido en la Fórmula 1 (que todavía sigue presente), teniendo un primer intento de coche de calle a finales de los 60 con el McLaren M6GT. Aunque la gloria llegó unos años después con el mítico McLaren F1, que sería el superdeportivo de referencia en la década de los 90.
Su producción acabó en 1998 y tuvo que pasar más de una década para que McLaren volviera a los deportivos de producción y, esta vez, para quedarse. En 2010 se fundaba McLaren Automotive como marca independiente para cumplir ese objetivo. Un año más tarde, se asentaban en el McLaren Production Centre (Woking) y lanzaban su primer modelo de la nueva era: el McLaren MP4-12C. El ejemplar con motor V8 nacía para hacer frente a modelos de marcas como Ferrari o Lamborghini.
Después del éxito de este primer modelo que estaba disponible tanto en carrocería coupé como en la descapotable Spider, llegó uno que marcó tendencia. El McLaren P1 era el primer superdeportivo híbrido del mundo y se convertía en uno de los más rápidos del momento con sus casi 1.000 CV de potencia. Desde entonces, la ofensiva de producto ha sido intensa, renovando por completo las Super Series con el McLaren 650S e introduciendo las Sport Series con el 570S.
En diciembre de 2016 conseguían el hito de las 10.000 unidades y ahora, apenas un año y medio más tarde, logran otro importante. McLaren ya ha alcanzado las 15.000 unidades producidas tras batir su récord de ventas el pasado 2017 con 3.340 coches vendidos. El motivo principal es el lanzamiento de los 570S Spider (una unidad en Curacao Blue ha marcado el nuevo hito) y McLaren 720S, además del exclusivo McLaren Senna.
Que se haya conseguido ese incremento en la producción se debe a que en 2016 se añadió un segundo turno en la fábrica de Woking para conseguir doblar la producción. Se pasó de hacer unos diez automóviles al día a las 20 unidades diarias en la actualidad. Puede parecer poco para cualquier fabricante generalista que hace miles de coches cada día, pero es una cifra significativa para una marca como McLaren. El siguiente objetivo es el de producir 5.000 unidades al año, según el plan de negocio Track22.
Fuente: McLaren