La semana pasada recibimos la aciaga noticia sobre la muerte de Peter Horbury. Este británico nacido en 1950 fue uno de los diseñadores más importantes del siglo XXI, aunque no sea tan reconocido como otros personajes. Descrito por sus allegados como alguien tranquilo y discreto, fue quien ayudó a poner a Volvo en el mapa gracias a sus acertados diseños. También trabajó en otros fabricantes e incluso en otras áreas, pues creó motocicletas, camiones, autobuses y todo tipo de prototipos. Vamos a hacer un repaso a su vida y a su aportación al diseño automotriz.
Después de sus estudios universitarios de Diseño Industrial y máster de Diseño Automotriz, en 1977 comenzó su carrera en Chrysler, donde no pasaría mucho tiempo. Aunque colaboró para hacer el Chrysler Horizon, lo cierto es que ya estaba trabajando para Ford cuando lo presentaron. Allí estuvo un par de años, con los primeros bocetos del Ford Sierra. En 1979 firmaría con Volvo para embarcarse en un viaje de seis años en Suecia y en Holanda en los que daría vida al Volvo 480, considerada como su primera gran obra.
Aunque Horbury echaba de menos su hogar y fichó por la empresa británica, MGA Developments, que era una consultora independiente de diseño. durante esos cinco años estuvo haciendo proyectos para BMW, Ford, Mercedes o Rolls-Royce; entre otros. Aunque lo cierto es que había dejado huella en Volvo y la firma sueca le contactó para que volviera con ellos. Le ofrecieron ser el Jefe de Diseño, algo que no pudo rechazar. Eso fue en 1991 y bajo su mando se hicieron productos realmente importantes. Comenzó con el prototipo ECC Concept para marcar la hoja de ruta de la marca.
De esta forma acuñó el lenguaje de diseño de la marca y daría vida a modelos como los S40 y C40 de 1995, el C70 de 1997, el S80 de 1998, el V70 del 2000, el S60 de 2001 o el primer XC90 de 2003. También supervisó el resto de trabajos dentro de la marca y algunos lavados de cara. En esa época hubo unos años en los que Volvo formaría parte de Ford, junto con marcas como Aston Martin, Jaguar y Land Rover. A Horbury también le correspondería la tarea de controlar los diseños de varios coches de otras marcas desde su puesto de Director de Diseño de Premier Automotive Group.
Su talento le hizo ganarse el ascenso a Director Ejecutivo de Diseño de Ford en América, con la misión de renovar el lenguaje de prácticamente todos sus modelos. Llevó a cabo una estrategia agresiva para triunfar con algunos como los Ford Fusion de 2006, Ford Focus de 2008 o Ford Taurus de ese mismo año; además de crear los Lincoln MKS, MKT, MKZ y MKX para dar una personalidad más marcada a los premium. Aunque en 2009 volvería a Volvo, ahora como Vicepresidente de Diseño en reemplazo de Steve Mattin.
En su vuelta a Volvo creó el Universe Concept y al poco tiempo se encontró en medio de una época de cambios. Fueron comprados por Geely, quienes confiaron en él por su trabajo más que probado a lo lardo de los años. Pasó a ser Vicepresidente Senior de Diseño para supervisar todas las marcas del conglomerado chino. Eso incluía algunas como la propia Geely, Lynk&Co, Proton o Lotus; además de Volvo. En su última etapa, ya con 71 y sin intención de jubilarse, le dejaron como Vicepresidente Senior de Diseño «sólo» de Lotus, para centrar sus esfuerzos en la marca de deportivos en plena evolución.
En este tiempo estuvo muy pendiente del diseño de los modelos que cambiarán la marca para siempre gracias a la incorporación de la electrificación. Estuvo supervisando el trabajo de otros diseñadores y fue clave su papel como vínculo entre Lotus y la matriz, pues no hay que olvidar el peso que había tenido para Geely en los años anteriores. De hecho, Horbury falleció durante uno de sus viajes a China a sus 73 años. Un trabajador incansable que respiró diseño automotriz hasta su último aliento.