Fue en el mes de septiembre de 1965 cuando se presentaba en el Salón de Frankfurt el primer Porsche 911 Targa. No era un cabrio al uso, ni un coupé, pero como ellos pensaba en poder disfrutarse de la conducción a cielo abierto y de la conducción segura.
La idea de un targa (uno de tantos tipos de descapotables) era contar con un techo desmontable, una barra antivuelco y una ventana trasera (entonces de plástico) que podía bajarse. De ese modo era posible conducir con un techo cerrado, con el techo totalmente desmontado, con la parte central del techo quitada o simplemente bajando la ventanilla posterior.
La idea triunfó. Hasta el punto que todas las generaciones del 911 contaron con esta carrocería, que llegó a otros modelos como el Porsche 914 o el Carrera GT.
¿Por qué un Targa?
El mercado estadounidense demandaba descapotables. Era algo que siempre había ocurrido, pero lo novedoso es que las leyes de seguridad aumentaban los requisitos que debían cumplir para no suponer un peligro para sus ocupantes. Con el 911 Targa se solventaban y se ponía freno a todos los que pedían prohibir coches descapotables de cariz deportivo.
El nombre se eligió tras bucear en la historia de la marca en busca de éxitos deportivos. Uno de tantos lugares míticos era la Targa Florio, una competición que se desarrolla por carreteras sicilianas donde los de Stuttgart destacaron a mediados de los años cincuenta.
La idea original era llamarlo 911 Flori, pero Harald Wagner, responsable de Ventas planteó reducirlo simplemente a Targa. Este vocablo italiano también significa número de matrícula y parece que fue en el último momento, cuando se diseñaban los catálogos, cuando se aprovó definitivamente.
Primera generación (901). 1966
En agosto de 1965, Porsche presentó la propuesta de patente para el concepto Targa y, a partir de otoño de 1966, el modelo complementó al coupé de los 911, 911 S y 912.
A partir del verano de 1967, los Targa contaron con la opción de una ventana trasera fija y calefactable hecha con un cristal de seguridad, en lugar de la plegable de plástico. Esta solución pasa a formar parte del equipamiento de serie solo un año más tarde y se mantuvo sin cambios hasta 1993.
Segunda generación (930). 1973
La segunda generación del 911, la serie G, mantuvo la carrocería Targa. Como el modelo del que partía contaba con nuevos paragolpes con fuelle negro en los costados (cosas de la legislación estadounidense, no de los diseñadores, pues tenían que poder absorber impactos a 8 km/h sin que la carrocería sufriese daños).
El techo se mantuvo sin cambios, pero parecía otro pues la barra antivuelco de acero inoxidable cepillado podía ser en color negro. En estas fechas llegó el 911 Cabrio, allá por 1983, pero no pudo con el Targa, que siguió fabricándose incluso cuando finalizó la producción de la serie G en 1989.
Tercera generación (964). 1988
En otoño de 1988 llegó al mercado el primer Porsche 911 con tracción integral, el 911 Carrera 4 Type 964, además de las de propulsión. Los de Zuffenhausen conservaron las formas, pero en 85 % de las piezas del 911 eran nuevas en las tres carrocerías.
Los 911 Carrera 2 Targa y el 911 Carrera 4 Targa, fabricados hasta 1993, conservaron la barra antivuelco y la parte central del techo desmontable. En dos décadas se produjeron 87.663 unidades Targa de las tres primeras generaciones.
Cuarta generación (993). 1995
El Porsche 911 993 estrenó un diseño muy diferente a los anteriores… y claro, era de esperar que el 911 Targa coetaneo también fuese novedoso. Además de las aletas delanteras eran más anchas y planas, detrás ganaba anchura y se prolongaban en línea recta hacia atrás. Y el Targa cambió su silueta, al perder la barra antivuelco.
Su techo era de cristal tintado termoaislante e iba desde el marco del parabrisas hasta atrás, encajado en una estructura de seguridad longitudinal. Se dividía en segmentos corredizos y contaba con accionamiento elétrico para colocarse bajo el cristal trasero. ¿Por qué? Pues para eliminar ruido del viento y no perder la silueta del 911 coupé al conducir descapotado. Eso sí, no perdió la luneta trasera cónica.
Quinta generación (996). 2001
En 1997 se lanzaba la quinta generación del 911 con el Carrera Type 996, con el que llegaban los motores bóxer de seis cilindros refrigerados por agua. El 911 Targa se hizo esperar hasta diciembre de 2001 y mantuvo la solución del techo eléctrico, que era mayor, hasta los 1,5 metros cuadrados, entonces la mayor superficie acristalada en la historia de la marca.
Además, el nuevo Targa 996 fue el primer 911 con un cristal trasero que podía abrirse. De este modo era más sencillo acceder al maletero trasero, con 230 litros de capacidad.
Sexta generación (997). 2006
En septiembre de 2006 llegaba la sexta generación del 991 Targa, el Type 997. En principio, tenía el mismo diseño de techo Targa que su predecesor, pero ganaba una práctica cubierta trasera adicional. Realizada en un cristal especial, reducía el peso en 1,9 kg. Destacables las dos tiras de aluminio pulido de alto brillo en los bordes del techo.
En el apartado mecánico hubo un cambio notable: el 911 Targa pasaba a estar solo disponible en las dos variantes de tracción total: el 911 Targa 4 y el 911 Targa 4S, que se mantuvo en la puesta al día, el Porsche 911 Targa 2008, en el que se montó el revisado motor bóxer 3.6.
Séptima generación (991). 2014
En septiembre de 2011 se presentó la séptima generación del 911, en carrocería coupé y cabriolet. Hubo que esperar a enero de 2014 para conocer el 911 Targa.
Fue el modelo que estrenó una solución vanguardista sin perder de vista la tradicción. Como el 911 Targa original, contaba con la característica barra ancha en la zona de los pilares B, la ventana trasera envolvente sin pilares C y una sección de techo desplazable sobre los asientos delanteros… que por fin contaba con accionamiento eléctrico.
Esta versión tuvo una importante puesta al día, el Porsche 911 Targa 2016, con nuevo sistema multimedia, motores más potentes (ganaron 20 CV) y que además, gastaban un 12 % menos.
Octava generación (992). 2020
El Porsche 911 Targa 2020, unió los mejor del Porsche 911 (992) en formato coupé y de la variante descapotable: el 911 Cabrio. Aplicó los cambios de lka nueva generación, con la mítica barra antivuelco ancha y acabada en color plateado a modo de pilar B. La sección de techo sobre los asientos delanteros se pliega eléctricamente en apenas 19 segundos.
La gama mecánica inicial consta del 911 Targa 4, que exprime la mecánica bóxer biturbo de seis cilindros y 3.0 litros hasta los 385 CV y 450 Nm de par (un aumento de 15 CV respecto a su antecesor). Por encima está el 911 Targa 4S la potencia se eleva hasta los 450 CV y 530 Nm de par. Luego llegó el 911 GTS, con hasta 480 CV.