Hace unos años combustibles alternativos como el GNC se presentaban como la alternativa ideal para afrontar la subida de los precios de otros como el diésel o la gasolina. El gas natural comprimido nunca había gozado de la misma popularidad que el gas licuado de petróleo (GLP), pero hubo un fabricante que apostó mucho por él. Grupo Volkswagen desarrolló varias mecánicas bifuel para utilizarlo en un buen número de productos. Sin embargo, ahora nos preguntamos qué ha pasado con los SEAT de GNC, pues han desaparecido silenciosamente del mercado.
Las ventajas principales de este combustible estaban claras: su precio era muy inferior al de la gasolina y se obtenía la etiqueta ECO de la DGT. Sin embargo, los tiempos cambian y ya el pasado año reportamos una subida en los precios del GNC. Se perdía esa ventaja competitiva tan evidente y lo de la etiqueta pasaba a un segundo plano ahora que ya hay tantas versiones microhíbridas que consiguen la misma función. Eso se tradujo en una caída en ventas que ha resultado en una retirada por parte de la marca que más había apostado por estos coches.
En el pasado año 2022 apenas se vendieron 404 coches de GNC. Eso supone una reducción drástica del 64,72 % respecto al 2021. Y eso que en 2019 se vivía una especie de bonanza con las 5.476 unidades matriculadas que se registraron. Esa caída en ventas ha hecho que se deje de apostar por ellos y que SEAT directamente haya retirado del configurador los coches de GNC que le quedaban. Hablamos de los SEAT Ibiza, Arona y León en sus versiones TGI, unos coches que llevaban una inversión importante detrás y que se habían actualizado recientemente dejando dos versiones diferentes, los 1.0 y 1.5 TGI.
Parece que esa decisión viene determinada por el Grupo Volkswagen, que ya había ido abandonando el GNC paulatinamente en su marca principal, en Skoda o en Audi. Parecen estar centrados íntegramente en la electrificación de su gama y creen que al gas natural no le queda recorrido. Tiene mucho que ver la baja demanda por esos precios disparados, pero incluso si se hubiera mantenido la ventaja económica era la crónica de una muerte anunciada. Parece que el GLP sí que se mantendrá por un tiempo en otras marcas y en un mercado con poca penetración de la electrificación como el nuestro, pero en la próxima década nadie se acordará de estos combustibles.
Fuente: Motor.es