Si te dicen Cheker Marathon y no eres un apasionado de los coches, posiblemente no te suene de nada, pero seguro que has visto este coche docenas o cientos de veces si eres cinéfilo… ya que durante décadas fue el coche que se utilizó en la ciudad de Nueva York como taxi.
El taxi Checker Marathon fue el último de una serie de vehículos proporcionados por la empresa Kalamazoo desde 1922. A lo largo de 60 años, más de 250.000 taxis salieron de la línea de producción. La serie más famosa construida fue el A9, ligada a versiones civiles como el Superba o posteriormente el Marathon. Combinaba practicidad (eran tiempos en los que primaba la austeridad) ya que Checker decidió producir un taxi que fuese fácil de mantener a largo plazo. Por ese motivo, para facilitar el arreglo y la disponibilidad de piezas, no tuvo ni un rediseño… y gracias también a ello se convirtió en una especie de icono.
Su longevidad se debió también en parte al hecho de que el taxi Checker se utilizase en la ciudad de Nueva York… y así, en cualquier película ambientada en esa metrópolis, un sinfín de estos taxis aparecían en la pantalla. Así llegó a ser todo un icono de la Gran Manzana. Desde Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes al famoso Taxi Driver de Robert De Niro. o incluso Macaulay Culkin en Solo en casa… este taxi siempre estaba allí.
Checker cesó la producción del Taxi Marathon 1982 y poco a poco empezaron a desaparecer de las calles, a medida que se cambiaban las flotas, sustituidos principalmente por Chevrolet Caprice y Ford Crown Victoria. Hubo irreductibles que se resistieron al cambio, como Earl Johnson y su taxi «Janie», el que ves en estas imágenes.
Johnson adquirió a «Janie» en 1978 y durante sus 21 años juntos transportaron a miles de neoyorquinos, turistas y celebridades como Jacqueline Onassis, Muhammad Ali o Elizabeth Arden. Tras casi un millón de millas recorridas (y tres cambios de motor), el 26 de julio de 1999 «Janie» fue dado de baja oficialmente por la Comisión de Taxis y Limusinas, en una ceremonia en Times Square. El New York Times le dedicó un artículo el día después de su retiro, y «Janie» se vendidó en una subasta por una cantidad asombrosa, 134.500 dólares, en diciembre de 1999.
El actual propietario compró a «Janie» en 2006, que conserva el estado de cuando llevaba pasajeros en el pasado. En 2013 tuvo una profunda revisión mecánica a fondo y se reconstruyó la dirección el, sistema de la calefacción, frenos de tambor, nuevo diferencial trasero. El coche mantiene el motor de 6 cilindros en línea, que rinde 140 CV a 4.400 rpm, acoplado a una transmisión automáticas de tres velocidades. Se instaló también una nueva bomba de agua, termostato se ajustaron, manguitos del radiador, correas de ventilador, nuevo alternador, cableado… se habla de 12.000 dólares que costaron todas estas mejoras.
Pues ni con esta puesta a punto «Janie», el taxi del siglo XX por excelencia, alcanzó un precio alto. Se vendió el 31 de mayo en el Concurso de Elegancia de Greenwich por 7.700 dólares (6.803 euros). ¿Un montón de chatarra o un chollo que una vez restaurado alcanzará un precio desorbitado? Quien sabe
Fuente: Bonhams