Quien más o quien menos sabe que Tesla quiere revolucionar el mercado. No contentos con tener una berlina eléctrica fabulosa, el Model S, con una autonomía que saca los colores al resto de coches eléctricos a la venta, su siguiente paso ha sido poner patas arriba el mercado energético. Primero con su red de supercargadores, en los que ofrecen electricidad gratis para sus vehículos a lo largo de todo Estados Unidos y ya en bastantes países europeos. Luego con su batería para el hogar, un primer paso hacia la independencia energética de los clientes.
Lo que le está costando un poco más es «dinamitar» el sistema de distribución de vehículos. Ya te contamos hace un tiempo que la empresa californiana quiere pasar de los concesionarios y vender sus coches directamente al cliente final. Para ello cuenta con una serie de showrooms, donde muestra sus productos a la gente y desde donde se pueden realizar compras a la central de San Francisco. Pero saltarse las leyes de distribución de automóviles en algunos estados no está siendo tan fácil como cabría parecer y en la mayoría aún no se ha autorizado la venta de sus modelos (o limitan la presencia de la marca con leyes a medida).
La solución de la empresa dirigida por Elon Musk ha sido, cuanto menos, innovadora. El pasado fin de semana, Tesla desplegó por el país una serie de «concesionarios desmontables» en diversos estados de EE.UU., en un intento más de cambiar el estatus quo de la venta en concesionario tradicional.
Estos concesionarios consisten en una serie de estructuras desmontables y se basan en un trailer que se expande para formar un espacio de unos 60 metros cuadrados. Cuenta una minimalista oficina, un espacio para exposición con uno de sus modelos y otro pequeño espacio anexo para merchandising que también sirve de entrada. Tesla carece de una red de distribución propia, más allá de sus showrooms… y ahora estos expositores nómadas que sirven para promocionar un producto cuya compra sigue accesible a través de Internet.
Fuentes: Time, Jalopnik