Parece que ahora sí. En noviembre de 2010 la Asociación Española de la carretera dio el primer aviso: crear un bono de movilidad para recorrer las carreteras y que los usuarios financiasen los grandes costes que supone su mantenimiento. No se le dio mucha impotancia, pero, como dice el refrán, cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar… Poco después, Portugal implantaba peaje en algunas autovías (y un año después, en toda la red de autovías portuguesas).
Mientras esto ocurría en Portugal, aquí primero avisaba la DGT de esta posibilidad. Luego las principales constructoras avisaron de que era necesario para garantizar el mantenimiento correcto (en el que hoy en día suspendemos).
La semana pasada Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, daba el pistoletazo de salida a la privatización y pago de peajes de las autovías de la Comunidad Autonoma Madrileña. Por primera vez un político se significaba (con la pérdida de votos que eso puede suponer) y daba nombres de vías por vez primera: La M-45, que conecta la M-40 a la altura de Leganés con la M-50 a la altura de San Fernando de Henares (32,8 km), la M-511 que une la A-5 a la altura de Aluche con la M-40 y la M-501,que es la continuación de la M-511 yendo desde la M-40 hasta Brunete.
Parecía que el viernes el Gobierno iba a moverse en esa misma dirección tras el Consejo de Ministros, pero no ha dado el paso… todavía. Según la información publicada en varios diarios, el plan que estudia pasa por constituir un peaje reducido para que los usuarios sufraguen el coste de mantenimiento de los 8.361,5 kilómetros de autovías de titularidad del Estado donde la circulación es gratuita. El Ejecutivo ha destinado 873 millones en los Presupuestos para este concepto. ¿Qué más se sabe de ese plan?
- Actualmente existen en España 3.282,5 kilómetros de autopistas de pago. Casi todas son sufragadas por sus usuarios mediante el pago en peaje, pero 369,7 kilómetros los financian las propias concesionarias. Es una fórmula incluida en los últimos contratos, con los que se obliga a construir, explotar y mantener otras carreteras que no pagan sus usuarios. Se les llama peajes en la sombra y los tres ejemplos de Madrid son así. En lugar de pagarlas solidariamente entre todos, solo las pagarían los usuarios de la vía.
- Los camiones y transportes pesados quedarían exentos.
- La recaudación que pueda conseguir el Gobierno mediante la generalización de los peajes en toda la red de carreteras de alta capacidad dependerá de la tarifa que se aplique y de vehículos gravados, pero se ingresarían entre 1.800 y 3.500 millones de euros.
- La patronal de concesionarias Aseta estima que las autopistas de peaje generan en torno a 330 millones de ingresos para el Estado, en concepto del 18% del IVA que grava las tarifas.
- La implantación de los denominados peajes blandos acarrearía una serie de inversiones de carácter técnico, como la instalación de un sistema de dispositivos en las carreteras en que se deberá pagar que no podría estar operativo en menos de un año. Entre las fórmulas que baraja Fomento para cobrar estos nuevos peajes están la instalación de arcos inteligentes, la implantación de un céntimo en las gasolinas o la venta den los estancos de las denominadas viñetas (pegatinas que se insertan en la luna del coche para circular por las vías sin ser sancionado).
- También podrían ponerse en marcha peajes en carreteras menores podría incentivar el uso de autopistas, aquejadas por una caída del tráfico medio como consecuencia de la crisis económica.
- ¿Llegarán a implantarse peajes en el centro de las ciudades?
Desde luego, se haga lo que se haga, parece que será un nuevo golpe al uso del coche, cuando en realidad, los automovilistas ya aportan anualmente hasta 25.000 millones vía impuestos (carburantes, matriculación, circulación…). Los usuarios ya protestan por unos peajes que consideran abusivos, ya que el uso de un vehículo particular supone ya pagar la utilización de esas vías. ¿Habría entonces que repensar la política de infraestructuras? Aunque esto es un poco como ponerle el cascabel al gato… por que ¿quién será el primero que renuncie a esas inversiones en su territorio?
Fuentes: El País, EFE, RTVE