Cuando en 2016 se lanzó el primer Toyota C-HR pocos pensaban que tendría un éxito semejante. Pero combinar un propulsor híbrido y la carrocería SUV de tamaño contenido era justo lo que muchos buscaban. En 2020 llegó la puesta al día (con una segunda motorización híbrida) y ahora el Toyota C-HR Prologue adelanta, en forma de prototipo, la segunda generación del SUV híbrido.
No dudamos de la marca cuando dice que el diseño del modelo de producción será muy similar. Porque se parece al bZ4x… y porque el anterior C-HR Concept también cumplió lo que prometía después.
Esto nos deja con uel lenguaje de diseño que la marca define como Hammerhead (tiburón martillo), con faros muy estrechos y una parrilla muy prominente. Puede que detalles como que carezca de retrovisores al uso no lleguen a producción, pero quizá sí las manillas de las puertas enrasadas con la carrocería, ambos detalles para mejorar la aerodinámica. Ha sido diseñado en Europa, más concretamente en el estudio ED2 del sur de Francia, donde también se fraguó la primera generación.
Nos ha llamado la atención los voladizos tan cortos, menores que el actual. Eso redundará en un habitáculo más amplio, que es uno de los problemas del modelo actual. Y precisamente de ello presume Toyota en su comunicado.
Lo más interesante, su propuesta mecánica… que no conoceremos hasta la llegada del modelo. Se ofrecerá como híbrido (posiblemente con alguna –o las dos– de las mecánicas del Toyota Corolla 2023 y también como híbrido enchufable (empleando quizá la misma mecánica del Prius 2023. Y un detalle que no nos parece menor: las baterías del modelo PHEV serán ensambladas en territorio europeo.
Fuente: Toyota
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