Volvo ya no oculta que pretende mirar de tú a tú a las grandes marcas premium europeas. El lanzamiento del Volvo XC90 2015 (ver prueba) supuso el despegue y el inicio de su futura gama que estructurará en tres familias. Pero faltaba algo, los modelos de altas prestaciones que, si bien no suponen un gran volumen de ventas, sí un extra de imagen y demostrar hasta dónde son capaces de llegar sus ingenieros.
De eso se enargará Polestar, el departamento que compró en 2015 para hacer frente a los Audi S/RS, a los BMW M o a los Mercedes AMG. Sus primeros productos serán los nuevos Volvo S60 Polestar y Volvo V60 Polestar, dos berlinas de altos vuelos, la primera con carrocería de cuatro puertas y la segunda con una carrocería familiar.
Estos nuevas versiones deportivas versiones se venderán en 47 mercados, entre ellos España (los anteriores se vendían solamente ahora en 13). Para abastecer su demanda, la producción pasará de 750 a 1.500 unidades anuales. Su gran baza se encuentra bajo el capó: un motor 2.0 con turbo y compresor que genera nada menos que 367 CV. Listos para enfrentarse a rivales de la talla del Audi S4 2016 (354 CV), BMW 340i (326 CV) o el Mercedes-AMG C 43 4Matic (367 CV).
Los anteriores S60 y V60 Polestar 2013 se movían gracias a un propulsor 3.0 sobrealimentado de seis cilindros en línea, que generaba una potencia de 350 CV y un par máximo de 500 Nm. Ahora, se opta por un bloque de dos litros y cuatro cilindros derivado del que emplea el Volvo XC90 T6, con turbo y con compresor y que genera una potencia de 367 CV y un par máximo de 470 Nm. Son 186,4 CV/litro, muy cerca del 2.0 Turbo de los Mercedes-AMG A 45 4Matic con 381 CV de potencia.
Todo este caudal de potencia lo gestiona un nuevo cambio automático Geartronic de 8 velocidades (antes de seis relaciones), que envía la potencia a las cuatro ruedas. Así, el Volvo S60 Polestar acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, (el Volvo V60 Polestar necesita algo más, 4,8 segundos). Ambos alcanzan una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Y todo ello con consumos homologados razonables, de 7,8 l/100 km para la berlina y 8,1 l/100 km el familiar.
Polestar también ha puesto a punto el resto de componentes, ajustando la dirección y también la transmisión automática. Las suspensiones estrenan muelles y amortiguadores, firmados por Öhlins. Entre ambos consiguen ganar un 80% de rigidez comparado con las versiones R-Line. Los frenos también son específicos para estas versiones Polestar y delante ofrecen un equipo firmado por Brembo y compuesto por pinzas de 6 pistones y discos de 371 milímetros.
[vc_row][vc_column width=»1/2″][/vc_column][vc_column width=»1/2″][/vc_column][/vc_row]
El peso también se ha consegido rebajar 20 kilos respecto a las versiones convencionales (el S60 pesa 1.751 kilos y el V60 se queda en 1.796 kilos). Para ello estrenan algunas piezas fabricadas en carbono y también unas llamativas llantas forjadas de 20 pulgadas que cuentan con neumáticos Michelin Pilot Super Sport en medida 245/35. El sistema de tracción total AWD es el que suele utilizar la marca en sus vehículos 4×4, que también ha sido revisado por Polestar para ganar dinamismo sin comprometer la seguridad característica de todos los modelos del fabricante sueco.
Además de ganar deportividad en el exterior, en el interior de las versiones Polestar encontramos unos asientos deportivos, molduras específicas, relojes en color azul… Las levas del cambio y los pedales son metálicos, y contribuyen a transmitir al conductor de lo que son capaces estos modelos con potencia para dar y tomar.
Fuente: Volvo
Galería de fotos: