BYD es una de las marcas de moda. Tras arrasar en China con vehículos enchufables, su misión ahora es llenar los mercados occidentales de coches eléctricos. Empezó atacando por arriba, con los BYD Tang y BYD Han, modelos grandes y con excelentes acabados. Luego asaltó al segmento compacto, con los BYD Atto 3 Y BYD Dolphin. Y ahora, casi sin poder digerir tanta novedad, llega el coche que concentra todos sus conocimientos e innovaciones, el BYD Seal.
Antes incluso de iniciar su comercialización se convirtió en el primer coche chino de la historia en ser candidato a coche del año en Europa 2024. Todo un hito. ¿Lo conseguirá? Eso lo sabremos en el mes de febrero, pero desde luego su nominación no es fruto de la casualidad. Tiene innovaciones técnicas para enfrentarse a Tesla Model 3… y no morir en el intento.
Todo el mundo lo señala como el principal rival del coche eléctrico de referencia. Tiene un precio de partida de 46.990 euros, sin descuentos, ligeramente por encima del Model 3. Fuimos a conocerlo mejor en su presentación nacional y recorres los primeros km con él para ver si es tan “revolucionario” como nos lo pintan desde la marca:
Exterior
Tras el Dolphin, el Seal es el segundo modelo que toma el nombre de animales marinos. Foca, en inglés. Yo soy más de nécora, pulpo o percebes, ahí lo dejo, responsables de marketing de BYD. Pero dejémonos de caralladas y permitidme que analicemos un poco su diseño.
El frontal nos encontramos con capó que acaba muy bajo y tiene unas formas redondeadas para mejorar la aerodinámica. Anuncia 0,219 Cx, una cifra muy buena. Me gustan las luces de conducción diurna, con un diseño poco habitual y ubicadas en las tomas de aire laterales. Los intermitentes se integran en las ópticas principales más arriba, pero son algo finos.
Si lo vemos desde el lateral, llaman la atención las llantas bicolor de 19 pulgadas de serie o las manetas enrasadas con la carrocería, que salen cuando te acercas al coche. Y ojo a sus proporciones, con una distancia entre ejes enormes y pocos voladizos, lo que augura una gran habitabilidad y hace que el coche parezca más pequeño de lo que realmente es.
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Y es que el BYD Seal mide 4.800 mm de longitud, de los que casi tres metros (2.920 mm) corresponden a su distancia entre ejes. Es bastante ancho, pues se va a los 1.875 y bajo, levanta 1.460 mm del suelo.
Estas medidas hacen que sea más corto que el Hyundai Ioniq 6 que pasó por nuestra sección de pruebas y ligeramente más largo que un BMW i4. El Tesla Model 3 es 8 cm más pequeño.
MODELO | Longitud |
BYD Seal | 4.800 mm |
Tesla Model 3 | 4.720 mm |
BMW i4 | 4.783 mm |
Hyundai Ioniq 6 | 4.855 mm |
En la zaga siguen las líneas muy fluidas. Destacan las dos ópticas, unidas por la típica luz transversal y una iluminación interna con pequeños puntos de luz. En la parte baja, un difusor que le da una imagen bastante deportiva. Un anagrama delata a la versión que conduces: 5,6S o 3,8S, en función de su capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h.
Interior
Aviso a navegantes: los coches eléctricos no tienen por qué ser espartanos. Así lo pienso yo y así lo piensan en BYD. Buenos acabados en general, tanto en el salpicadero, con partes de piel sintética y microfibra, que se repiten en puertas. Solamente plásticos duros en las partes más bajas. No hay visos del ahorro extremo que vemos en la mayoría de fabricantes generalistas cuando les toca fabricar vehículos eléctricos.
Bien de acabados y también de pantallas. En el centro del salpicadero, la del sistema multimedia, de 15,6 pulgadas como la que vimos en la prueba del BYD Atto 3. Como es habitual en la marca, puede rotar para colocarse de manera horizontal o vertical. Los gráficos son buenos y el funcionamiento muy fluido.
Se suma una segunda pantalla detrás del volante, un cuadro de instrumentos de 10,25 pulgadas, que muestra bastante información y de modo bastante claro. No tiene gráficas diferentes en función del modo de conducción que uses, simplemente indica en cuál vas. Se suma un Head-Up Display que muestra información básica en el parabrisas. En este aspecto bate por goleada al Model 3.
El volante presenta un aro bastante ancho y está achatado en su base. Tiene bastantes botones y me ha gustado que puedes desde él variar el caudal del aire y la temperatura. Una idea que no conocía pero que me resultó más cómoda que usar la pantalla central. Y es importante, ya que no puedes variar con facilidad la dirección desde las toberas… para eso hay que moverse por los menús de la pantalla central.
Hay también algún acceso directo a la climatización en los botones de la consola, rodeando una palanca de cambios transparente, al más estilo Volvo, junto a dos ruletas, una para el volumen y otra para los modos de conducción. En esta zona tenemos una zona de carga inalámbrica para dos móviles y zonas de carga bajo el reposabrazos central y en la parte inferior. La marca habla de hasta 20 huecos para dejar objetos en el habitáculo.
Buenos asientos los delanteros, en piel sintética pero que resulta muy agradable al tacto y la zona central perforada. Tienen los reposacabezas integrados y, hablando de cabeza, hay un espacio soberbio para ella, un coche perfecto para conductores altos.
Detrás nos encontramos con un espacio para las piernas muy bueno, algo que esperábamos tras ver el dato de la distancia entre ejes. Eso sí, es complicado meter bien los pies bajo el asiento delantero y la banqueta va algo baja, algo habitual en los eléctricos ya que tenemos las baterías bajo el piso. Si montas el techo panorámico de cristal de 1,3 metros cuadrados ganarás también luminosidad y más amplitud.
Acabados muy buenos también en asientos y puertas. Contamos también con tomas USB y USB-C tras una pequeña tapa y salidas de climatización. Un tercer ocupante no irá demasiado cómodo. No por anchura, que no está mal y tampoco porque hay un túnel central, sino porque su asiento no tiene forma ya que ahí se esconde un reposabrazos.
Maletero
El maletero del BYD Seal anuncia 400 litros de capacidad. Se accede mediante una tapa clásica, que da acceso a un espacio más profundo que alto. Bajo el piso contamos con un doble fondo. Sin duda, un coche en el que se ha primado las plazas traseras al espacio para el equipaje.
No es el único ya que bajo el capó delantero contamos con un hueco de 53 litros de capacidad.
Motor
Hay dos versiones mecánicas en la gama inicial:
- Design: la básica, con un motor en posición posterior de 313 CV de potencia (230 kW) que se envían al eje trasero y anuncia una autonomía de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos.
- Excellence: Suma un propulsor en el eje trasero para tener tracción total y 530 CV de potencia (390 kW). Y alcanza los 100 km/h desde parado en 3,8 segundos.
Las dos tienen una batería de 82,5 kWh de capacidad neta con la que homologan 570 y 520 km de autonomía según el ciclo WLTP.
Se trata de una batería LFP. Eso tiene cosas buenas, como un menor coste, no emplea materiales contaminantes y escasos como el cobalto, son más estables ante accidentes y duran más. La pega es que suelen ser más pesadas y no carga tan rápido como la baterías NMC al trabajar con menor voltaje. Eso sí, admite cargas en corriente alterna de hasta 11 kW y rápidas de hasta 150 kW en corriente continua, casi el doble que el Atto 3. Así puede pasar del 30 al 80 % de su capacidad en 26 minutos.
Comportamiento
Calificaría al BYD Seal de berlina deportiva. Por potencia, por postura de conducción y lo bien que gana velocidad, incluso partiendo de velocidades elevadas. Quizá falla en la dirección, muy directa y precisa, pero también muy asistida, aunque en el modo Sport se endurece un poco.
Sorprende lo bien que gestiona tanta potencia (control de tracción iTAC) y el aplomo. El coche se ha realizado sobre la plataforma 3.0 y no faltan las BYD Blade, esas baterías con estructura en láminas, que las hace compactas y fáciles de refrigerar. Ahora, con el Seal llega la tecnología Cell to Body: no se insertan en el chasis, sino que las baterías sean parte estructural del coche, ganando en hasta un 70 % en rigidez torsional… y con ello en agilidad y seguridad.
Como BYD diseña casi todos los componentes de sus coches, además de integrar la batería en la estructura, integración todos los elementos de toda la propulsión eléctrica en un único conjunto 8 en 1: Motor, transmisión, unidad de control, sistema de gestión de la batería, inversor, unidad de distribución de potencia, convertidor de corriente DC-DC o el cargador de a bordo. Así se consigue un 89 % de eficiencia. Y al usar software propio puede actualizarse todo el sistema a la vez.
Todos estos elemementos ayudan a tener un centro de gravedad más bajo. Y con una suspensión muy elaborada, paralelogramo deformable delante y eje multibrazo detrás, como el Giulia. Si eliges la versión de tracción total, tendrás suspensión adaptativa con dos niveles de dureza.
No hemos medido consumos en la prueba de contacto. Homologa en su versión básica 16,6 kWh/100 km, que no está mal para un coche de 2055 kg de peso, cifras que se elevan a 18,8 kWh/100 km en el más potente, que alcanza 2.185 kg). Ayuda la bomba de calor de serie. Tiene dos modos de regeneración de energía, pero incluso en el más capaz, solo se notan diferencias grandes a altas velocidades.
Por lo demás, coche confortable, con una buena insonorización del habitáculo, gracias en parte a los cristales dobles en las ventanillas. De hecho diría que lo más desagradable en ese sentido es el sonido de advertencia a peatones que suena a baja velocidad. Y me va a tocar oírlo cuando pare a ver las conclusiones.
Opinión coches.com
La primera toma de contacto con el BYD Seal deja buen sabor de boca. Ofrece buen rendimiento no solo en potencia, también en tacto de conducción. El interior es amplio y con buena calidad de acabados y la autonomía anunciada, razonable.
¿Debe temer Tesla? Los americanos ofrecen mayor autonomía, gracias en parte a que el Model 3 es un coche más ligero. También mayor capacidad de carga rápida y la red de supercargadores, que te quita el miedo a hacer viajes largos en eléctrico.
¿Alguna pega? Creo que les toca afinar un poco los asistentes a la conducción, que no están al nivel de las capacidades del coche. También peca de poca capacidad de maletero… y debe vencer el miedo a una marca poco conocido.
A tirar esa barrera ayudará su precio competitivo, algo superior al Tesla pero posiblemente justificado por esos acabados mucho mejores. A esa cifra inicial de 46.990 euros has de descontar ayudas públicas (Moves III y 15% de desgravación en el IRPF) y descuentos de lanzamiento… y se queda en ¿Qué todavía dudas? Seis años para el conjunto del coche y ocho para la parte eléctrica.
- Buen rendimiento en potencia y en tacto de conducción
- Interior es amplio, con buena calidad de acabados
- Autonomía anunciada razonable para viajar
- Asistentes a la conducción lejos de las capacidades del coche
- Poca capacidad de maletero
- Debe vencer el miedo a una marca poco conocida
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