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Mario Nogales

Ford Fiesta 1.0 EcoBoost MHEV 125 CV, a prueba: con los pies en la tierra

El Ford Fiesta es un auténtico icono del motor. Muy pocos tienen el privilegio de poder decir que llevan más de cuatro décadas en el mercado. Menos aún que hayan conseguido vender más de 18 millones unidades a lo largo de su historia. Y aquí tenemos a la última actualización de la octava generación del Fiesta, que recibe ligeros retoques a nivel estético, en su equipamiento y en su gama mecánica. Ya está disponible desde 19.756 euros y te vamos a contar todos sus detalles a continuación.

En el Fiesta vemos una actualización comedida en la que no hay muchísimos cambios. Sin embargo, vemos cómo la marca del óvalo se centra en la electrificación de su bloque de gasolina y ofrece dos versiones Mild Hybrid que son muy aprovechables. Además, mantienen esa oferta por la personalización que hace que existan muchas diferencias a nivel estético entre los acabados Trend, Active, Vignale y ST-Line; teniendo a la versión ST como indudable tope de gama.

Exterior

A nivel estético se mantienen esas líneas tan características del Ford Fiesta, aunque con algunas modificaciones notables. En el frontal podemos ver una parrilla de generosas dimensiones colocadas en una posición bastante baja que recibe el logotipo. Es específica del ST-Line, pues cada acabado tiene la suya propia. También cambian los faros LED, que tienen una nueva firma lumínica y también los bordes en negro. El paragolpes ha sido rediseñado y consigue una imagen más deportiva. 

En general se podría decir que el Fiesta ha madurado ligeramente y que entra más por los ojos. Su paleta de colores recibe nuevos tonos para sumar hasta 10 opciones, al tiempo que hay más diseños de llantas de hasta 18 pulgadas. Ahora que fue retirada de la producción la carrocería de tres puertas, solamente nos queda esta cinco puertas con una silueta que no pierde atractivo gracias a las nervaduras de las puertas y a esa zaga tan llamativa.

La parte trasera del Ford Fiesta es reconocible y apenas recibe cambios. Comienza con un generoso spoiler de techo que va en el mismo color que el resto de la carrocería y continúa con un portón de pequeñas dimensiones. En esta zona se aprecian unos nuevos pilotos traseros LED más atractivos. El paragolpes se ensancha en la parte baja y deja a la vista una salida de escape. Sobra decir que el nombre del modelo y la versión están en los laterales del portón.

Se asienta sobre la misma plataforma que el modelo pre-restyling, aunque sus dimensiones han sido ligeramente modificadas por los nuevos paragolpes. El nuevo Fiesta se queda en una longitud de 4.069 mm, con la misma anchura de 1.735 mm y una altura de 1.484 mm. La distancia entre ejes se queda en 2.493 mm.

Interior

En el interior del Ford Fiesta hay una renovación demasiado discreta. De hecho, mi primera impresión es que se ha quedado algo obsoleto respecto a la competencia, que ofrece más digitalización y opciones. Sin embargo, después de un tiempo conviviendo con el utilitario se ha mostrado más fácil de utilizar que otros debido precisamente a la sencillez. La novedad principal es la instrumentación digital de 12,3 pulgadas que ya aparecía en otros modelos como el Ford Puma.

Por otro lado, mantiene el sistema multimedia Ford SYNC 3 que ya veíamos en su antecesor. Queda representado a través de una pantalla táctil de 8 pulgadas que flota sobre el salpicadero y que no queda del todo integrada. La parte positiva es su fácil manejo, pues su respuesta es rápida, se ayuda de botones de acceso directo y tienen conectividad tanto con Android Auto como con Apple CarPlay. Los controles de la climatización también son analógicos, por lo que contribuyen a esa usabilidad que mencionamos. 

El Ford Fiesta es un utilitario generalista encuadrado en el segmento B y eso quiere decir que no va a tener demasiadas pretensiones en el ámbito de la calidad. Sin embargo, con los niveles de equipamiento más elevados, tenemos un interior que queda por encima de la media. En este que busca la deportividad se puede apreciar una tapicería específica en dos colores y costuras en rojo haciendo contraste. No pasan desapercibidas las molduras que imitan la fibra de carbono o los pedales deportivos, aunque la mayoría de materiales siguen siendo plásticos.  

Otro punto en el que el Fiesta ha dado un paso adelante es en el equipamiento. Vemos elementos que pueden ser diferenciales en el segmento, como es el caso del sistema de sonido B&O Play que tiene 10 altavoces y 675 W de potencia. Opcionalmente también puede equiparse con un techo solar panorámico de dos piezas que deja un interior más iluminado. También introduce una superficie de carga inalámbrica y bastantes ayudas a la conducción para completar

La habitabilidad nunca ha sido el punto fuerte de este modelo, eso ya lo hemos mencionado en pruebas anteriores. En las plazas delanteras no va a haber ningún problema, pero la segunda fila de asientos se puede quedar algo justa. El acceso es bastante bueno gracias a las cinco puertas y el espacio para las piernas es correcto, siempre que tengas una estatura no demasiado elevada.

Sin embargo, el espacio para la cabeza es muy justo por la caída del techo y complica las cosas a usuarios a partir del 1,75 metros. También ocurre lo habitual con la plaza central, que es más estrecha y tiene túnel de transmisión, así que mejor viajar cuatro personas en este Fiesta.

Maletero

El maletero del Ford Fiesta está en la media del segmento con sus 311 litros de capacidad. Está bastante por debajo de los 391 litros del Renault Clio, que es el líder de los utilitarios, pero todavía le saca bastante al Suzuki Swift y sus apenas 265 litros (hacer gráfica o algo con estos datos). También vemos que la boca de carga queda en una posición bastante elevada, exactamente a 720 mm del suelo. Además, presenta un escalón considerable entre ésta y el fondo del maletero.

A pesar de todo, el portón es bastante grande y también hay detalles como iluminación y ganchos a los lados para sujetar bolsas. Bajo el piso hay un doble fondo y siempre se pueden abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para dejar sacar su potencia y llegar hasta los 1.093 litros, aunque no queda una superficie completamente plana.

Motor

La gama mecánica del Ford Fiesta se mantiene de forma similar a la que veíamos anteriormente. Cuenta con una versión de acceso atmosférica, con el motor 1.1 Ti-VCT de 75 CV que no creo que sea la mejor opción. Ahora que han quitado el diésel, la gasolina se lleva todo el protagonismo con el 1.0 EcoBoost de tres cilindros como punta de flecha en la gama. Está disponible con 100 CV en su configuración más tradicional, aunque también ha recibido la electrificación para tener dos versiones que son las más interesantes al llevar la etiqueta ECO.

Hay dos Fiesta EcoBoost MHEV, uno con 125 y otro con 155 CV. En ambos casos, se recurre a un sistema microhíbrido de 48 V que añade un motor de arranque/generador integrado accionado por correa (BISG). En la práctica, aporta un funcionamiento aumentado del Start&Stop y una reducción de su consumo y emisiones. Mención aparte merece el Ford Fiesta ST, que es el tope de gama con sus 200 CV extraídos del motor 1.5 EcoBoost.

Comportamiento

No lo habíamos dicho antes, pero estamos al volante del Ford Fiesta 1.0 EcoBoost MHEV de acceso, el que tiene 125 CV y 200 Nm de par. Probablemente sea la versión más equilibrada por prestaciones y consumos, ya que con esas cifras es más que suficiente para el día a día. El de 155 CV será más divertido y se coloca un escalón por debajo del ST, es una buena opción intermedia para quien quiera un puntito más deportividad. En todo caso, me voy a centrar en este ejemplar, que va ligada a una caja de cambios manual de seis velocidades y que lleva la tracción delantera, como el resto de versiones del modelo.

Si damos un paseo por su ficha técnica, vemos que este Fiesta 1.0 EcoBoost MHEV 125 CV es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos y que alcanza una velocidad máxima de 200 km/h. Como decíamos, más que suficiente para un uso diario gracias también a que los 200 Nm de par están disponibles desde las 1.750 rpm. De hecho, nos ha gustado de este motor su linealidad y la forma de empujar desde prácticamente cualquier zona del cuentarevoluciones sin tener que recurrir demasiado a la palanca de cambios.

Y eso que el tacto de la transmisión nos ha resultado bastante agradable. Ofrece recorridos bastante cortos y directos, acentuando un poco el carácter del Fiesta. Aunque no vamos a mentir, este ejemplar no ha sido hecho para transmitir sensaciones puramente deportivas como el ST. Tiene tres modos de conducción, pero apenas hay variaciones en su comportamiento. Podemos elegir el Eco para ahorrar algo de combustible, el Normal en situaciones cotidianas o el Sport para sacar un poco más de dureza en la dirección o sensibilidad en el acelerador.

Con el paso de los kilómetros vamos percibiendo el impacto que ha tenido la instalación del sistema microhíbrido en este 1.0 EcoBoost. Ha mejorado ligeramente el refinamiento del tres cilindros, aunque se mantienen algunas vibraciones y rumorosidad en bajas. Lo que más se aprecia es una mayor retención cuando se levanta el pie del acelerador para regenerar energía que se almacena en la batería de 48 V. También es muy fino el sistema Start&Stop, al tiempo que es más fácil aguantar velocidades en cruceros gracias a ese “modo vela”.

Aunque sinceramente lo que más enamora del Ford Fiesta no es otra cosa que la puesta a punto de su chasis. Siguiendo la premisa del “si algo funciona, no lo toques”, la marca del óvalo presenta a su utilitario con su característico comportamiento dinámico y preciso al que nos tenían acostumbrados. No defrauda en carreteras reviradas, pues la suspensión (tipo McPherson en el eje delantero y eje rígido en el trasero) tiene un tarado bastante firme y la dirección es directa y comunicativa. También acompaña un sistema de frenado que consigue detener sus poco más de 1.200 kg con solvencia.

Y, por supuesto, también responde en entornos urbanos debido a su agilidad y dimensiones contenidas. Incluso en vías rápidas como autopistas y autovías ofrece un aplomo bastante destacado. En definitiva, un chasis redondo con el que no nos extraña que hayan podido dar vida al Fiesta ST. Aunque en esta versión el sentido común predomina y hemos conseguido un consumo en torno a los 6 litros durante la semana de pruebas, una cifra igual de cabal que el coche en general.

Opinión coches.com

El Ford Fiesta es un coche con los pies en la tierra. Aunque recibió una actualización reciente, se mantiene con el mismo carácter de siempre y los cambios justos para sobrevivir a corto plazo. Estéticamente es muy similar y su tecnología no es nada del otro mundo, lo mismo que su espacio interior o su calidad. Apuestan por la microhibridación y parece que todavía queda para tener un Fiesta eléctrico entre sus filas. Sin embargo, este ejemplar presenta un comportamiento claramente por encima de la media y sigue ofreciendo una relación calidad-precio bastante buena.

El Ford Fiesta tiene un PVP de 19.756 euros, aunque con ofertas parte de 16.311 euros. Está un poco por encima de otros rivales que con descuentos son más asequibles. Por ejemplo, el Hyundai i20 parte de 13.540 euros, el SEAT Ibiza está desde 13.840 euros y el Renault Clio desde 14.934 euros (hacer tabla/gráfica). Si bien, hay que añadir que siempre podrá ser encontrado algo más barato en coches.com, donde tenemos las mejores ofertas de coche nuevo en España, además de renting o financiación con muy buenas condiciones.

Ford Fiesta 1.0 EcoBoost MHEV 125 CV
7.5Nota
Lo mejor
  • Estética llamativa
  • Puesta a punto del chasis
  • Relación calidad/precio
Lo peor
  • Calidad de algunos materiales
  • Maletero muy justo
  • Actualización demasiado ligera
Diseño8
Habitabilidad7
Acabados7
Maletero6.5
Equipamiento7.5
Motor8
Comportamiento8.5
Calidad Precio7.5

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