Ya hemos contado alguna que otra vez lo bien que les van las cosas a Kia. A nivel mundial, dentro del Grupo Hyundai (el 5º del planeta) en 2015 ya ha superado los tres millones de coches vendidos (un 8,6% más que el anterior ejercicio). En el último lustro ha perdido además su condición de «patito feo» y hoy presume, además, de estar en el Top 100 de las marcas más valiosas. Su 74 posición en el ranking Interbrand (ha subido un año un 5%) es digna de alabanza.
En España tienen a tiro la décima posición de ventas. Este objetivo, que nos contaban cuando KMIB cumplía 10 años, puede que no se alcance todavía este ejercicio (han de mejorar sus ventas a empresas y renting, dos asignaturas pendientas en las que ya trabajan), pero están al acecho. Su ofensiva de producto este 2015 ha sido buena. Arrancaron el año con el nuevo el Kia Sorento (ver prueba) y luego llegó el turno de mejorar los más pequeños (Picanto, Rio y el Kia Venga que probamos). El remate del año lo ha puesto la renovación de la familia cee´d, que ya hemos conducido.
El cee´d es un producto clave en el despeque de la marca en Europa, ya que fue el primer coche creado en y para el Viejo Continente. Lanzado originalmente en 2006, tras un lavado de cara en 2010, en 2012 llegó la segunda generación, cuya actualización conocemos ahora de primera mano.
Es el representante de la marca dentro del segmento de los coches compactos, el más popular en Europa. Para la marca representa nada menos que en 23% de sus ventas en el Continente… pero lejos, al menos en España, de lo que venden sus dos productos estrella, el Sportage y el Carens. Es por eso que llega este rediseño a mitad de vida comercial, que pretende dar un empujón a las tres carrocerías del compacto, el cinco puertas, el pro_ceed de tres y el familiar, el Kia cee´d SW 2016 que probamos hoy.
Exterior
Los cambios estéticos de este Kia cee´d SW son trasladables toda la gama. Elegimos una unidad con el acabado GT, que es donde mejor se aprecian las novedades respecto al cee´d SW 2013 de nuestra prueba. La idea de Kia con este acabado es ser algo más emocional. Y ojo, que esto es solamente un aperitivo de lo que vendrá. A finales del año pasado el Grupo contrató a Albert Biermann, ingeniero jefe de BMW M, encargado del desarrollo de productos como los último BMW M3 y M4. Junto con Peter Schreyer, diseñador jefe de la casa, pueden salir grandes cosas de ahí.
El Kia cee´d SW mide 4.505 mm de longitud, 19 cm más que las otras dos carrocerías, que miden 4.310 mm. Comparte con ellas anchura (1.780 mm) y altura (1.485 mm), así como distancia entre ejes (2.650 mm). Son medidas propias del segmento de los compactos familiares, estas carrocerías que ofrecen un extra de capacidad de maletero, con la capacidad de un portón.
En el frontal, mantiene la imagen de marca definida por la característica parrilla tiger-nose (hocico de tigre) Kia, el afinado marco de los faros y las luces antiniebla integradas. Los cambios se centran además en un paragolpes más ancho y angular, y aportan una moldura cromada alrededor de los faros de niebla y una retícula de forma oval en la parrilla. El acabado GT Line suma los faros antiniebla delanteros LED en forma de «cubito de hielo», sobre los que hemos oído opiniones bastante discordantes. Echa un ojo a las imágenes y juzga tú mismo.
Cuando echamos un ojo a la vista lateral vemos que este nuevo acabado incluye un marco cromado en las ventanillas y molduras laterales que le hacen tener un aire más refinado y deportivo. Las llantas de aleación de 17 pulgadas, de nuevo diseño completan la renovación, junto a un nuevo color de carrocería, hasta completar ocho opciones.
La versión GT-Line Kia cee´d SW en la zaga tiene también un difusor trasero como sus hermanos de gama, algo más discreto, con una doble salida de escape al lado derecho (no uno a cada lado como en los 3 y 5 puertas). También cuenta con y un nuevo diseño de las ópticas traseras (también en las versiones normales del SW), con pilotos traseros LED y la insignia GT Line bajo las del faro derecho, complementan la imagen del coche.
Interior
No hay ni un solo cambio de habitabilidad, calcada al modelo de cinco puertas y al modelo previo al restyling. Entonces decíamos que era un modelo muy bueno en anchura, si bien no tan bueno en la altura en las plazas delanteras, penalizada un poco por el techo solar de vidrio que cubre todas las plazas. También contaba con ese techo esta unidad. La falta de altura se aprecia más en las plazas traseras donde, por otro lado, hay un buen espacio para las piernas y parecen cómodas (no viajé en ellas, solamente me senté con el coche parado).
Es nueva la tapicería de los asientos para este acabado, además de algunas inserciones de color gris y algunos cromados más que antes no estaban. Por lo demás, materiales usados en salpicadero y parte alta de las puertas es blando y muy agradable al tacto. Los ajustes de las piezas son muy buenos y el cierre de la puerta suena a un coche de nivel superior.
Solamente encuentras algún plástico duro en las partes más bajas del habitáculo, como en la zona de las guanteras de las puertas. Además de ahí puedes dejar pequeños objetos en los huecos de la consola central, en el reposabrazos, a guantera y los respaldos de los asientos.
El volante puede regularse en altura y profundidad, y en el acabado que probamos va forrado en cuero… y con muchos botones. Los asientos, regulables también en altura, son cómodos y en nuestra unidad de un cuero muy agradable. El cuadro de mandos es muy legible y sin demasiadas florituras. Nuestra unidad contaba con un sistema multimedia con GPS con una gran pantalla TFT en la consola central.
Maletero
[vc_row][vc_column width=»1/2″]
[/vc_column][vc_column width=»1/2″][/vc_column][/vc_row]
No hay tampoco cambios en la capacidad de maletero. Con sus 528 litros de capacidad, está en la media del segmento, 148 más que la versión de cinco puertas. En esta medida se incluyen los huecos que hay debajo del piso, compartimentados para guardar enseres sin que vayan dando tumbos por el maletero, de diferente profundidad (debajo de los más alejados del borde está la rueda de repuesto temporal). Puede emplearse todo el espacio hasta el techo quitando el estor enrrollable que cubre la zona de carga, ya que una red, colocada entre los asientos traseros y el techo, evita que la carga pueda llegar al habitáculo.
Tiene unas formas que lo hacen bastante aprovechables y, si se abaten los asientos traseros (en dos partes, en proporción 60/40) queda una superficie de carga plana, de 1.642 litros de capacidad. Nos ha gustado mucho el sistema de railes para dividir el espacio de carga. También cuenta con otras utilidades, como ganchos para sujetar la impedimenta a ambos lados o unas cintas de velcro en el lado derecho donde asegurar cosas que no pesen demasiado. No hay mucha altura hasta el borde de carga, lo que facilita subir objetos pesados.
Equipamiento
Ya hemos hablado largo y tendido sobre los equipamientos del Kia cee´d SW 2016. Hasta ahora el acabado más básico, el Concept, era algo escaso. Ahora se han solucionado bastantes de sus carencias, pero por la diferencia de precio que hay puede que sea más interesante optar por el Drive+, que suma detalles como las llantas de alleación de 16 pulgadas, sensores de aparcamiento, climatizador bizona, elevalunas eléctricos traseros, volante y pomo de la palanca de cambio en cuero…
Por encima, si deseas algo más de equipamiento tecnológico (sensores de lluvia y luces, navegador con cámara de visión trasera…), práctico (apoyabrazos central o la red y zona compartimentada en el maletero) y estético (lunas tintadas, color pack, retrovisores exteriores plegables) se sitúa la terminación Tech, muy interesante también.
Elegimos una unidad con el nuevo acabado GT Line. Además de diferenciarse por fuera con diferentes detalles (paragolpes más deportivos, molduras laterales, llantas de aleación de 17 pulgadas, opticas traseras LED…), dentro puedes encontrar la tapicería específica, pedales de aleación, asiento del pasajero regulable en altura, techo solar panorámico, panel de instrumentos con pantalla TFT de 7 pulgadas…
Nuestra unidad no contaba con ello, pero quien lo desee puede, por 1.900 euros más añadir al acabado GT Line (y solo a este, uno de los problemas de las gamas cerradas de Kia), el Luxury Pack. este paquete de equipamiento suma elementos como faros de xenón direccionables con lavafaros, ópticas delanteras adaptativas, sistema de asistencia de mantenimiento de carril, reconocimiento de limites de velocidad, arranque por botón y el freno de estacionamiento eléctrico.
En un facelift no puede faltar una ampliación de tecnología y conectividad. Nuestra unidad contaba con el navegador en 15 idiomas con servicios de conectividad de TomTom Live con navegación turn by turn y actualizable mediante una tarjeta SD (con siete años de actualizaciones gratuitas). Este servicio ofrece información de tráfico en tiempo real, ubicación de controles de velocidad y alertas, búsquedas locales y previsiones meteorológicas.
Motor
Del mismo modo que elegimos el nuevo acabado de la gama, había que probar el nuevo propulsor 1.0 T-GDI (inyección directa de gasolina y turbo), de tres cilindros que inaugura una etapa en mecánicas en el Grupo, una gama de motores de tamaño reducido con la vista puesta en Europa.
Este bloque se ha desarrollado internamente en el centro de I+D de Namyang, en Corea, integra inyección directa de gasolina de alta presión, un avanzado esquema de refrigeración y colector de escape integrado, que mejora las emisiones y reduce el tamaño mecánico. La inmediatez de respuesta y la eficiencia fueron aspectos esenciales en su desarrollo.
Con el Kia cee´d SW está disponible con 120 CV y 171 Nm de par disponible entre 1.500 y 4.000 rpm para ambas mecánicas, lo que augura que sea muy flexible en cualquier condición de circulación. En las otras carrocerías cuenta con una versión de 100 CV y 171 Nm de par. Ambos presumen de consumos ajustados (4,9 l/100 homologa con este acabado) y unas emisiones muy bajas (109 g/km y 115 g/km la versión de 120 CV que hemos probado, de ahí que no pague impuesto de matriculación.
Con carrocería familiar puede elegirse también con los dos motores diésel CRDI de 100 CV (solo con el acabado básico) y el 1.6 CRDi, que ha sido actualizado y ahora rinde 136 CV (antes 128 CV) y 280 Nm de par máximo (antes 265 Nm), disponible desde sólo 1.500 rpm (antes 1.900 rpm con la caja de cambios manual). Este motor es el único de la gama que puede montar la nueva caja automática de doble embrague. No puede elegirse con el Stationwagon el motor de gasolina MPI de 1.4 litros y 100 CV (el mismo que montaba el Hyundai i20 de nuestra prueba), que sí equipan los 3 y 5 puertas. Todos cumplen la normativa de emisiones Euro 6.
Echando un ojo a la ficha técnica vemos que nuestro portagonista bajo el capó, el 1.0 T-GDI de 120 CV asociado a la caja de cambios manual de seis velocidades, el Kia cee´d SW es capaz de alcanzar 190 km/h de velocidad punta y acelerar de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos. Recupera de 80 a 120 km/h en 13,5 segundos, algo más lento que el diésel más potente en todas estas mediciones oficiales.
Comportamiento
En nuestra anterior prueba del Kia cee´d SW 2013 pudimos probar el motor diésel de 128 CV. Nos pareció un motor con una puesta a punta pensada totalmente para mantener los consumos ajustados, muy alejado de lo que podemos entender como una conducción dinámica (no ya «espirituosa», que está claro que no es un coche para ello).
Este nuevo motor 1.0 T-GDi de 120 CV destaca, sobre todo, por suavidad. Resulta sorprendente la evolución de los motores de tres cilindros en este sentido, con apenas vibraciones. Es prácticamente imperceptible y tan solo en frío se aprecia un poco algo de ruido, pero afinando mucho el oído.
La entrega de par es muy rápida gracias al turbo. En ciudad es muy gradable y sencillo de conducir, con un aislamiento de ruido externo y de rodadura encomiable, al tiempo que recupera bastante bien en marchas cortas a baja velocidad sin que falte respuesta cuando uno pisa el acelerador cuando la requiere. Sin duda, mucho más recomendable que el diésel en este «hábitat».
¿Y en carretera? Afrontamos un buen tramo de autovía para comprobarlo. Tenía muy reciente la prueba del motor 1.4 gasolina del grupo y recordaba que, en repechos se hacía imprescindible jugar con el cambio cuando caían las revoluciones. La magia del turbo logra que no sea necesario con este propulsor. No es que ofrezca mucha fuerza en esas marchas largas, pensadas para desahogar el motor y consumir menos, pero soporta bien las pendientes a velocidades legales.
Flaquea un poco (si nos dejamos influir por su diseño más deportivo) en carreteras con curvas porque sigue teniendo una dirección muy poco informativa. Cuenta con los tres modos para seleccionar su dureza (Confort, útil solo para maniobrar, Normal y Deporte… pero ni siquiera en este último es muy directa… Desde Kia nos contaban que habían trabajado para hacer «una dirección con asistencia eléctrica más lineal y predecible, y los cambios en la geometría delantera han permitido incrementar la sensación de autocentrado». Ha mejorado un poco respecto a la anterior, pero nos sigue pareciendo el aspecto del coche menos conseguido, máxime ahora que buscan contar con un producto más emocional. Debes corregir demasiadas veces la trayectoria a poco que vayas un poco rápido.
Ha sido mejor, a nuestro entender, los cambios en la suspension. Los amortiguadores traseros tienen nuevos soportes y hay una nueva rótula exterior de la barra estabilizadora. Eso ha ayudado a mejorar el confort de suspensión sobre superficies irregulares. No es una suspensión excesivamente firme, pero controla bien los balanceos.
Los consumos son bastante más altos de lo anunciado. Como suele ocurrir con estos motores pequeños turboalimentados, hay que ser muy precavido con el pie derecho si uno quiere acercarse a las cifras oficiales (no ya igualarlas). En una conducción rápida, que incluyó subir a un puerto y dejar el coche encendido para hacer algunas fotos, el consumo que marcó el ordenador de a bordo fue de 8,5 l/100 km. Bueno por la conducción realizada, pero no será fácil bajarlo mucho.
Veredicto coches.com
Sin duda, el Kia cee´d SW ha ganado empaque si nos centramos en el aspecto, mucho más deportivo. El acabado GT Line sin duda abrirá aún más en abanico de posibles compradores.
El nuevo motor de gasolina es de los mejores tricilíndricos que han pasado por nuestra sección de pruebas si nos ceñimos a comodidad y bajo nivel de sonoridad y vibraciones. Han abierto el melón de downsizing… y ha salido dulce. Sin duda, «robará» muchas dudas al diésel, ya que es mucho más agradable de conducir y solamente será aconsejable para quienes realicen muchos km. Son 900 euros más que este familiar a igualdad de acabado (y 16 CV más) … que por cierto cuesta 24.673 euros sin descuentos, lo que nos recuerda que Kia ya no lucha en la liga de los precios, sino que aporta más equipamiento. De todos modos, en nuestra sección de coches nuevos puedes encontrar las mejores ofertas del Kia cee´d SW, así como emplear nuestro comparador de seguros para encontrar la póliza que mejor se ajuste a tus necesidades.
En resumen, cambios que aportan una deportividad más estética, pero es un primer paso. La marca nos anunciaba que a lo largo de 2016 habrá muchas novedades. Al nuevo Kia Sportage 2016 y al renovado Kia Optima 2016, disponibles ya en el primer trimestre del año, se sumarán cuatro coches más. Si en ellos, además del pincel de Peter Schreyer se suma la mano de Albert Biermann en el aspecto mecánico y de puesta a punto, para que, además de diseños dinámicos ofrezca ese punto de deportividad extra en el comportamiento, la marca estará lista para seguir escalando posiciones.
- Cambios estéticos acertados y estética diferenciada
- Acabados interiores por encima de la media y equipamiento generoso
- Motor de gasolina de refinamiento ejemplar y con prestaciones óptimas para la mayoría de conductores
- Direccion poco informativa, poco acorde con la estética deportiva del coche
- Acabados demasiado cerrados y pocas opciones de configuración
- Oferta de mecánicas más reducida en esta carrocería
Galería de fotos: