El Mitsubishi Outlander PHEV es uno de esos coches que conocemos bien desde que comenzó al gestarse. Tuvimos la suerte de poder probar una de las primeras unidades que llegaron Europa (todavía con volante al a derecha) y ser uno de los primeros en conducir este híbrido enchufable por carreteras españolas.
Cuando comenzó la comercialización en España acudimos a su presentación, donde realizamos una entretenida prueba de consumo para ver la capacidad de sus baterías y, por último, disfrutamos de una prueba a fondo para contarte qué supone contar con un vehículo con esta tecnología en el día a día.
Tampoco es que haya llovido tanto desde entonces, pero ya está disponible en los concesionarios la primera evolución de este modelo. El restyling llegó primero a la motorización diésel (ver prueba) y ahora al esta mecánica más innovadora. No debemos olvidar que también está en venta con un motor de gasolina, el Outlander 200 MPI, muy interesante por su bajo precio. delantera destaca el zar los 4.695 mm de longitud (1.800 mm de altura), debido a que cuenta con un nuevo frontal..
El objetivo de esta renovación es sin duda mantener su excelente acogida, que llega al tener cuotas de mercado realmente sorprendentes en países como Holanda, Noruega o Dinamarca. En España sus ventas en 2015 fueron de 389 unidades (209 en 2014) y con esta actualización se pretenden alcanzar las 1.000. Esta versión supone un tercio de las ventas totales del Outlander en nuestro país.
La cifra sin duda puede parecer optimista, pero se trata de uno de los híbridos enchufables más interesantes del mercado, sino el que más, con un precio que, como verás, lo deja en condiciones muy apetecibles. Tanto que es capaz de competir de tú a tú con muchos de los SUV grandes del mercado con motorizaciones convencionales. Ya se han comercializado más de 85.000 unidades del Outlander PHEV en todo el mundo (50.000 de ellas en Europa el más vendido con este sistyema de propulsión) y, como verás, la cifra no hará más que aumentar, pues las mejoras son notables.
Exterior
El aspecto del anterior Outlander era bastante discreto y ahora se ha pretendido mejorar bastante eso. No cambia demasiado la silueta, si bien el coche crece ligeramente para alcanzar los 4.695 mm de longitud (1.800 mm de altura), debido a que cuenta con una nueva parte delantera.
El Mitsubishi Outlander PHEV 2016 adopta el nuevo frontal Dynamic Shield (escudo dinámico) en negro piano, con una moldura cromada en forma de ‘X’ que recorre el perfil de los faros LED y el paragolpes. Sin duda, la imagen es mucho más moderna viéndolo desde delante, con esa parrilla en cromo oscurecido, los antinieblas enmarcados en molduras negras o la moldura inferior del paragolpes.
Otros aspectos que mejoran la imagen y que antes no estaban disponibles son los retrovisores exteriores en color de la carrocería con intermitentes LED (también son regulables y abatibles electrónicamente), los cristales traseros tintados o las llantas de aleación de18 pulgadas diseñadas específicamente para esta versión. Entre ellas hay un embellecedor cromado, por la parte baja de la carrocería, propio del acabado más alto del Outlander y que aquí viene de serie. Ojo, que gana un color de carrocería nuevo, el negro ruby y se añaden otros dos (bronce radiant y rojo orient, que puedes ver en estas imágenes).
En la zaga nos encontramos también con ópticas LED de serie y el spoiler trasero con la luz de freno LED incorporada. Abajo verás unos protectores inferiores en colort plata, como en la parte delantera y, ya sobre el techo, la antena de la radio tipo aleta de tiburón.
Interior
El habitáculo no tiene cambios de tamaño respecto a la versión anterior y sigue siendo muy espacioso. Eso sí… no puede contar con siete plazas como la versión de combustión, ya que parte del sistema híbrido va situado en la parte de atrás y por eso se ha debido prescindir de la (para algunos) práctica tercera fila de asientos que sí pueden ofrecer algunas versiones con mecánicas tradicionales.
Los asientos delanteros, que han mejorado la ergonomía respecto al anterior modelo, están tapizados en una combinación de cuero y alcántara. Una vez sentado (el acceso a ellos es muy sencillo), lo que más llama la atención es el nuevo volante de cuatro radios calefactable, que pretende imitar las formas del Dynamic Shield y que cuenta con bastantes botones para controlar el sistema de sonido o el control de velocidad. El resto de elementos no varía demasiado (sigue siendo bastante sobrio), pero bien rematado y se gana refinamiento en líneas generales.
El cuadro de instrumentos muestra un clásico velocímetro a la derecha, mientras que a la derecha encontramos un reloj que indica si nos movemos de modo eficiente, si la batería se recarga o si, por el contrario, solicitamos más potencia del sistema híbrido. Entre ambos, cuadro de instrumentos de este SUV cuenta con un display LCD de 4,2 pulgadas. Quedan a la vista al mirarlo las levas, imprescindibles para controlar el nivel de retención del coche (y la recarga), como verás más adelante.
Hay también ligeros cambios en la consola central, donde se ubica el selector del cambio, y se ha añadido luz ambiental LED, que consume menos electricidad y tiene mayor calidez.
Las plazas traseras son muy buenas de espacio, si bien por el diseño de la banqueta, el ocupante de la central no irá tan cómodo como si ocupa alguno de los asientos laterales. Van ligeramente más altas que en las versiones con motor de combustión, pero no afecta demasiado a la altura disponible. El respaldo puede reclinarse, lo que se agradece a la hora de sobrellevar mejor un viaje largo.
Maletero
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La razón por la que estamos viendo cada vez más SUV híbridos enchufables es porque su generoso tamaño consigue que el espacio que ocupan las baterías no merman el espacio de forma considerable como en las berlinas. En el caso del Mitsubishi Outlander PHEV la capacidad de carga es muy buena, de 498 litros de capacidad. Sacrifica algo de espacio respecto a otras versiones, que tienen 519 litros).
Los asientos traseros pueden abatirse para (puedes ver imágenes de cómo queda el espacio en nuestra prueba del Outlander diésel). Hay una práctica toma de corriente de 12 V, un amplio espacio bajo el piso donde poder guardar la carga y cuenta con un portón trasero eléctrico. Puedes regular la altura máxima que alcanza (por si, por ejemplo, tienes una plaza de garaje baja) en un mando a la izquierda del volante.
Equipamiento y precio
La apuesta de la marca, tras llegar a un acuerdo fabricante, importador y concesionarios, ha sido vender la mayor cantidad de coches posibles. Esa apuesta por volumen ha hecho tener un único acabado disponible en España.
Eso sí, cuenta con todo lo que puede llevar un Mitsubishi Outlander tope de gama (acabado Kaiteki), salvo tres elementos: los asientos tapizados en cuero, el techo solar y las siete plazas). Y no hay opciones. Sin duda, un movimiento interesante ya que eso les permitirá reducir costes y el cliente tendrá un coche totalmente equipado.
Y es que se ofrece, salvo lo que hemos indicado, todo de serie. En el apartado tecnológico, dispone de faros LED autonivelables (con LED diurnos integrados en los faros delanteros), una nueva cámara de visión 360 grados, sensores de aparcamiento delantero y traseros, sistema de apertura sin llave, Bluetoth… y un sistema de navegación en una pantalla táctil de 7 pulgadas. No faltan luces y limpias automáticos, climatizador automático bizona…
Es sin duda el apartado de seguridad el más destacado. Multitud de airbags, control de tracción y de estabilidad, sistema de mitigación de colisión frontal, control de crucero adpatativo, alerta de salida de carril, asistencia de arranque en cuesta… Y dos novedades interesantes, el sistema de señalización de frenada regenerativa (activa la luz de freno frenos al recargar batería) y el sistema de mitigación de aceleración no intencionada (UMS), que mediante ultrasonidos regula la potencia del motor al pisar el acelerador si se detecta un obstáculo delante del vehículo, al tiempo que alerta de su presencia.
Y todo esto por un precio de 47.695 euros… que con el gran descuento de 9.975 euros a los que se le suma el descuento de 3.700 euros del Plan MOVEA (Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas), se queda en 35.020 euros. Sí, 2.275 euros inferior al Outlander diésel.
Ahora mismo hay pocos SUV híbridos enchufables en España. Apenas el Volvo XC90 T8 y el BMW X5 xDrive40e. Todos del segmento premium y de precio más elevado que sus variantes con motor convencional. El movimiento de Mitsubishi es valiente. Mucho. Ofrece mayor potencia y menos consumo en viajes cortos que el propulsor diésel y más barato, ante la llegada de nuevos modelos a este interesnate segmento. ¿Pero cómo es exactamente el sistema híbrido? Ahora te lo contamos, pero para acabar de convencer a los más indecisos, la marca japonesa ofrece cinco años de garantía general y ocho años de garantía para las baterías. Dicen que la mejor defensa es un buen ataque y la marca del diamante
Sistema híbrido
El Mitsubishi Outlander PHEV 2016 combina un motor de gasolina 2.0 de 121 CV con dos motores eléctricos de 60 kW (82 CV) que actúa cada uno en un eje (el delantero aporta 135 Nm y el trasero 195 Nm) para que el vehículo disponga (siempre que se tenga batería) del sistema de tracción total S-AWC. La potencia máxima del sistema es de 203 CV (como nos contaban en la presentación, no es la suma de la potencia de todos los motores ya que ofrecen su máxima potencia a regímenes diferentes).
El sistema no estaría completo sin el generador de 70 kW y la batería de ión-litio de 300 V con 12 Kwh de capacidad (que va situada bajo los asientos traseros). Con ella, es capaz de circular hasta 52 kilómetros en modo totalmente eléctrico (un poco más que antes), a velocidades de hasta 120 km/h). La autonomía total del sistema alcanza unos interesantes 818 km.
Este vehículo homologa (podríamos hablar largo y tendido de cómo son los exámenes que realizan los modelos de esta categoría) un consumo ligeramente más bajo que el anterior. Y es que el Mitsubishi Outlander plug-in hybrid es su bajísimo consumo de combustible. El nuevo modelo homologa 1,8 l/100 km, lo (0,1 l/100 km menos que su predecesor). Este dato supone unas emisiones de CO2 de sólo 42 g/km (2 g/km inferior que el anterior), un dato soberbio para un coche de este tamaño y que lo exime del pago del impuesto de matriculación. Y es que consumo mixto sin emplear el motor eléctrico también baja 0,3 l/100 km, hasta los 5,2 litros.
Lógicamente, para lograr esas cifras de consumo hay que contar con las baterías eléctricas cargadas por completo. Esa carga se realiza en 5 horas empleando un enchufe doméstico convencional. Si se dispone de una estación de recarga de 16 amperios (la marca que se ofrece de manera opcional, el tiempo desciende a 3,5 horas. Si acudes a una electrolinera con un sistemas de carga rápida de tipo CHAdeMO es posible recargar el 80% de la batería en 30 minutos. ¿Pero pueden lograrse? Lo comprobamos.
Comportamiento y consumo
Si nunca has porbado un coche eléctrico te recomendamos encarecidamente que acudas a un concesionario y realices una prueba dinámica. Resulta casi mágico subirse al vehículo, pulsar el botón de inicio y seguir en completo silencio. La marcha se inicia de modo suave, y si el anterior Mitsubishi ya era un portento de insonoridad, ahora es todavía mejor, ya que ha trabajado en el aislamiento del habitáculo y en el interior se han reducido notablemente el ruido y las vibraciones. El resultado, según la marca, ha sido bajar 5 decibelidos respecto al ya sigiloso PHEV que le precedió, gracias sobre todo al mayor aislamiento del habitáculo. No noté demasiado la diferencia, he de ser sincero. Era fabuloso antes y lo es ahora.
La marca nos había preparado una entretenida competición entre medios por Valencia y alrededores para ver quién realizaba el consumo muy bajo. Una zona llana y un recorrido de 70 km que combinaba ciudad, un buen tramo de autovía y algo de carreteras secundarias hasta llegar a al Albufera. Lo reconozco. Nos la tomamos en serio, por lo que dejaremos para otra ocasión comprobar otras mejoras que nos contaban sobre, por ejemplo, la respuesta del acelerador, más contundente y se produce antes, o las mejoras en la suspensión o el aumento de la rigidez que consiguen menores balanceos.
Para tener consumos bajos, el truco consiste en realizar una conducción suave, como en cualquier vehículo, siendo muy consciente de la tecnología que tienes a tu alcance. Eso significa aprovechar cada uno de los motores donde más eficientes resultan. Los 52 km de autonomía en modo eléctrico en ciudad y donde se alcancen velocidades más bajas, y reservar la gasolina para donde el motor de combustión es más eficiente (en torno a 90 km/h) y velocidades superiores (por mucho que puedas alcanzar 120 km/ con el motor eléctrico, es absurdo si quieres que la batería te dure un rato considerable).
Además de ello, jugamos mucho con la frenada regenerativa. Como te contábamos, mediante las levas puedes conseguir que el coche prácticamente se detenga (hay cinco niveles, desde el B0, de menos a B5, mayor retención), al tiempo que almacenas la energía durante ese rato que circulas con la inercia. A los pocos kilómetros ya conseguía detener el vehículo con el juego de levas justo donde quería, sin tocar el pedal del freno.
Con esta estrategia salimos de ciudad, todavía con bastante reserva de batería. Después de abandonar el típico tráfico periférico, cuando el límite de velocidad de la vía ya se puso a 120 km/h, mi acompañante, Luis Reyes, de Autonoción, y yo, decidimos reservar entocnes carga para el último tramo. Se hace mediante el botón Save y te aseguro que es casi inapreciable la conexión y desconexión del motor de combustión. Reconozco que nadie (camiones aparte) circula a 90 km/h en autovía, pero se trataba de tener consumos bajos y era clave aburrirse un rato. Todos estos parámetros (autonomía, consumo instanténeo, modo de conducción, son fácilmente visibles en la pantalla del sistema de infoentretenimiento.
Cuando la batería ya era, en teoría, suficiente para alcanzar la meta, volvimos a pasar al modo eléctrico. Un pequeño error de cálculo supuso que llegásemos al punto de destino todavía con 3 km de autonomía eléctrica. Eso nos hizo presagiar que otros compañeros nos había podido superar… pero no. Habíamos consumido 1,55 l/100 km. Menos que el consumo que homologa.
Ganamos la prueba de consumo con el @Mitsubishi_ES Outlander #PHEV 1,55 l/100km con @luisrape y @ReyesAutonocion al volante. Cracks!
— Coches.com (@coches) enero 21, 2016
Seamos serios y rigurosos: nunca conduzco así en mi día a día en autovía, pese a que me considero un conductor tranquilo. No creo que nadie lo haga. Pero hay una cosa clara que queda probada: a velocidades iguales a las del resto de tráfico en ciudad, con el Mitsubushi Outlander PHEV 2016 no consumes gasolina. Y puedes recorrer 52 km así. Si cuentas con un lugar donde recargarlo y debes desplazarte a diario una distancia similar, es una opción fabulosa. Sabiendo que no te quedarás tirado sin carga en ningún momento, que es el gran freno de los eléctricos puros. Y que podrás usarlo también en un viaje largo (esperamos comprobar pronto si hay un ahorro significativo del motor eléctrico en esta circunstancia).
Veredicto coches.com
El Outlander PHEV era un coche novedoso por su tecnología híbrida enchufable y la marca supo venderlo para convertirlo en el favorito a nivel europeo con este sistema de propulsión. Lógico: es un coche amplio y práctico, muy agradable de conducir y con el que además puede entrarse en modo eléctrico al centro de muchas ciudades que restringen el paso a vehículos de combustión.
Ahora, con sus más de 100 mejoras respecto del anterior, se hace más apetecible. Mejora su diseño exterior y gana calidad en el habitáculo… y todo ello con un precio imbatible, por primera vez menor que el diésel equivalente. Sólo para quien las 7 plazas sean irrenunciables, que utilice el coche para hacer muchos viajes largos (pero muchos) o que deseen una tracción total que no dependa del motor eléctrico, será aconsejable el motor de gasóleo.
Y es que el Outlander híbrido enchufable es más barato y tiene unos costes de mantenimiento más bajos. ¿Cargarlo en casa? No es difícil y es a todas luces más económico. El cálculo ofrecido por la marca son 2,71 €/100 km por la electricidad con la tarifa normal, que se reducen a 0,77 €/100 km con tarifa nocturna (controlable desde una aplicación). Incluso ahora que el precio del gasóleo ha bajado del euro, esos 52 primeros km saldrán hasta seis veces más baratos. Y sin emisiones. No nos extrañaría que, ahora sí, comenzase a robar ventas a modelos de combustión de otras marcas. Bienvenido sea.
Lo mejor
- Comportamiento urbano, amplitud interior
- Suavidad de marcha e insonorización.
- Relación precio/equipamiento.
Lo peor
- Sistema de infoentretenimiento y navegación.
- Escasez de puntos de recarga rápidos.
- Diseño interior sobrio.
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