El Skoda Enyaq Coupe es un SUV coupé 100% eléctrico por un precio de entre 50.000 y 60.000 € que llegó al mercado en 2023. Si buscas un modelo parecido, algunas de sus alternativas son el Ford Mustang Mach-E o el Kia EV6. ¿Qué ofrece el Enyaq Coupe frente a ellos? Eso ha sido precisamente lo que hemos intentado descubrir en esta prueba a fondo.

Después de estar una semana conduciendo el Skoda Enyaq Coupé ya te adelanto que hay cosas que me han convencido mucho, como su gran calidad de rodadura y confort en carretera, la gran sensación de calidad en el interior y, pese a su carrocería, su gran habitabilidad y maletero.

Se trata de virtudes de las que también presume su hermano sin ese aire coupé. Tenemos entre manos una versión con acabado Sportline y la batería más capaz. Piden por él 61.090 €, una cifra ligeramente más elevada, pero no lejos de sus alternativas.

De todos modos, hablamos de precios sin descuentos. Puedes encontrar ofertas el Skoda Enyaq Coupé en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca.  Contamos también con interesantes herramientas para financiar el coche y pagarlo más fácilmente mes a mes. Pero antes, analicemos en detalle el coche:

Exterior

Ya había pasado por nuestra sección de pruebas el Skoda Enyaq IV. La coletilla coupé nos indica que las diferencias se concentrarán en la zaga, pero en la parte delantera tenemos un detalle que no habíamos visto, el Crystal Face. Se trata de una parrilla iluminada, con con 131 ledes en los listones verticales unidos a una tira luminosa horizontal.

Esta novedosa parrilla viene solamente de serie en el espectacular Enyaq Coupé RS, pero el acabado Sportline de nuestra unidad copia el marco en negro o las ópticas Full Matrix LED. Los paraolpes tienen un diseño aerodinámico y molduras negras que contrastan con el color azul Race metalizado de nuestra unidad (hay siete entre lso que elegir).

En el lateral, los marcos de las ventanas están rematados en negro, al igual que los retrovisores o la moldura con el nombre del acabado sobre la aleta delantera. Destacan las llantas, de 19 y 21 pulgadas. Nuestra unidad tenía las mayores, que rellenan muy bien los pasos de rueda, en el color de la carrocería.

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El Skoda Enyaq Coupé mide 4.653 mm de longitud, es apenas 38 mm más corto que un Kodiaq. Es algo más estrecho que el SUV grande de la marca, se queda en 1.879 mm y 61 mm más bajo, hasta los 1.622 mm. Comparado con otros SUV coupé, solamente es más largo el Volkswagen ID.5. El Ford Mustang Mach-E o el Kia EV6 son más largos.

La gran diferencia con el Enyaq SUV es la línea de techo, que cae de manera más pronunciada hacia la trasera fundiéndose con un discreto alerón sobre el maletero. Con esto gana un coeficiente aerodinámico Cx de 0,24, frente a los 0,27 del Enyaq. Y eso le hace ganar 24 km de autonomía.

En medio del  portón aparece la inscripción Skoda en letras mayúsculas negras, flanquedos por faros traseros Full LED de serie con intermitentes dinámicos. El paragolpes integra un difusor en negro, completa la sección inferior de la zaga.

Interior

El ambiente de la versión Sportline es realmente deportivo, muy similar al del RS. Predominan los tonos oscuros, pero en el coupé tenemos de serie un techo panorámico de serie que ayuda a llenar de luz el habitáculo.

Las sensaciones en cuanto a acabados son muy buenas. Me ha parecido incluso por encima del Volkswagen ID.5. Hay detalles que lo atestiguan, como las bolsas de las puertas con la base forrada con fieltro. También hay cosas que podrían mejorar, como el tirador de plástico de la puerta.

Los asientos y los tapizados varían en función del nivel de equipamiento. Aquí tenemos unos deportivos con el reposacabezas integrado que ofrecen reglajes eléctricos, memoria y calefacción. Junto a los reglajes del volante, que está achatado en la base, es fácil dar con la posición de conducción ideal. Se va algo más erguido que en un turismo, pero no es una postura exageradamente dominante sobre la carretera.

Por lo demás, sigue el esquema de diseño del Enyaq, con una pantalla de 5,3 pulgadas como cuadro de instrumentos, quizá algo pequeña, pero suficiente. Y en el medio del salpicadero, una de 13 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento. Tiene un buen tamaño, pero no alcanza las 15,5 del Mustang Mach-E.

La pantalla cuenta con el software 3.0 mejorado y eso ha hecho que mejoren los gráficos y fluidez. Una pena que la zona táctil para controlar el volumen siga sin estar iluminada. Es compatible con Android Auto y Apple Carplay inalámbrico e integra muchas funciones, como la climatización.

Skoda ha dejado solamente una fila de mandos físicos, que en ocasiones son accesos directos a la pantalla. Y luego hay muchas zonas prácticas. En la consola tenemos zona de carga inalámbrica y dos tomas dos tomas USB-C. No faltan tampoco reposabebidas y otro pequeño hueco portaobjetos al lado del diminuto selector del cambio. Es flotante, por lo que se puede aprovechar la parte baja para dejar cosas.

Y entre los asientos un reposabrazos regulable en altura que esconde un enorme cofre con refrigeración y una toma de 12 voltios. Es parte de los 48 litros de huecos portaobjetos de los que habla la marca.

A las plazas traseras se accede bien porque a pesar de la línea de coupé del coche la puerta mantiene formas bastante cuadradas. Del mismo modo, abren bastante. Una vez dentro, hay un muy buen espacio para las piernas y para la cabeza no está nada mal, solamente tendrán problemas pasajeros de más de 1,90. Curioso que haya cortinillas en las ventanillas y un techo de cristal que no puede cubrirse.

Al final de la consola tenemos salidas de aireadores y control de temperatura, además de tomas USB-C y una de 220 voltios. Nuestra unidad tenía un cajón opcional que continúa el túnel central y puede ser muy práctico para dejar cosas. El coche no destaca en anchura y un tercer ocupante detrás, si bien podría colocar los pies bien, tendría que lidiar con un mullido del asiento más duro debido al reposabrazos… con una trampilla que da acceso al maletero.

Maletero

Esta carrocería coupé roba poco espacio en las plazas traseras y también de maletero. Un portón eléctrico deja un enorme espacio para acceder a un cofre con 570 litros de capacidad, apenas 15 litros menos que un Enyaq iV. Tenemos una formas bastante regulares y se ha aprovechado muy bien los huecos laterales que dejan los pasos de rueda para crear pequeñas zonas para dejar objetos pequeños. ¿Algún pero? Pues el borde de carga, de 78 cm, que es bastante.

Es una cifra que lo coloca como uno de los mejores de entre sus rivales. Incluso si tenemos en cuenta que no tiene maletero delantero, algo que sí ofrecen el Kia EV6 o el Mustang Mach-E:

Es posible que el piso se ponga a dos alturas y hay un pequeño hueco bajo él en la zona más cercana al portón. No es muy grande ya que ahí se ubica el motor. Lo que no faltan son elementos prácticos como perchas retráctiles para colgar bolsas en los laterales, punto de luz, una toma de 12 voltios o ganchos para fijar la carga.

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También destaca por modularidad. Podemos abrir un hueco en el medio para llevar objetos largos y estrechos o bien llevar enseres voluminosos abatiendo los respaldos de los asientos traseros. Están divididos en proporción 40:60 y realizando esta operación consigues un espacio de 1.610 litros de capacidad.

Motor

Puedes elegir entre cuatro opciones mecánicas en el Skoda Enyaq Coupé. Dos de propulsión, el Enyaq Coupé 60 de 180 CV o esta unidad, el Enyaq Coupé 80 de 204 CV. Es exactamente el mismo propulsor que equipaba el Volkswagen ID.5 Pro que probamos.

Luego están las versiones con tracción total, que suman un motor delantero. Por un lado el 80x, de 265 CV y por otro el Enyaq Coupé RS iV, con 299 CV y una estética todavía más deportiva que el Sportline.

El menos capaz monta una batería de 58 kWh y el resto de variantes de 77 kWh. Y la razón de elegir esta unidad es porque estira su autonomía hasta los 553 km, entre 31 y 33 km más que las versiones con tracción total, por lo que es la versión ideal si comparas prestaciones/autonomía.

Y es que tiene 310 Nm de par, acelera de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y alcanza 160 km/h de velocidad punta, limitada electrónicamente. No son datos que te dejan patidifuso pero sí más que suficientes para moverte con soltura, como vamos a ver en marcha.

Comportamiento

El Skoda Enyaq Coupé con el acabado Sportline que conducimos tiene una suspensión rebajada y más firme. Se nota y aporta buenas sensaciones en curva, pero no es un coche deportivo. Fundamentalmente por el peso del coche. Marca en la báscula 2.149 kg, lastrado por el gran paquete de baterías. Como están muy cerca del suelo eso le aporta aplomo en carretera y un bajo centro de gravedad, pero en carreteras de curvas lentas se nota el peso extra, comparado con un coche de combustión convencional.

La suspensión es adaptativa, que filtra muy bien las irregularidades del asfalto, apenas penaliza el confort del coche salvo en los badenes, donde es algo rebotona en el eje trasero, se nota su ajuste más “deportivo”.

Como el Enyaq, me parece fabuloso para viajar por su buena insonorización y calidad de rodadura. Homologa 15.5 kWh/100 km de consumo, cifras que se logran sin excesiva dificultad en ciudad o carreteras secundarias. En autovía el gasto que medimos fue de 20,7 kWh/100 km, por lo que deberíamos parar cada 350 km a recagar.

Admite recargas en corriente alterna de 11 kW y la batería grande de 135 kW en corriente continua. De este modo, en 29 minutos podríamos pasar del 0 al 80 % de carga. Eso sí, el Kia EV6 es capaz de recargar mucho más rápido, gracias a su sistema de 800 voltios:

El Enyaq Coupé ofrece también varios grados de regeneración que podemos regular la intensidad de la frenada regenerativa, desde las levas tras el volante. Desde el 0 en el que avanzas por inercia sin regenerar a otros tres que va aumentando, sin llegar nunca a detener el coche por completo como la conducción one-pedal. En la pantalla puedes activar el modo Auto, que tiene en cuenta la carretera, tráfico y las señales para ajustarla automáticamente, pero me resultó muy intrusivo.

Los 204 CV son adecuados para el peso. Gana velocidad bien, pero no de manera sorprendente, al menos en carretera y recupera de 80 a 120 km/h en 6,1 segundos. En ciudad es otro cantar, porque la respuesta es más inmediata a velocidades bajas. Y a pesar de su tamaño, al ser un coche de propulsión no se mueve mal en maniobras.

Con la suspensión adaptativa DCC encontramos también modos de conducción, los ECO, Normal, Comfort, Sport e Individual. Varían algunos parámetros como la sensibilidad del acelerador o la dureza de la suspensión. El salto de uno a otro no cambia en exceso el carácter del coche, salvo los más extremos.

Y donde resulta también muy agradable de usar el coche es en ciudad. Porque tiene buena visibilidad, teniendo en cuenta el tipo de carrocería que es y porque pese a sus dimensiones es muy sencillo maniobrar con él. Tiene muy buen radio de giro y, sumado a los sensores y ayudas, resulta fácil moverse por zonas estrechas.

Opinión coches.com

El Enyaq Coupé quiere abarcarlo todo. Aporta imagen distinguida, un interior amplio bien rematado, sin que su línea perjudique mucho plazas traseras o maletero. En marcha es un buen coche para moverse en ciudad o autovía, con un gran confort. Las curvas lentas se le atragantan un poco.

Esto nos lleva a buscar sus puntos débiles:

• No tiene un comportamiento ágil, se nota
• Precio de partida elevado
• Capacidades todocamino escasas.

Como decían en el chiste, no se puede ir a setas y a Rolex al mismo tiempo. Esta versión convence por potencia, autonomía y acabados. Eso sí, piden por él 61.090 euros. Lo mismo que por la carrocería convencional o que la versión 80x con tracción total, sin acabado Sportline. Un precio alto pero menor que la del Ford Mustang Mach-E o el Kia EV6 con baterías similares, pero más potentes.

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