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Pruebanoticias/
Mario Nogales

Volvo XC40 T5 Recharge, prueba a fondo del híbrido enchufable tope de gama

Volvo es una marca sueca que siempre ha sido conocida por seguir su propio camino. Aún así, aunque no siga modas, hay tendencia hacia la electrificación es totalmente imparables y al final es necesario que todos los fabricantes se suban al carro. Así que desde hace un tiempo comercializan versiones híbridas enchufables en algunos de sus modelos. Comenzaron por su buque insignia, el Volvo XC90, y no han tardado en aplicarlo en el resto de la gama.

Probablemente uno de los más interesantes sea precisamente este Volvo XC40 T5 Recharge que ponemos a prueba esta semana. Se trata del tope de gama del SUV compacto, la más potente de las dos variantes híbridas enchufables que hay disponibles. Dentro de poco también llegará una versión totalmente eléctrica bajo el abanico Recharge, algo que es posible gracias a la plataforma CMA sobre la que se asienta.

El Volvo XC40 lleva un par de años en el mercado y desde que salió tuvo un éxito ejemplar. Inicialmente tuvieron que aumentar su producción por la acogida que tuvo entre el público y también recibió un premio de categoría como es el Coche del Año en Europa en 2018. Ahora quieren también triunfar entre los SUV híbridos enchufables y la marca sueca se pone el objetivo de que el 20 % de las ventas de este modelo sean de la familia Recharge.

Exterior

La estética es uno de los puntos que más destaca del Volvo XC40. Lo cierto es que ha conseguido diferenciarse bastante el resto de rivales y cuenta con una personalidad muy marcada. Lo consigue con unas líneas minimalistas y que ya llamaron la atención desde que las vimos en el prototipo Volvo Concept 40.1 en 2016. Comenzamos hablando del frontal con un rasgo muy reconocible que también es utilizado por sus hermanos mayores: los faros con el martillo de Thor en las luces diurnas para que no pase desapercibido en ningún sitio.

También cuenta con una parrilla trapezoidal que destaca por su diseño muy ancho, surcada por el logotipo de la marca en cromado y que, en este ejemplar, viene con un marco en negro. Las molduras en ese tono se repiten en los antiniebla y también en la parte baja del paragolpes. En otros acabados aparece una moldura plateada. Todos los bajos de la carrocería van en plástico negro para potenciar su imagen de crossover.

Aunque cuando nos adentramos en el lateral lo que más nos llama la atención son las enormes llantas de 21 pulgadas que apenas caben en esos pasos de rueda. Sobra decir que son opcionales y que tienen un diseño bitono que hace juego con el resto de la carrocería, pues el techo y los pilares también van en negro. Destaca que prácticamente la única diferencia respecto al resto de versiones de combustión sea la toma de carga en la aleta delantera izquierda.

La zaga del Volvo XC40 tampoco deja a nadie diferencia debido a su peculiar diseño. Mientras la mayoría de fabricantes en los últimos tiempos optan por la horizontal, en este SUV compacto destacan unos pilotos bastante verticales gracias a su forma de L que se integra en el techo y en el spoiler que queda sobre la luneta. En el portón aparece el nombre de la marca con letras, mientras que en la parte inferior hay paragolpes de plástico negro en el que destacan unas salidas de escape cromadas que son simuladas, aunque tienen las reales por detrás.

Sobra decir que el Volvo XC40 se asienta en el segmento de los SUV compactos de pleno derecho. Lo hace con una longitud de 4.425 mm, una anchura de 1.863 mm y una altura de 1.652 mm. La distancia entre ejes es de 2.702 mm y a continuación pasamos al interior a ver cómo se aprovechan estas dimensiones.

Interior

Siempre se ha dicho que Volvo es una marca premium y que sus rivales principales son las alemanas Mercedes, Audi y BMW. Y lo cierto es que cuando llegamos al interior ya lo podemos percibir con facilidad, aunque siempre con un toque distintivo que le hace ganar enteros. El XC40, al igual que sus hermanos mayores, cuenta con un sistema multimedia que se manifiesta a través de una pantalla táctil vertical, al estilo tablet, de 9 pulgadas. Sorprende por su buena integración, con las salidas de aire a ambos lados y por una respuesta realmente precisa.

Hay que decir que es una de las más intuitivas del mercado debido a su parecido con los teléfonos móviles y la disposición de las aplicaciones. Cuenta con conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, además de todo tipo de funciones avanzadas. La única pega que le podríamos poner es que desde la pantalla se controla incluso la climatización, lo que hace que desviemos demasiado la atención de la carretera a la hora de modificar algunos parámetros. Y eso que tenemos también algunos botones por debajo de acceso directo.

Desde el puesto del conductor queda a mano un volante multifunción bastante correcto, aunque con unos plásticos que parecen algo desfasados y que empañan un poco el conjunto. A través de él podemos ver una instrumentación digital de 12,3 pulgadas. A pesar de ser una pantalla, lo cierto es que aparecen dos grandes esferas para la velocidad y las revoluciones o el flujo de energía, destacando por su legibilidad. También nos permite ver diferente información, aunque no tiene tantas posibilidades como las de la competencia.

Donde sí que hace frente a sus rivales es en el ámbito de la calidad percibida. La marca sueca imprime ese estilo minimalista y con buen gusto en el habitáculo del XC40. Destacan aspectos como estos estilizados asientos, con unos cabeceros muy dinámicos, que van cubiertos de una tapicería de cuero de buena apariencia y con detalles como la bandera sueca en su etiqueta. También hay que destacar molduras como estas con detalles cromados. No termina de convencer el uso de algunos plásticos más duros, aunque están en zonas menos expuestas.

La habitabilidad del Volvo XC40 no destaca ni para bien ni para mal, se sitúa justo en la media del segmento. Aquí en las plazas delanteras la amplitud es generosa en todas las direcciones. También destaca la comodidad de estos asientos que ya alabamos previamente y que, además, cuentan con reglajes eléctricos para facilitarnos la labor de encontrar la posición de conducción ideal.

Cuando pasamos a las plazas traseras lo cierto es que encontramos exactamente lo que esperábamos. Hay bastante espacio para las piernas y también para la cabeza en mi caso, midiendo poco más de 1,70 metros. Sin embargo, los más altos sí que tendrían problemas para entrar aquí y tenemos el hándicap habitual de una plaza central más estrecha y carente de forma, además de estar surcada por un túnel de transmisión prominente.

Maletero

Cuando llegamos al maletero del Volvo XC40 T5 Recharge nos llevamos una grata sorpresa. Estamos acostumbrados a que los híbridos enchufables pierdan capacidad en esta zona debido a la posición de las baterías. Sin embargo, aquí tiene una forma de T para ocupar el túnel central y lla parte inferior de los asientos, así que se mantienen los mismos 460 litros que tienen las versiones de combustión para situarlo ligeramente por encima de otros rivales. También hay que mencionar lo aprovechables que son sus líneas rectas o que haya un hueco bajo el piso que es perfecto para dejar su cable de carga.

Opcionalmente también puede llevar una rueda de repuesto. Y otro punto que habría que destacar es la existencia de portón de accionamiento eléctrico y también la posibilidad de abatir la segunda fila de asientos en dos partes (60:40) de forma manual (en otras versiones se puede hacer eléctricamente a través de dos botones). Cuando lo realizamos queda una superficie casi plana que ofrece hasta 1.336 litros de capacidad.

Equipamiento

El equipamiento del Volvo XC40 T5 Recharge se limita a únicamente dos acabados. Mientras que en otras versiones de combustión se puede optar por hasta cinco, en este caso solamente nos quedan los dos superiores de la gama. El Inscription ya va bien cargado y consigue un toque de distinción gracias a elementos como llantas de 19 pulgadas, barras de techo en aluminio, portón trasero eléctrico, tapicería parcial cuero, climatizador bizona, asientos con ajustes eléctricos, sistema Sensus con pantalla de 9 pulgadas, instrumentación digital de 12,3 pulgadas, inserciones Drift Wood o alfombrillas Inscription.

Por otro lado, tenemos el acabado R-Design, que es el que lleva nuestra unidad de pruebas y saca su lado más deportivo. También cuenta con unas llantas de 19 pulgadas en negro, paragolpes específicos, parrillla con malla en negro, barras de techo y retrovisores en negro, asientos Contour con tapicería Nubuck/Parcial Cuero Nappa Sport, inserciones de aluminio Cutting Edge, pedales R-Design o el chasis deportivo.

Aunque siempre se puede aumentar la dotación echando un vistazo a la lista de opcionales. En el caso de nuestro Volvo XC40 T5 Recharge hay algunos componentes como las llantas de 21 pulgadas de cinco radios dobles y algunos packs como el Navi & Park Assist (sistema de sonido Harman/Kardon, sensores de aparcamiento delanteros y trasero y cámara trasera) o el Driver Assist (suma ayudas a la conducción gracias al IntelliSafe Assist y al Intellisafe Surround).

Motor

Llegamos al punto más especial del Volvo XC40 T5 Recharge, que es su sistema de propulsión híbrido enchufable. Por un lado, está el bloque de gasolina con tres cilindros y 1.5 litros, que es el primero de estas características que lanzó la marca y que ya por sí solo es capaz de arrojar 180 CV de potencia. Por el otro lado, una mecánica eléctrica de 60 kW, que equivaldría a 82 CV. En total, se combinan para conseguir una potencia de 262 CV y 425 Nm de par, que no está nada mal para un SUV compacto de su categoría. Siempre va ligado a una transmisión automática de siete velocidades y a la tracción delantera.

Aunque dijimos que el maletero no se resentía, sí que lo hace el depósito de combustible, que pasa de los 54 a los 48 litros. Aún así, esa pérdida va suplida por la batería de litio de 10,7 kWh de capacidad, es que la que le permite a este ejemplar tener una autonomía eléctrica de hasta 50 kilómetros (56 kilómetros en modo Pure). La batería se recarga en unas 9 horas en una toma convencional o en tres horas con un Wallbox. De su ficha técnica destacar que acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y que alcanza una velocidad máxima de 205 km/h. También que homologa un consumo de apenas 1,8 l/100km y unas emisiones de CO2 de 41 g/km.

Comportamiento

Ya estamos al volante del Volvo XC40 T5 Recharge y lo cierto es que lo primero que sorprende es el refinamiento a nivel acústico que tenemos en este interior. Durante la marcha, apenas llegan ruidos ni vibraciones gracias a la elevada insonorización. Eso, y que también hay que decir que siempre que tengamos batería el arranque será en eléctrico y así seguirá moviéndose siempre que no haya demasiada demanda de potencia. Cuando pisas más a fondo el acelerador ya entrará el motor térmico, pero hay veces que incluso cuesta distinguir cuando sucede.

Lo cierto es que el carácter del híbrido enchufable dependerá en gran medida del modo de conducción que llevemos seleccionado. Por defecto nos movemos en el Hybrid, que es el que se encarga de intercalar el uso de las dos mecánicas de forma inteligente. También tenemos un modo Pure en el que se prioriza el uso de la electricidad, aunque sigue entrando el motor térmico si aceleramos a fondo o si sobrepasamos los 125 km/h. El modo Power es el más deportivo, pues combina ambas mecánicas para sacar todo el jugo y las prestaciones que mencionamos.

Además de estos modos de conducción, también hay un par de funciones adicionales que merece la pena conocer. Desde la pantalla podemos seleccionar opciones de gestión de energía de la batería. Por un lado, tenemos el Hold, para mantener la carga de la batería que hay en ese momento; y por el otro lado el Charge, para ir recargando la batería sobre la marcha con el funcionamiento del motor de gasolina. Hay que decir que sin seleccionar estas opciones la batería también se recarga con la inercia y con la frenada regenerativa. También hay un modo Off Road para optimizar la entrega de potencia a bajas velocidades.

Y ya hablando de la batería y del modo eléctrico, algo que preocupará a todos los usuarios que busquen un híbrido enchufable, hay que decir que en situaciones normales hemos sacado algo más de 30 kilómetros de autonomía. Está bastante por debajo de lo homologado, pero hay que decir que en cuanto sales a autopista o a carretera secundaria se ven las limitaciones. Para acercarse a los 40 kilómetros tendría que hacerse en recorridos urbanos y cuidando el pedal derecho.

El consumo medio de este modelo dependerá mucho de lo cercano que tengamos un enchufe. Si lo cargamos a diario y aprovechamos al máximo su batería lo cierto es que será fácil acercarse a los consumos homologados. Pero cuando no lo cargamos o recurrimos al motor térmico para cargar la batería, veremos como el consumo de gasolina se dispara por encima de los 8 litros. Nosotros esta semana sin haber podido recargarlo mucho tenemos una media de 6 l/100km.

Y en general hay que alabar el buen tacto de este Volvo XC40 T5 Recharge. No podemos hablar de sensaciones deportivas, pero sí de un empuje ejemplar y de contundencia por su nivel de potencia. La transmisión automática de doble embrague es una buena elección por su rapidez y por la posibilidad de cambiar manualmente a través de las levas en el volante. Por sacarle alguna pega, hay que decir que a veces puede llegar a ser algo brusca en comparación con otras de la competencia.

La puesta a punto de este SUV compacto busca en todo momento el confort. La suspensión puede parecer algo blanda, pero tampoco es que luego nos vayamos a encontrar balanceos acusados. La dirección sí que nos parece demasiado asistida y no transmite todo lo que nos gustaría. Pero sin duda, el punto que menos nos ha convencido del coche ha sido el tacto del pedal del freno. Debido a la frenada regenerativa nos parece difícil de dosificar, pues no es demasiado progresiva y unas veces da la sensación de no frenar y otras nos deja clavados.

Opinión coches.com

El Volvo XC40 T5 Recharge es una buena opción para hacerse con un SUV pintón con la etiqueta CERO. En un segmento en el que cada vez hay más híbridos enchufables para elegir, la marca sueca propone un coche diferente, tanto por fuera como por dentro, para los que quieran sobresalir. En términos de diseño exterior lo cierto es que se trata de un coche atractivo y que gira cabezas a su paso. En el interior también tiene una disposición diferente y una tecnología actualizada y accesible.

La calidad es más que correcta y la habitabilidad también está a la altura. Eso nos deja con que uno de los puntos más interesantes es el sistema híbrido enchufable T5 Recharge, el más potente de la gama con sus 262 CV. Destaca por su refinamiento y entrega, aunque la autonomía se puede quedar algo corta para algunos usuarios. También hay que decir que no es precisamente barato, pues su precio de partida está por encima de los 50.000 euros.

Volvo XC40 T5 Recharge
7.8Nota
Lo mejor
  • Personalidad en el diseño
  • Calidad interior
  • Confort en marcha
Lo peor
  • Climatizador en la pantalla
  • Autonomía algo justa
  • Precio con extras
Diseño8.5
Habitabilidad7.5
Acabados8
Maletero7.5
Equipamiento8
Motor8
Comportamiento8
Calidad Precio7

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