Había muchas expectaciones creadas alrededor del lanzamiento del nuevo Volvo XC60. No es para menos, todo lo que hace la marca sueca últimamente está rodeado de cierto halo de admiración, de cierto reconocimiento hacia el trabajo bien hecho. La primera generación del XC60 llevaba casi una década en el mercado y solamente había recibido un lavado de cara en 2013. Llegaba el momento de los cambios.
Se trataba del momento ideal para el lanzamiento de una segunda generación. Volvo se encuentra en plena ofensiva de producto, un movimiento estratégico que comenzó con el gran XC90 y que se extendió por los modelos más grandes. Solo era cuestión de que ese soplo de aire fresco llegase a los modelos medianos y más a este SUV del segmento D, un producto que suponía alrededor del 30 % del total de las ventas de la marca sueca.
De esta forma, adaptando una plataforma ganadora como la SPA (Scalable Product Architecture) y adoptando un lenguaje de diseño totalmente renovado, el Volvo XC60 se dispone a plantar cara a sus rivales premium. Hasta ahora, éste parecía un terreno vedado en el que solo podía entrar los alemanes. Los Audi Q5, BMW X3 y Mercedes GLC acaparaban todas las miradas. Pero cuidado, porque un lince sueco anda al acecho.
Exterior
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El cambio de diseño en Volvo ha sido radical. Se mantiene esa tendencia minimalista que tienen los escandinavos y se aplica todo lo que tan bien ha funcionado en su hermano mayor. Se aprecia como un XC90 más pequeño y eso consigue que sus líneas sean incluso más armoniosas. Mide 4,69 metros de largo (26 cm menos que el XC90), 1,90 metros de ancho y 1,66 metros de alto. Además de ser más largo, ancho y bajo que su antecesor, cuenta con una distancia entre ejes que crece hasta los 2,78 metros.
Analizando su estética vemos que el frontal es la zona donde más innovación hay. Si tenemos que destacar un elemento, sin duda serían los faros LED con el martillo de Thor, que hacen homenaje a la mitología patria. La parrilla delantera también es bien conocida por su forma trapezoidal y va surcada por el logotipo de la marca. La parte baja del paragolpes queda rematada por unas tomas de aire y unos pequeños antinieblas en el inferior.
La lateral probablemente es la vista más sobria del nuevo SUV mediano. Es la que más recuerda a su antecesor, aunque cuenta con una silueta algo más dinámica. Eso se consigue con las nervaduras que aparecen en la parte baja, en ambas puertas, o la línea de tensión bajo el pilar C. Los marcos de las ventanillas y las barras del techo tienen un acabado cromado. Nuestra unidad calza las llantas de 18 pulgadas que vienen de serie, pero se le pueden equipar otras de hasta 22 pulgadas de forma opcional.
La zaga también es característica de Volvo y se presenta con un pequeño spoiler sobre la luneta inclinada. Aquí el protagonismo se lo llevan los grandes pilotos traseros LED con forma de ‘L’, con la sección horizontal más corta y adentrándose en el generoso portón. En la parte baja aparece un paragolpes que gana anchura y que recibe las dos pequeñas salidas de escape (cromadas y circulares) a ambos lados.
Interior
El interior es otra de las zonas donde se respira esa atmósfera escandinava inconfundible. Lo primero que llama la atención es su tecnología, representada por la pantalla táctil de 9 pulgadas en posición vertical. Ocupa buena parte de la consola central, tiene un funcionamiento preciso y es tan intuitiva como cualquier tablet que tengamos por casa. Está rodeada por dos aireadores y por debajo suyo aparecen algunos de los pocos botones que encontraremos.
Desde el puesto del conductor tenemos acceso a un volante multifunción de tacto y envergadura exquisitos. A través de él, alcanzamos a ver otra de las grandes novedades del XC60, la instrumentación digital que se vale de una pantalla de 12,3 pulgadas para mostrar con precisión y a nuestro gusto todo tipo de datos. Para éste propósito también contaremos con la ayuda de un Head-Up Display que consigue que no sea necesario apartar la vista de la carretera.
Una de las particularidades que llaman la atención en los Volvo es la parte baja de la consola central. Justo por detrás de la palanca de cambios encontramos una pequeña botonera con varias funciones. Para arrancar el motor hay que girar ese peculiar mando de forma hexagonal y tacto refinado. El mismo patrón sigue la rueda de los modos de conducción (Drive Mode), mientras que por detrás están el botón del freno de estacionamiento y el del Start&Stop.
Porque hay que destacar que el cuidado por detalles es muy elevado en este Volvo XC60. Los suecos, sin duda, entran en el podium en cuanto al buen hacer de sus interiores. En este caso no podía ser menos y, a pesar de contar con el acabado básico, destaca en este apartado. Aunque tiene un aspecto peculiar la tapicería de tela tiene un tacto sobresaliente, las inserciones metálicas le dan un toque distintivo y los plásticos que aparecen son blandos y agradables al tacto. Incluso las alfombrillas tienen una anchura y mullido distinguidos.
En términos de habitabilidad, el Volvo XC60 también saca pecho. Gracias a la plataforma SPA y a las nuevas dimensiones, es bastante más amplio que su antecesor. Ya se nota en las plazas delanteras, que además ofrecen una posición de conducción inmejorable y unas formas que hacen que los kilómetros no pasen factura. Mención aparte para sus peculiares reposacabezas y la forma de abatirlos.
Pero el verdadero progreso sucede en las plazas traseras, que ahora se benefician de más centímetros para sus cabezas y sobre todo para sus piernas. La anchura de la segunda fila también es bastante buena, pero como suele pasar en estos modelos, es más recomendable que viajen cuatro pasajeros. La plaza central está más elevada y cuenta con un prominente túnel de transmisión que molestará a su ocupante
Maletero
Del maletero del Volvo XC60 tenemos que decir que está algo por debajo de la media del segmento. Con 505 litros de capacidad se queda algo por detrás del trío alemán de rivales que ofrecen todos ellos 550 litros. Sin embargo, esa es la única crítica que se le puede lanzar, pues presenta unas formas muy regulares y aprovechables. También facilita la carga el estor que se eleva cuando se abre el portón automáticamente, más cómodo que la clásica bandeja.
Bajo el piso tendremos un hueco portaobjetos no demasiado voluminoso, pero con algo de espacio para dividir la carga. Más interesantes son los botones que nos permiten abatir los asientos en dos partes (60:40), dejando una superficie lisa y un espacio mayor. En caso de contar con la suspensión neumática (como nuestra unidad), habrá un botón que permite que descienda el eje trasero y que la boca de carga quede mucho más baja. Al cerrar el maletero el coche vuelve a quedar nivelado.
Equipamiento
El equipamiento del Volvo XC60 es bastante completo incluso de serie. El acabado básico, el que equipa nuestra unidad, es el Momentum. Cuenta con llantas de 18 pulgadas, iluminación LED, climatizador bizona con Clean Zone, pantalla táctil de 9 pulgadas, asientos delanteros calefactados y con regulación eléctrica, sensores de aparcamiento, portón trasero eléctrico y ayudas a la conducción City Safety que incluye mantenimiento de carril o frenada de emergencia.
Por encima se puede escoger el Inscription, que suma llantas de 19 pulgadas, instrumentación digital de 12,3 pulgadas, tapicería de cuero nappa, inserciones de madera, asientos ventilados o iluminación ambiental. El tope de gama es el R-Design, con un aspecto exterior más deportivo (llantas específicas, parrilla delantera negra y acabados plateados mate), asientos y volante deportivos o suspensión deportiva.
A pesar de venir con el acabado más básico, nuestra unidad montaba bastantes elementos de la lista de opcionales. La tecnología la ponía el sistema multimedia Sensus, con su conectividad avanzada y conexión Wi-Fi, o la cámara de 360º. El confort venía de la mano de los asientos calefactados y ventilados (y solo calefactados detrás) o de la climatización de cuatro zonas. La distinción era para el sistema de sonido Bowers & Wilkins con 19 altavoces (incluido el del salpicadero), 1.400 W de potencia y la capacidad de reproducir el sonido de la Sala de Conciertos de Gotemburgo.
Los coches de Volvo siempre se han caracterizado por su seguridad. Desde la patente del cinturón de seguridad hasta los avanzados sistemas de hoy. El SUV que tenemos entre manos no podía ser menos y recientemente se ha erigido como el coche más seguro de su categoría según EuroNCAP. Destaca por sus sistemas de seguridad de serie, aunque también son recomendables otros opcionales como el paquete IntelliSafe Pro.
Motor
La gama mecánica del Volvo XC60 está formada por los populares motores Drive-E de cuatro cilindros y 2.0 litros que están presentes en toda la gama de modelos. Por la parte del diésel aparece el D3 con 150 CV y cambio manual de seis velocidades como versión de acceso. En un escalón intermedio está el D4 con 190 CV, con cambio manual o transmisión automática de ocho relaciones y con tracción delantera o total AWD. Por encima queda el D5 con 235 CV, que solamente puede ser automático y 4×4.
Si miramos entre los gasolina de momento solo están las versiones potentes. Hablamos del T5 de 250 CV que solo puede ir con el cambio automático (se puede elegir tracción) y del T6 de 320 CV que es automático y AWD obligatoriamente. El tope de gama es el T8 Twin Engine, el híbrido enchufable que combina el motor de gasolina con uno eléctrico para entregar una potencia conjunta de 407 CV. También va con la caja automática y con la tracción total.
La unidad que probamos es un Volvo XC60 D4 AWD ligado al cambio automático de ocho velocidades. Probablemente una combinación que se llevará un buen porcentaje del mix de ventas y que lleva un bloque de 2.0 litros que desarrolla 190 CV y 400 Nm de par. Las prestaciones de este modelo son una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y una velocidad máxima de 205 km/h. Sus consumos y emisiones de CO2 son de 5,5 l/100km y 144 g/km.
Comportamiento
Cuando nos ponemos al volante del Volvo XC60 es fácil reparar en las virtudes del motor D4. A ralentí deja bastante presente su condición de diésel, sin embargo, el sonido y las vibraciones apenas llegan al interior gracias a su buena insonorización. Es un motor muy lleno a bajo y medio régimen, con sus 400 Nm de par ayudando en adelantamientos e incorporaciones. El diésel intermedio es más que suficiente para mover al SUV que supera los 1.800 kg.
La combinación con el cambio automático de convertidor de par y ocho velocidades también es un acierto. Es una caja bastante rápida y que hace unas transiciones muy suaves. Además puede adaptar su funcionamiento a los modos de conducción o nos permite cambiar a través de las pequeñas levas metálicas en el volante. Para seleccionar el modo tenemos la ruleta, pero para el resto de funciones, incluyendo la climatización, tenemos que recurrir a la pantalla. Eso hace que se desvíe demasiado la atención en marcha.
Y volviendo al Drive Mode, nos permite hacer cuatro opciones que modificarán parámetros como la respuesta del motor, del cambio, de la suspensión o de la dirección. El Eco nos ayuda a conseguir consumos bajos incluyendo un ‘modo vela’ que desacopla la transmisión. El Comfort es muy equilibrado y cómodo para viajar. Con el Off Road la suspensión se eleva y nos permite hacer incursiones fuera del asfalto. En el Dynamic se dispone todo para ofrecer un comportamiento algo más deportivo.
Si hay algo que podemos destacar del Volvo XC60 es que se trata de un ‘rodador nato’, un coche con que el hacer miles de kilómetros sin apenas inmutarse. En autopista se convierte en el compañero de viaje perfecto gracias a un aislamiento notable y una calidad de rodadura al alcance de pocos. En ciudad tampoco desentona debido a su facilidad de conducción, mostrando una agilidad que sorprende si tenemos en cuenta su peso y dimensiones.
Vale que no es el coche más adecuado para ir a una carretera revirada, pero lo cierto es que no flaquea casi en ningún terreno. La causa principal para haberlo logrado eso es la suspensión neumática, un extra altamente recomendable. Consigue absorber cualquier desperfecto en el terreno y a la vez evita que aparezcan balanceos exagerados (algo bastante común con estas carrocerías). La dirección también deja un buen sabor de boca, pues es bastante comunicativa a pesar de su asistencia.
De manera que nos encontramos con que el SUV se posiciona como uno de los más confortables del segmento y además no desentona en dinamismo. A este punto llegamos habiendo recorrido varios cientos de kilómetros y viendo que tenemos un consumo medio de 7,2 l/100km. Queda claro que lo homologado era muy optimista y que la tracción total penaliza un poco este apartado. Resaltar que en autopista y autovía a velocidades de crucero es posible rondar los 6 litros.
Terminamos la prueba haciendo mención a la tecnología Pilot Assist del Volvo XC60. Este sistema de conducción semiautónoma hace que el conductor pueda despreocuparse en algunas situaciones. Siempre que la señalización de la vía sea correcta, será capaz de hacerse cargo de la dirección para mantener el coche en el carril y de la aceleración y la frenada para mantener la velocidad o la distancia respecto a otros vehículos. Por seguridad hay que mantener las manos en el volante, en caso contrario te avisará mediante una alerta.
Opinión coches.com
A modo de resumen, hay que decir que la segunda generación del Volvo XC60 se ha puesto a la altura de lo esperado. Rivaliza seriamente con los alemanes gracias a su nuevo lenguaje de diseño moderno y atractivo, en la línea del resto de productos. En el interior se actualiza con un despliegue tecnológico importante, con muchos sistemas interesantes y con más ayudas que nunca. Tampoco renuncia a la habitabilidad, aunque su maletero se quede un poco por debajo de la media.
Probamos el D4 190 CV AWD, el motor diésel intermedio ligado a la transmisión automática, una de las combinaciones más demandas. Su comportamiento es un claro ejemplo de equilibrio, destacando por su confort en marcha y no desentonando en ningún terreno. Uno de los elementos clave es la suspensión neumática opcional que garantiza un mayo talante. En definitiva, una opción muy a tener en cuenta por todos aquellos que busquen un SUV mediano.
- Estética renovada y atractiva
- Habitáculo amplio y de calidad
- Confort en marcha
- Plaza central trasera
- Maletero por debajo de la media
- Precio con opciones elevado
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