Hace un mes que publicábamos la prueba a fondo del DS 7 Crossback, en concreto la de su variante con mecánica híbrida enchufable. La pregunta que nos hacíamos como hilo conductor es si la gente de PSA había conseguido hacer un modelo de lujo (premium, como se dice ahora).
Si bien el diseño no es arriesgado, pues no convenía arriesgarse mucho con el primer modelo 100% DS, cuenta con elementos que lo hacen único, sobre todo en las ópticas, realmente trabajadas. En el interior la cosa va a más, donde además de un buen espacio ofrece una calidad de materiales a la altura de otros rivales de los SUV grandes.
Pero no creas que destaca solamente por un envoltorio elegante. Hay detalles de equipamiento, como la tapicería, la cámara de visión nocturna o los asientos traseros reclinables eléctricos que se ofrecen sin coste extra y que hay que pagar un extra bastante elevado en los referentes alemanes, caso del Audi Q5, el BMW X3 o el Mercedes GLC.
¿Y qué nos pareció el motor que probamos? Pues que El DS 7 Crossback E-Tense pretende ofrecerlo todo: gran nivel de potencia (300 CV), bajos consumos y emisiones (es un SUV híbrido enchufable que con etiqueta Cero) e incluso tracción total si disponemos de energía en sus baterías, que son más que suficientes para movernos en el día a día y que siempre guardan algo para ayudar a un motor térmico que con 180 CV no se queda corto para mover a un coche potente… pero que se nota pesado en ocasiones y que, pese a la apariencia racing del acabado que probamos, tiende más a ser cómodo que deportivo.
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