Puede que seas un entusiasta de la conducción y no quieras separarte de tu coche. Si ese es tu caso, tal vez no te interese mucho lo que te vamos a contar aquí. Sin embargo, si eres de esas personas que apenas hace kilómetros al año, sí. Porque tener un coche, lo muevas o no, implica una serie de responsabilidades y de gastos. ¿Por qué estar pagando por algo que no usas? Eso es lo que entidades como Wabi quieren solventar.
En el mundo ideal, esto jamás pasaría. Tener un coche en propiedad significa pagar por un seguro, por un mantenimiento, por posibles averías… Hasta por el mero hecho de tenerlo en tu residencia (IVTM). Sin embargo, sí que existe una alternativa. ¿Tengo el coche muerto de risa? ¿Por qué no venderlo y suscribirme a uno?. Esta técnica no es nueva y existen multitud de empresas dedicadas a ello. Cuando te suscribes a un coche, las ventajas son numerosas, y más cuándo cuadra con tu perfil y se adapta a tus necesidades.
¿Qué solo quieres el coche para irte de vacaciones? Suscríbete a un gran monovolumen por un mes. ¿Sólo lo utilizas para hacer unos pocos kilómetros a la semana por la ciudad? Coge uno más pequeño y maniobrable. Y olvídate de pagar un seguro, pasar la ITV o de tener que ir al taller por una avería inesperada que te fastidiará las cuentas al final del mes. Con el coche por suscripción, pagas una cuota, y te olvidas de todo. ¿Y si te surge algún imprevisto en el transcurso del contrato? Siempre puedes cancelarlo.
Además, los planes de pago se pueden perfilar casi al gusto del consumidor, aunque no has de pasar por alto la letra pequeña del contrato de arrendamiento. Todo es estudiarlo, pero tener un vehículo en propiedad en desuso, dependiendo de las circunstancias, puede ser totalmente innecesario. Además de eso, la mayoría de los vehículos relativamente nuevos valen mucho dinero y son un buen activo no sujeto a impuestos para conservar, más que nada porque perderán gran parte de su valor con el tiempo.
Un coche al que no damos uso es un activo demasiado valioso como para que merezca la pena aferrarse a él. Por eso puede ser una buena idea venderlo, sacarse unos cuartos extra y gastar ese dinero solo cuando realmente lo necesitemos. Incluso si tienes un golpe, no hay de qué preocuparse, siempre y cuando sea un accidente y no hayas cometido un delito. Dada la forma en que están estructurados los términos y condiciones de las empresas de coches por suscripción, tú no eres responsable del error de otra persona.
Con el coche por suscripción, tan solo es disfrutar del vehículo el tiempo que lo quieras o lo necesites tener. No te preocuparás ni por el desgaste, ni por el kilometraje ni por la edad. Incluso podrás probar diferentes modelos de diferentes segmentos casi cuando te plazca y cambiar de coche cada dos por tres. Al fin y al cabo, pagas una cuota mensual por tener un coche y no pensar en todos los problemas que acarrea, algo que puede minimizar enormemente tus gastos en comparación a tener un coche en propiedad, y más aún si no lo usas.