Cuando echas un vistazo a los últimos lanzamientos del trío premium germano por excelencia: Mercedes, BMW y Audi, uno no puede dejar de obviar que los de los cuatro aros van algo por detrás en renovación de gama y, sobre todo, electrificación. Ahí están los renovados BMW X3 y Mercedes GLC, mientras el Audi Q5 a la venta es una actualización de la segunda generación (que data de 2017).
Si hablamos de eléctricos, Mercedes y BMW ya cuentan con sendas berlinas de representación, los EQS y BMW i7… y con berlinas más pequeñas, caso de los BMW i4 e i5 o el Mercedes EQE. En Audi, se limitan al Q8 e-tron y a Q4 e-tron (de acuerdo, admitamos incluso el e-tron GT). Es algo que puede observar cualquiera y que ha reconocido el CEO del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, al admitir que la alineación de la marca está «rezagada con respecto a la competencia», particularmente en lo referente a vehículos eléctricos.
Estas palabras se dijeron a inversores en el Capital Markets Day de VW Group. Ahí Blume también indicó que Audi Group, que incluye a marcas como Bentley, Lamborghini y Ducati, además de a la propia Audi, se va a reorganizar. Todo para revivir su «enorme potencial», según sus porpias palabras.
¿Qué pasó con Audi?
Audi lideró el mercado premium europeo y mundial y no supo defenderlo frente a competidores clave. «También nos enfrentamos a graves problemas de software que retrasaron el plan de lanzamiento de emocionantes productos eléctricos”, apuntó Blume.
Eso es realmente preocupante, que la línea de modelos vaya por detrás de lo que ellos mismos pueden hacer. Y claro, ya se nota. Su mercado principal es China (Audi Group vendió en el primer trimestre un 16 % menos) y allí sus modelos eléctricos no son competitivos frente a los competidores.
¿Cómo va a revertir esta situación?
Audi quiere «renacer» centrándose en desarrollar más rápidamente coches eléctricos. Y ahí la gama RS tiene mucho que decir. Sobre todo porque es la más interesante desde el punto de vista financiero. Se plantean una línea de eléctricos de alto rendimiento y es lógico, ya que pretenden tener un margen de beneficios del 13 % en 2030, cuando ahora es de «sólo» un 11 % –dato del primer trimestre del 2023–.
En cuanto a producto, que es lo que le interesa al público, el primer modelo en llegar será el Audi Q6 e-tron, en 2024. Es el primer vehículo de la marca desarrollado sobre la arquitectura PPE (Premium Platform Electric), compartida con el Porsche e-Macan. Admite tiempos de carga más rápidos (del 10 al 80 % de la capacidad de la batería en 21 minutos) y mayor conducción semiautónoma. Y un pero, tendrá la versión 1.2 del software de VW Group, que está por detrás del de otros competidores. De proyecto Artemis (con la plataforma SSP), que se había anunciado por el anterior CEO del grupo, Herbert Diess, ni una palabra.
«Audi quiere centrarse en lo que la hace diferente, manteniéndose fiel a su lenguaje de diseño y altos estándares de calidad, al tiempo que brinda la mejor experiencia individualizada para el cliente en su clase”, indicaba Blume.
Fuente: Automotive News