Si piensas en BMW, ¿cuál es la primera palabra que se te viene a la cabeza? Para algunos habrá sido deportividad, para otros tecnología; pero algo en lo que quiere destacar la marca alemana es la innovación. Para ello ha organizado los BMW Innovation Days 2017, unas jornadas en las que nos muestran en detalle alguno de los campos en los que han realizado avances importantes. Lo hacen en unos talleres teórico/prácticos que nos enseñarán curiosidades que hasta ahora desconocíamos.
BMW es una marca en constante desarrollo. El año pasado invirtió un total de 5.169 millones de euros en I+D, una cantidad que representa alrededor de un 75% de su beneficio. También supone una cantidad mayor de que la que invirtió un país como Portugal o el 50% de la inversión en España. Esto ha servido para que algunas tecnologías de vanguardia aparezcan en algunos de sus modelos de serie y para que otras, más futuristas, vayan a aparecer en los próximos años.
Tecnología por bandera
Teníamos solamente una mañana para conocer todos los entresijos tecnológicos de la marca. Por lo tanto nos dividimos para atender a tres talleres distintos que constaban de 30 minutos de teoría y 30 minutos de práctica. En nuestra primera parada empezamos a aprender de tecnología aplicada a la producción, a los motores y a la conectividad. Los expertos de BMW comienzan con algunas curiosidades como que en sus centros, de forma interna, se utilizan unas gafas de realidad aumentada desde 2006 para ayudar a la realización de algunas labores.
Aunque donde de verdad se centraron fue en el avance que han experimentado sus motores en los últimos años. El BMW 2002 Turbo fue el primer modelo en montar un motor turboalimentado en 1973. Desde entonces se ha marcado una tendencia en torno a este tipo de mecánicas y en 2004 aparecía un motor con dos turbos en serie. De esta forma uno era destinado para altas y otro para bajas, de modo que la respuesta estaba más compensadas.
En 2012 siguió la evolución con la inclusión de tres turbos en algunos modelos 50d de la marca. Aunque la panacea de este sistema llegó el pasado 2016 con los cuatro turbos que equipa el BMW 750d. En su motor de seis cilindros encontramos dos turbos pequeños de alta presión, que son variables y que apoyan la respuesta a bajas vueltas y otros dos turbos más grandes que tienen menos presión, no son variables y que ayudan a altas vueltas. El resultado es un complejo sistema que permite actuar a los cuatro turbos a la vez y que ayuda a reducir consumos y emisiones.
También tuvimos tiempo para hablar de BMW Connected, que lleva la conectividad a nuevos niveles. Se apoya en la BMW Display Key, la futurista llave de la marca que parece un smartphone y que viene con los nuevos Serie 5 y Serie 7. Con ella las posibilidades son casi infinitas, permitiéndonos alguna cosas como ver dónde está el coche (vista de 360 grados), poner las luces o el climatizador de forma remota. Se pone interesante cuando nos toca la parte práctica y vemos lo fácil que es aparcar un BMW 530d desde fuera del vehículo utilizando la llave o su aparcamiento automático en batería.
BMW iPerformance
El segundo taller trata sobre la sostenibilidad de la marca y su gama de vehículos más ecológico: los BMW iPerformance. La cultura ‘Efficient Dynamics’ parece haber llegado a todos los niveles y actualmente se preocupan en ser sostenibles incluso en el proceso de producción. Así nos encontramos datos tales como que BMW lleva siendo 15 años la marca más sostenible según un estudio de Dow Jones, que solamente se producen 4 kg de desechos por cada vehículo o que emplean seis veces menos cantidad de agua de lo que se emplea en hacer un filete de ternera.
Y esto llega a su máxima expresión en su gama de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. La ‘i’ de estos modelos significa innovación y en su producción se utilizan energías renovables y materiales reciclados. Por allí vemos los BMW i3 y BMW i8, que emplean hojas de olivo, lana, madera de eucalipto o kenaf. Por debajo de estos, están los iPerformance , que llevan una mecánica híbrida enchufable a cada modelo de la gama. Son los BMW 225xe Active Tourer, BMW 330e, BMW 530e, BMW X5 xDrive40e y BMW 740e. Nos explican que quieren que su dinamismo se mantenga intacto.
Los motores eléctricos han cambiado la disposición de los imanes para mejorar la entrega de par a la vez que se gasta menos energía. También se ha estado trabajando en las baterías modulables para que sea más fácil la sustitución de sus celdas. Hay mucha preocupación en la gestión de la energía, hasta el punto de que el i8 monta faros láser. Dice ser el primer modelo de producción que los utilizó y las ventajas de esta tecnología es una mayor potencia y eficiencia, además de tener un haz de luz más estrecho que permite ciertas licencias.
La parte práctica del segundo taller termina con una pequeña toma de contacto con el BMW i3. Este modelo ya lo pudimos probar a fondo hace tiempo y nos sorprendió por su concepto revolucionario. Nada más abrirlo destaca por su amplitud interior y por estas características puertas tipo suicida. Lo siguiente que llamará nuestra atención es el salpicadero limpio y los materiales que adornan el habitáculo, entre los que aparece la madera.
Por la zona de Villaverde este pequeño eléctrico se encuentra como pez en el agua. Nos movemos en completo silencio por las calles y salimos ‘escopetados’ de los semáforos aprovechando la entrega inmediata de par de su motor. Su capacidad de aceleración llama la atención casi tanto como su retención de energía, que hace que prácticamente frene cuando levantamos el pie del acelerador. Durante la breve prueba no podemos apreciar su autonomía, pero con la nueva versión de 94 Ah acercarse a los 300 kilómetros.
BMW M y M Performance
El último taller que tenemos es el de los deportivos, los BMW M y M Performance. Esta división no necesita presentación y comenzó con el mítico y exclusivo BMW M1 a finales de los 70. Aunque el primero para el gran público fue el BMW M3 que llegó en 1986 tras haber sido desarrollado en circuito. A día e hoy vemos una completa gama formada por los M2, M3, M4, M5, M6 y los X5 y X6 M. Para los que no quieran llegar al extremo, también están los M Performance, deportivos más civilizados de los que encontramos una versión en cada modelo de la gama.
A lo largo de los años siempre ha habido ediciones especiales, sobre todo del BMW M3. Ha habido E30 Sport Evolution, E36 GT, E46 CSL, E92 GTS y hace poco llegó el BMW M4 GTS. Se trata actualmente del máximo exponente de deportividad e innovación gracias a una serie de novedades que incluía. Sorprendió a todo el mundo con la inyección de agua, que sirve para refrigerar y para mantener las prestaciones a la vez que se evita que se disparen las emisiones y los consumos. Inyectando agua en la cámara de combustión se bajan 30 grados la temperatura. Lleva un depósito de 5 litros en el maletero y en conducción normal dura unos 2.500 kilómetros.
Otra de las novedades son sus pilotos OLED. Estos LED orgánicos tienen como ventajas una mayor eficiencia y durabilidad que los tradicionales. Sus diodos tienen un tamaño más reducido (150 veces más fino que un cabello humano) y permite que los faros adopten unas formas diferentes. La tercera característica del M4 GTS es el uso intensivo de la fibra de carbono. Aparece en elementos como el techo, el faldón delantero o el alerón. Es el primer modelo con llantas de este material que ahorran entre 7 y 8 kg y que incluyen discos carbocerámicos.
La mañana termina para nosotros con la toma de contacto de uno de estos deportivos. Por desgracia hoy no podremos ponernos al volante del BMW M4 GTS, otro día será. Me toca el BMW M6 Gran Coupé, uno de los más grandes y potentes de la gama. Una pena que estemos por estrechas calles del sur de Madrid y no en un circuito cerrado. El M6 es controlable e incluso cómodo en sus modos más normales, pero si seleccionamos el Sport Plus todo cambia.
Se vuelve más duro y tosco y nos pide a gritos que aceleremos. Nos es muy recomendable, ya que con su motor V8 biturbo de 4.4 litros podría caernos una multa en esta zona en menos que canta un gallo. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Nos quedamos con ganas de probar esta bestia durante más tiempo y ver sus posibilidades reales. Pero se acaba el tiempo y terminan para nosotros estos BMW Innovation Days 2017 con los que hemos vuelto al cole y aprendido multitud de cosas.
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