A pocas marcas les falta un SUV compacto, el segmento de moda… Citroën es una de ellas y de ahí que presente en el Salón de Frankfurt el Citroën Cactus Concept, un prototipo, sí, pero que anticipa los futuros modelos de la línea C de la marca a partir de 2014, de igual forma que el Wild Rubis presentado en Shangai anticipaba un futuro SUV de la línea DS.
La idea de este concepto nos recuerda al Citroën 2CV de 1948, un coche llevado a lo básico, «se desprende de todo lo superfluo», dicen desde la marca, y todo es muy funcional, con un un aligeramiento del peso radical para ganar aerodinamismo, una idea que retoma el camino iniciado en el Salón de Frankfurt 2007, cuando la marca presentó el Citroën C-Cactus. Eso sí, el diseño en absoluto se parece al mítico coche que nació en con la idea de ser «un paraguas con cuatro ruedas». Pasemos ahora a conocerlo en detalle.
El Citroën Cactus tien unas superficies lisas, sin líneas agresivas. Nos encanta su techo flotante y elementos gráficos que contrastan con su carrocería blanca. El más novedoso es el Airbump, insertado en los flancos y en los paragolpes, una superficie suave que integra cápsulas de aire que amortiguan los golpes y posibles daños en la carrocería. Son negros los pasos de rueda y los arcos de techo lacados, pensado para llevar objetos.
El tamaño del Cactus es muy compacto: 4,21 metros de largo y 1,75 m de ancho. La altura libre al suelo es bastante, (21 cm), pero no afecta demasiado a la altura total del coche (1,53 metros). Es posible que estas medidas se mantengan en un coche de producción, así como el frontal, muy liso para que destaquen los chevrones, con las luces diurnas de LED y los faros integrados en los Airbumps, como en la parte trasera.
A bordo destaca la luminosidad, gracias a un enorme techo panorámico, que deja pasar la luz, pero no el calor, y a la ausencia de cristales laterales, luneta trasera y pilares centrale. La idea era liberar el habitáculo para más holgura y mayor confort. De ahí que se haya optado por un salpicadero delgado y flotante para liberar el suelo. Eso solamente se podía conseguir gracias a la tecnología, con una interfaz 100% digital, sin cuadro de instrumentos (los botones se cambian por una pantalla táctil de 8 pulgadas que permite acceder a todas las funciones.
Citroën dice que se ha inspirado en un sofá para diseñar los asientos delanteros. Eso debería garantizar mayor confort. Para hacerlo más agradable, la tapicería de los mismos combinan el algodón y el cuero natural, que tambien se encuentran en salpicadero y volante.
Para el sistema propulsor se ha optado por la tecnología Hybrid Air que combina aire comprimido con un motor de gasolina y que según la marca bajaría de los 3 litros/100 km de consumo. Esta tecnología no emplea baterías y su mantenimiento es más sencillo que un híbrido convencional, además de no restar espacio en el coche.
A pesar de que su grupo propulsor está aún verde y el concept pueda parecer lejano a un modelo de producción, creemos que está muy cerca de producirse. Habrá que conocer las características exactas, motores y, sobre todo, el precio de venta, pero tiene mucho sentido que Citroën recupere su esencia.
Y es que a lo largo de la historia se ha destacado por tener una serie de utilitarios muy válidos, sencillos y a bien precio, que lo mismo respondían a las necesidades del mundo rural que eran populares entre los más jóvenes. Y encaja dentro de la estrategia de producto del Grupo PSA. Así que no nos ha extrañado ver en Autoblog, al mismo tiempo que concíamos este concept, las fotos espía del mismo coche de producción. Si se vende como un crossover urbano (segmento B), por un precio bajo y siguiendo la máxima de la sencillez que impregna cada poro de este prototipo, Citroën podría recupera esa parcela del mercado.
Y ojo, que en el vídeo promocional oficial de la marca, va por ahí: sencillez, comodidad, versatilidad… y claro, coectividad, que estamos en el Siglo XXI:
Fuente: Citroën
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