Hace unas semanas te contábamos los motivos que indican que estamos cerca de los coches sin conductor. Dentro de pocos años, podremos comprar un coche autónomo de Google, o el último Volkswagen sin conductor. Los que ya peinemos canas haremos la broma de «Kitt, ven a buscarme» y nuestros hijos y nietos se reirán de nosotros, pensando en las batallitas del abuelo.
No fantasamos. Hay estudios que indican que en 2040, la mayoría de los coches serán sin conductor. Esto hará que cambie el mercado. Los compradores optarán por comprar un coche que resuelva sus necesidades de transporte más comunes, en lugar de satisfacerlas casi todas, como hoy, o directamente no comprar, ya que se podrían usar los nuevos sistemas de modo más eficaz.
Esta es la teoría de Templeton, un bloggero americano. Él lo ve como un modo de transporte más eficiente. También señala que estas nuevas tecnologías abren el camino a cambios radicales en el diseño de los coches. Y no le falta razón. Esto es un resumen de los cambios que él cree que acabarán ocurriendo:
1. La autonomía será menos importante
Hoy en día, la gente compra coches que aguantan hasta más de 1.000 km sin repsotar, ya que la compra se realiza pensando en el máximo de uso posible (aunque la mayoría de desplazamientos sean de menos de 50 km, con un solo pasajero). Pero al comprar siempre se piensa en esas ocasiones… y por eso, por ejemplo, no se venden coches eléctricos. Y acabamos teniendo mucho más coche de lo que necesitamos en el 90% de las ocasiones.
Imagina ahora que, para ese 10% de las veces restantes, un coche que sí te valiese (por autonomía o tamaño), llegase solo a la puerta de tu casa. O que pudieses combinar varios vehículos de corto alcance para un viaje mayor. O que con tu pequeño urbano te vedan el uso de otro tipo de coches, un número de veces al año. También podría ser que tu coche autónomo de corto alcance te acercase a otro de mayor autonomía, o a un tren que realizase el viaje entre ciudades.
2. Habrá menos problemas de la batería en los eléctricos
Sin necesidad de grandes autonomías, el diseño del vehículo eléctrico superará su mayor desafío, las baterías. Mucha autonomía requiere un montón de baterías, lo que significa un montón de coste y peso. Además, el reabastecimiento de carga podría hacerse mientras los humanos no viajan, al revés de ahora.
Un coche autónomo también permitiría adoptar nuevas tecnologías de recarga sin tener que poner estaciones de recarga en todas partes. Hoy, la falta de infraestructura de recarga adecuadas es citada como el principal obstáculo para las tecnologías alternativas de combustible, como los coches eléctricos o los de pila de hidrógeno.
3. Los monoplazas serán más comunes
La mayoría de los viajes serán de un solo pasajero (como hoy en día), pero ahí se abre un apartado interesante a los diseñadores de automóviles. En las carreteras cabrían muchos más coches más estrechos, y reducirrían los atascos. Como se moverían sin conductor y con miles de sensores, tres coches podrían caber en dos carriles sin problemas.
4. Asientos enfrentados
En general, los asientos enfrentados deberían ser una opción popular en coches que transporten varias personas. En primer lugar, porque en cualquier choque frontal, si se va sentado hacia atrás hay un menor riesgo de lesiones. En segundo lugar, la forma más aerodinámica es la forma de lágrima, con la parte ancha delante. En un coche muy pequeño si la persona va sentada hacia atrás, encaja mucho mejor.
5. Los parabrisas cambiarán completamente
Un parabrisas grande es clave para la visibilidad del conductor, que necesita una visión sin obstáculos para aumentar la seguridad. Si nadie necesita ver, el parabrisas puede ser reforzado con barras, por ejemplo, para ser más resistente en el caso de impactos. Y es que, salvando la comodidad del pasajero, el parabrisas no tiene por qué estar ahí en un coche autónomo.
Pensándolo bien, ni los faros serían necesarios… aunque por la paz mental, a muchos nos gustará ver por dónde va el automóvil cuando se hace de noche.
6. No todos los vehículos necesitarán maletero
El día en que as personas que necesiten llevar carga, pueden llamar a una camioneta autónoma, que siga a tu pequeño coche autónomo a tu destino. Y el día que quieras ir con más gente, llamar a un coche autónomo con compartimento para más pasajeros.
7. La aceleración y la velocidad pueden no ser tan importantes
Los vehículos eléctricos tienen una buena aceleración… pero el viaje en coche autónomo ideal es aquel que está perfectamente sincronizado con semáforos y otros vehículos para que nadie se detenga si no es imprescindible. Esto hará al sistema de transporte más eficaz y también significa que la aceleración no tendrá por qué ser tan enérgica.
Los vehículos destinados a desplazamientos urbanos ni siquiera necesitarán alcanzar velocidades de autopista. E incluso en vehículos de viajes largos tampoco será necesario ir rapidísimo. Si se pueden hacer otras cosas en el coche, (como trabajar) el tiempo de viaje puede llegar a ser menos importante que la comodidad. Se podría aceptar un viaje más largo, si es más barato, por ejemplo. Vehículos que no necesitan ser rápidos podrían dar lugar a desarrollar motores y transmisiones totalmente diferentes.
Tranquilo. Hasta este fanático de la conducción autónoma asegura que los deportivos de alquiler siempre tendrán mercado.
8. Los coches podrán ser mucho más ligeros
Todos los factores anteriores permiten que el coche sea mucho más ligero que los diseños de hoy. COmo hay menos riesgo de accidente, se reduce todo el peso dedicado hoy a los distintos sistemas de seguridad.
9. Las suspensiones serán más suaves
Los humanos que conducimos vehículos a motor queremos suspensiones que transmitan sensaciones de la carretera. Un coche autónomo, no. Contará con una suspensión que elimine golpes y vibraciones de la carretera al máximo, controlada por ordenador y que se adapte en tiempo real para eliminar los efectos de baches.
10. Habrá diferentes preocupaciones de seguridad
Los accidentes serán menos probables (no imposibles, pero sí esporádicos). Tendremos que ponernos cinturones de seguridad por si el coche deber frenar o desviarse bruscamente para reaccionar ante un obstáculo o un peatón en la carretera. Con el tiempo, no serán necesarios como no lo son en trenes y los autobuses hoy, donde además uno puede levantarse y caminar durante el viaje.
11. El interior del coche cambiará considerablemente
El automóvil se convertirá en un espacio de entretenimiento que un espacio de viajes. Debemos esperar pantallas, teclados y un escritorio. Pero además de rabajar, los pasajeros que deseen podrán ir mirándose y comer juntos en una mesa.
12. Llegarán los coches cama
La marcha suave (especialmente en la carretera) de un coche autónomo puede generar demanda de automóviles para pasar la noche de su carrera, mientras los pasajeros duermen. Pueden hacer un viaje más largo, en lugar de lo más rápido posible, para gastar menos energía. Para eso podrían funcionar servicios como los trenes de carretera de Volvo.
13. Casas móviles
Hay gente que no tiene caravanas porque le resulta complicado mover y manejarse con vehículos tan grandes. Eso se acabó. Uno podrá tener su propio motorhome para viajar por el mundo, sin una sola preocupación y siendo el peor conductor del mundo.
14. Adiós a los problemas de aparcamiento
Si hoy en día las marcas ya incluyen tecnología para facilitar los aparcamientos, imagina dentro de unas décadas. Las ciudades habrán identificado todas sus plazas de aparcamiento y el coche solamente accederá a esa base de datos para aparcar lo mejor posible. Y cuando lo necesites, volverá a la hora indicada. Además, podrán ocupar más lugares, como salidas de garajes, por ejemplo, ya que podrán moverse solos para desbloquear la entrada. Y la doble fila podrá instaurarse sin porblema.
¿Para qué tener garaje en casa, si el coche puede venir a buscarte a la hora que le digas? La arquitectura y urbanismo pueden sufrir una revolución… porque a un vehículo unipersonal de cero emisiones podría incluso entrar en un edificio.
15. Los propietarios podrán alquilar sus coches
¿Por qué no alquilar tu coche autónomo si no lo utilizas? Sería más fácil pagarlo… y tal vez ganar dinero. No te preocuparía si lo ha conducido mal, o que tenga un accidente. Un sistema de cámaras podría fotografiar el interior antes y después, e incluso el coche ir solo a una estación de lavado tras el alquiler.
Lógicamente, no necesitarían llave, sino una clave… y esto puede dar lugar a clubes de automóviles, en los que se comparten un conjunto de vehículos entre los miembros. Una persona podría ser miembro de un par de clubes, de coches urbanos y otro de largo alcance, para usar en sus viajes familiares, por ejemplo.
Esto puede que haga que los compradores estén dispuestos a comprar coches más caros, ya que obtendrán un retorno económico al alquilarlos o compartirlos. También tendrán más kilómetros, como los taxis hoy, y se diseñarán para ello. Sin embargo, se venderán menos coches.
Fuente: Templetons