En 1955, el DS “Tiburón” sorprendió al mundo con la suspensión hidroneumática, un referente en el significado de la palabra confort en las décadas siguientes que se convirtió en un elemento de lujo y distinción en el mundo del automóvil (y muy bien valorado a pesar de sus problemillas en sus últimas generaciones). Décadas después, su suspensión Hidractiva, que le aseguraba un comportamiento en carretera y un confort inigualable, sigue grabada en el imaginario colectivo.
La suspensión hidroneumática nació gracias a un inventor autodidacta, Paul Magès, un francés que se había especializado en sistemas de frenado y de unión al suelo. Gracias a una bomba de presión impulsada por el motor, el líquido hidráulico permitía regular la altura del automóvil y mantenerla constante independientemente de la carga a bordo. Una ventaja que se concretaba de manera evidente en todo tipo de superficies, incluso si estábamos dispuestos a hacer una conducción dinámica o nos daba por circular solo con tres ruedas.
Pero esa época llegó a su fin con el Citroën C5 y C6. Sin embargo, inspirados por esta innovación, los ingenieros de DS han desarrollado una suspensión activa por cámara que sigue sus pasos. La bautizada como “DS Active Scan Suspension”, presente en el DS 4, el DS 7 Crossback y el DS 9, detecta las imperfecciones de la carretera cinco metros por delante del vehículo y gestiona los cuatro amortiguadores de un modo continuo e independiente. La diferencia aquí es que no hay un sistema hidráulico ni mecánico, todo se gestiona electrónicamente.
La anticipación es la cualidad que mejor define a la “DS Active Scan Suspension”. Para ir siempre por delante, una cámara situada detrás del parabrisas, junto a otros cuatro sensores que miden la altura de la carrocería y tres acelerómetros, analizan el estado del firme y las reacciones del vehículo (velocidad, ángulo del volante, frenado, etc.). Estos transmiten dichos datos en tiempo real a un ordenador que actúa sobre cada una de las ruedas de un modo independiente en pocos segundos, puesto que ya “ha leído” la carretera con cierta antelación.
Continuamente y dependiendo de esa información, el sistema hace que la suspensión sea más firme o flexible con el objetivo de ofrecer una capacidad de reacción y la precisión tanto en una berlina, como en un compacto o en un SUV. Porque, como el icónico “Tiburón”, DS Automobiles no busca ofrecer a sus clientes un Citroën vestido de seda, porque mono se queda. Con la nueva dimensión de la marca por aportar un bienestar para todos los pasajeros, esta suspensión nace como un renovado concepto de conducción y un incremento de la seguridad.
Además de asegurar un nivel de confort destacable, la “DS Active Scan Suspension” desempeña un papel crucial en los vehículos híbridos enchufables de la marca. Al volante, ofrecen hasta cinco modos de conducción, que pueden elegirse en función de las circunstancias o preferencias de cada momento. Para cuando se busquen sensaciones, el modo “Sport” optimiza la potencia, con la suspensión como elemento clave. En el modo “Confort”, el sistema ajusta la unión al suelo en función de las imperfecciones de la carretera, primando la comodidad.
Fuente: DS