Mercedes-AMG también fabrica coches eléctricos ahora; se puso en marcha con el EQS y ahora es el momento de su primer SUV eléctrico, el Mercedes-AMG EQE SUV 2024, que ofrece unas prestaciones similares a las de un superdeportivo, pero con espacio para el doble de ocupantes y un volumen de carga más apropiado para hacer largos viajes.
Basado en el Mercedes-Benz EQE SUV, el segundo modelo eléctrico cuidadosamente ajustado por AMG comparte su paquete de baterías de 90,6 kWh. Pero hay una gestión diferente de la batería, un inversor mejorado, unos motores más potentes y una mejor refrigeración, lo que le permite generar mucha más energía que incluso el EQE SUV 500 4Matic. Estamos hablando de una potencia combinada 476 CV (350 kW) y 858 Nm en el Mercedes-AMG EQE 43 4Matic SUV, pudiendo hacer el 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanzar una punta de 210 km/h.
Sin embargo, el Mercedes-AMG EQE 53 4Matic+ SUV es realmente quien sube la apuesta con motores específicos de AMG que cuentan con devanados adaptados, diferentes laminaciones, corrientes más altas e inversores adaptados, sin mencionar otros elementos de enfriamiento específicos de AMG y un intercambiador de calor de aceite de transmisión que son necesarios para atender al aumento de energía a bordo. El resultado son 626 CV (460 kW) enviados a las cuatro ruedas, 950 Nm de par motor y una velocidad máxima limitada a 220 km/h.
Pero la cosa no termina ahí. Si deseas un rendimiento aún más dinámico, puedes especificar el EQE 53 4Matic+ SUV con el paquete AMG Dynamic Plus. Lo que esto consigue es desbloquear las funciones “Race Start” y “Boost”. Dependiendo de la temperatura y el estado de carga de la batería, estos modos de conducción amplificarán la potencia de salida máxima hasta los 687 CV (505 kW) y 1.000 Nm de par, reduciendo así el tiempo para completar la carrera de 0 a 100 km/h a 3,5 segundos e incrementando la velocidad máxima –limitada– a 240 km/h.
Estas cifras aún están por debajo de lo que se ofrece en el Tesla Model X Plaid de tres motores, con una potencia máxima nominal de 1.020 CV que le sirven para conseguir un 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y una velocidad máxima de 262 km/h. Más comparable, sin embargo, puede ser el BMW iX M60. Con una pareja de motores eléctricos, este último genera unos destacados 620 CV (455 kW), 1.100 Nm de par motor y un tiempo de 0 a 100 km/h de 3,6 segundos con la punta limitada a 250 km/h, lo que significa que está realmente parejo con el de AMG.
Pasando a la estética, el exterior del Mercedes-AMG EQE SUV puede parecer controvertido. Es justo decir que, para el ojo inexperto, se parecerá más a un SUV lujoso que a uno rápido. Como te imaginarás, la versión AMG debe destacarse del EQE SUV normal. Las principales diferencias de diseño radican en una parrilla con franjas verticales, conductos de aire de mayor tamaño en el parachoques delantero, piezas de plástico con acabado brillante en lugar de mate, llantas de 21, 22 o 23 pulgadas exclusivas y la insignia de Affalterbach sustituyendo a la estrella en el capó.
Como un guiño a los sistemas de escape de los Mercedes-AMG de energía fósil, el parachoques trasero del EQE SUV presenta un diseño de tres líneas, mientras que el EQE estándar solo tiene dos. Irónicamente, la nueva insignia de AMG en el modelo presenta una válvula y un árbol de levas en el logotipo que, obviamente, no se encuentran en los modelos eléctricos de la marca. Sin embargo, es un peculiar recordatorio de las creaciones pasadas de la compañía, con sus V8 y V12 de gran cilindrada. Su estruendo sonido ahora cambia para apostar por el silencio.
El interior del Mercedes-AMG EQE SUV es muy parecido al exterior, con detalles sutiles que lo diferencian de su hermano menos prestacional. Ciertos elementos de diseño como el volante insinúan que se trata de un vehículo de alto rendimiento, pero el diseño general es más lujoso que deportivo. Las principales diferencias entre las versiones rápidas y normales se limitan al volante, los asientos deportivos AMG y el software de la pantalla de infoentretenimiento. Por cierto, dicho sistema multimedia se puede actualizar a la Hyperscreen de 56 pulgadas.
Otra característica interesante es un sonido que se bombea dentro y fuera de la cabina, y que cambia dependiendo de si estás acelerando o frenando. El sonido se puede modificar a través de botones en el volante y no se parece a un ruido de combustión interna, es similar al sonido futurista que haría una nave espacial en una película de ciencia ficción. Y si el sonido no es algo que te guste, puedes desactivarlo. ¿Somos solo nosotros, o es que los vehículos eléctricos son muy similares a los móviles y ordenadores? Realmente, hay mucha “ficción” a bordo.
Para aquellos que piensan que un SUV eléctrico de 2.600 kilogramos sería el coche de circuito perfecto, la opción “AMG Track Pace” permite que la interfaz MBUX mantenga un registro de los tiempos de vuelta y de los sectores, mostrando la diferencia entre los deltas en color verde o rojo, dependiendo de si eres más rápido o más lento. Por supuesto, tanto el Mercedes-AMG EQE 43 como el 53 SUV cuentan con tracción total y dirección en las ruedas traseras de serie, así como la suspensión neumática y adaptativaAMG Ride Control+.
Mientras tanto, para detener toda la masa del EQE SUV se encuentran las pinzas de freno de seis pistones y los discos de freno de 415 milímetros en la parte delantera y las pinzas de freno de un pistón y los discos de 378 mm en la trasera. Los frenos carbocerámicos son opcionales, mientras que hay un refuerzo del freno electromecánico “iBooster” que ha sido ajustado por AMG. Por su parte, el sistema AMG Active Ride Control (que no debe confundirse con el AMG Ride Control+) puede acoplar o desacoplar las barras estabilizadoras.
En lo que respecta a la autonomía, decíamos que las versiones AMG del EQE emplean la misma batería de 90,6 kWh que se encuentra en el EQE SUV y el EQE. La autonomía estimada para el EQE 43 SUV es de 431 a 488 kilómetros, una caída de alrededor del 6 % con respecto al EQE 500 SUV. Al EQE 53 SUV, por otro lado, no le va tan bien, con una estimación WLTP que cae a 375 y 470 km, casi un 20 % peor que el más potente de la gama Mercedes-Benz.
Fuente: Mercedes
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