Hace un año, la reputación de marca limpia de Volkswagen saltó por los aires con el caso #diéselgate. Eso no ha afectado tanto a sus resultados comerciales como cabría esperar (tendrán que afrontar serios desembolsos en forma de reparaciones y multas, eso sí), pero ha acelerado su proceso de contar con una gama más limpia, con más vehículos libres de emisiones.
El gigante de la automoción está planeando lanzar más de 30 nuevos modelos que funcionen con baterías antes de 2025, en un plan que les llevaría a vender entre dos y tres millones de vehículos eléctricos para el mismo año. Según los cálculos de los de Wolfsburgo, entre el 20 y el 25% de sus ventas totales podrían ser de coches eléctricos.
No es descabellado si vemos este estudio de cómo serán coches europeos nuevos en 2030. Para reducir los costes asociados con la producción de semejante cantidad de coches eléctricos, en Volkswagen van a seguir mejorando en arquitecturas modulares como MQB en aras de proporcionar una base más barata y eficiente.
El primer paso será un nuevo prototipo de coche eléctrico que la firma presentará en el Salón de París dentro de unas semanas. Según nos cuenta Auto Express, el fabricante de automóviles alemán dejó caer algunos detalles sobre la gama EV durante una reciente conferencia de prensa: la compañía posicionada la próxima concepto como un producto revolucionario a la par con el Beetle clásico y el Golf, con una autonomía homologada en el NEDC de 600 km.
Igual que el Budd-e Concept, el prototipo que veremos en París se basará en la plataforma MEB, donde se montará la próxima familia de vehículos eléctricos. Las primeras filtraciones indican una autonomía de 400 km (con lo que igualaría al Opel Ampera-e y su gemelo, el Chevrolet Bolt), pero el chasis podría soportar transformaciones que llegasen a las 372 millas… los 600 km antes mencionados, que harían que superase al Tesla Model 3, que en su día consideramos el punto de inflexión del coche eléctrico.
¿Qué veremos en París? Según el jefe de producto de Volkswagen, Herbert Diess un prototipo de un modelo muy cercano a la producción, «con el formato de un Golf pero que ofrece espacio interior similar a un Passat». Diess apuntaba a 2019 como fecha de llegada a los concesionarios, si bien hay medios que hablan que ese año sería la del inicio de la producción y las ventas comenzarían en 2020.
Después de este Golf grande, la familia de eléctricos de Volkswagen se ampliaría con un SUV compacto, el Budd-e de producción y el reemplazo del Phaeton. El objetivo es que que todos ellos estén a la venta en el año 2025. Se avecina mucho trabajo para los ingenieros, sobre todo si tenemos en cuenta que deben conseguir que, al menos uno de ellos, pueda competir en precio con el Volkswagen Golf. Eso requerirá que la plataforma MEB se fabrique a gran escala… y para ello Skoda, Audi, Seat e incluso Bentley y Porsche deberían apoyar con modelos basados en ella.
Vía: AutoExpress