La búsqueda de vehículos más eficientes debería cumplir una regla básica antes que otra cosa: Olvidar los coches gigantescos de antaño y usar cada vez coches más pequeños. A menor volumen y peso, es necesario menos combustible y más fácil será aparcar estos vehículos en las ciudades, donde cada vez se concentra más la población.
Hoy en día, el coche más pequeño a la venta es el Smart, que mide 269,5 cm. Los fabricantes se han lanzado a llenar ese hueco con rivales como el Toyota IQ o (ya algo mayores), los trillizos del Grupo VAG con el Volkswagen Up!, el Skoda Citigo y el Seat Mii que probamos en Barcelona.
Pero incluso estos pequeños de coches de producción tendrían que mirar hacia atrás a la década de 1960. En aquellos tiempos había coches tan pequeños que incluso un MINI clásicocomo el del Rey (o el futuro «mini MINI«) parecerían monstruos gigantescos a su lado. De entre todos los microcoches de aquellos tiempos, destacaba el Peel P50, que apenas medía 137 cm de largo y 104.1 cm de alto. Pesaba menos que muchas personas: 59 kg.
En un principio se fabricó en la Isla de Man desde 1962 hasta 1965 por la empresa Peel Engineering. El Peel P50 era un microcoche de tres ruedas con una puerta, un faro y un único limpiaparabrisas. Impulsado por un motor de 49 cc acoplado a una transmisión manual de tres velocidades, el coche alcanzaba 61 km/h y no tenía marcha atrás. Estaba pensado para que cupiese en él un solo adulto y fue diseñado por Cyril Cannel, el dueño de la empresa Peel Engineering que se había especializado en la fabricación de embarcaciones de fibra de vidrio y carenados para motocicletas. Costaban unos 300 euros.
La empresa Peel Engineering original se disolvió en 1974, pero en 2010 Gary Hillman y Faizal Khan relanzaron en el Reino Unido una nueva compañía con el mismo nombre y ya han comenzado una producción limitada de réplicas del P50 y su hermano mayor, el Trident Peel, con una producción limitada y se ofrecerá con una gama de motorizaciones gasolina o eléctricos.
La compañía los vende con motores de gasolina y, adaptándose a los nuevos tiempos, también incluye modelos eléctricos. El primero impulsado por un motor con 49 cc de cuatro tiempos de 2,5 kW y 4,2 Nm de par máximo que consume apenas 1,19 litros a los 100. El modelo eléctrico es alimentado por un motor eléctrico de corriente continua que genera también 2,5 kW, pero con 14,4 Nm de par motor. Su batería extraíble proporciona una autonomía de algo más de 30 km. Ambos modelos tienen una velocidad máxima limitada de 65 km/h.
Pero el P50 no es el único vehículo diminuto que la empresa Peel Engineering quiere rescatar del olvido, ya que también réplicas del Peel Trident con cúpula de burbuja, producido originalmente desde 1965 hasta 1966 y que se vendía también por unos 300 euros de la época.
El Trident original fue un microcoche de tres ruedas accionado por el mismo motor de 49 cc que su hermano y que también alcanzaba 61 km/h. Su mayor diferencia era su tamaño. Alcanzaba 182,9 cm de largo y 106,7 cm de alto. Fue diseñado con un par de configuraciones diferentes: dos asientos o un asiento y una cesta de la compra desmontable.
El Trident actual recibe la misma elección de motorizaciones de gasolina y eléctricas que el P50, cuenta con dos asientos y pesa 36 kilogramos más que el P50 de gasolina (99 kg frente a 54 kg), aunque la empresa quiere mejorar el rendimiento aerodinámico de su cúpula de burbuja.
Al igual que los originales, la compañía dice que serán totalmente legal circular con estas las réplicas del P50 y del Trident por la Unión Europea (como ciclomotores de tres ruedas). Los precios arrancan en 12.676 dólares y ya pueden hacerse reservas en la web de la empresa.
¿Merece la pena comprarlo? ¿Qué posibilidades reales de circulación tiene? Si te lo prguntas, no te pierdas este original vídeo de los genios de Top Gear con el P50 original. Enorme:
Fuente: Peel Engineering
Galería de fotos del Peel 50: