En los tiempos que corren es difícil cumplir con ciertas premisas. La electrificación es una materia obligada, pero los fabricantes tienen complicado replicar en estos coches las sensaciones que se conseguían en los deportivos de antaño. Eso es principalmente lo que quiere conseguir el Porsche Mission X, que es el prototipo con el que la marca celebra su 75 aniversario. Tiene la «misión» de reinterpretar la figura del superdeportivo en clave eléctrica y convertirse, a largo plazo, en un precursor como lo fueron antaño los Porsche 959, Carrera GT o 918 Spyder.
Este ejemplar sigue la configuración de aquellos al ser un biplaza que mide 4,5 metros de largo, con 2 de ancho y apenas 1,2 metros de alto. A nivel estético, destaca por su aerodinámica carrocería en color Rocket Metallic con algunos componentes en carbono. Las llantas son de 20 pulgadas en el eje delantero y de 21 pulgadas en el trasero, teniendo esas últimas unos aeroblades casi transparentes para mejorar la refrigeración de los frenos. No pasa desapercibida esa cúpula de cristal que da visibilidad al conductor.
Porque queda claro que el Mission X es un auténtico superdeportivo y que hace homenaje a vehículos de Le Mans del pasado como el Porsche 917 o incluso a los906 y 908. La prueba son las puertas con apertura de mariposa que están fijadas a los pilares A y al techo. La firma lumínica es muy reconocible por su disposición vertical en el frontal y totalmente horizontal en la zaga, siempre recurriendo a la tecnología LED. Es el primero en recibir el renovado logotipo de la marca, con es estructura de panal tridimensional, un caballo heráldico renovado y un color dorado más sutil.
En el habitáculo se pueden ver dos asientos de competición con estructura de CFRP, unas formas sugerentes y acabados diferentes. La base la pone el cuero en color marrón Andalucía, pero el del conductor lleva también una sección en contraste con el cuero gris Kalahari. El volante también parece sacado de las carreras por sus formas o por integrar los interruptores y levas de cambio. Delante del copiloto se puede fijar un cronómetro de pantalla analógica y digital que ha creado Porsche Design específicamente para este ejemplar.
Aunque la marca no ha dado detalles técnicos sobre el Porsche Missión X, las expectativas son muy altas. Este modelo puramente eléctrico tendría objetivos tan destacados como ser el más rápido en Nürburgring Nordschleife gracias a una relación potencia/peso de un CV por cada kg o por una aerodinámica superior a la del 911 GT3 RS actual. Su capacidad de carga sería mucho mejor que la del Taycan Turbo S gracias a un sistema de 900 voltios. Además, la batería estaría instalada en el centro, detrás de los asientos del vehículo (disposición e-core), para beneficiar el reparto de pesos.
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