Mercedes se ha fijado una ambiciosa meta para que sus vehículos no se vean involucrados en ningún accidente para 2050 bajo el llamado plan “Vision Zero”, el cual busca las cero muertes en accidentes de tráfico para ese momento. La casa alemana también está buscando reducir significativamente la cantidad de personas heridas o fallecidas en accidentes al reducir las cifras de 2020 a la mitad en 2030.
La firma de la estrella dice que su unidad de Investigación de Accidentes ya está realizando una investigación exhaustiva en América del Norte, China, India y Europa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 1,3 millones de personas mueren en accidentes de tráfico en todo el mundo cada año, y hasta 50 millones resultan gravemente heridas. Por eso, “en Mercedes perseguimos nuestra visión de una conducción sin accidentes. En otras palabras: no más accidentes con vehículos Mercedes”, dice la compañía.
“La conducción autónoma y altamente automatizada contribuirá decisivamente a su éxito”. Y a medida que el mercado automotriz continúa inevitablemente hacia la conducción autónoma completa, algunas características de asistencia al conductor ocuparán un lugar destacado en la discusión sobre seguridad. Todos los fabricantes están adoptando las funciones de asistencia al conductor, tales como para mantenerse en el carril, localizar los puntos ciegos o el frenado de emergencia automático, hasta llegar a la mencionada conducción autónoma.
Pero la tecnología de asistencia al conductor es solo una parte del plan, ya que Mercedes dice que también tendrá que asociarse con organizaciones mundiales, planificadores urbanos, los distintos gobiernos y las comisiones viales locales. En lo que respecta a los coches de Mercedes modernos, estos ya ofrecen 40 sistemas activos de asistencia al conductor(ADAS) que pueden ayudar a prevenir accidentes o minimizar las lesiones en caso de que una colisión sea inevitable.
A lo largo de los años, Mercedes ha sido pionera en el departamento de seguridad. Desde los sistemas de frenos hidráulicos de doble circuito en 1963 hasta los frenos antibloqueo (ABS) en 1978, el airbag para el conductor (1981) y acompañante (1987), el control electrónico de estabilidad (ESP) en 1995 y el frenado autónomo parcial en 2006. La marca con sede en Stuttgart ha seguido desarrollando nuevas tecnologías de seguridad activa y pasiva que eventualmente terminan ofreciéndose en toda la industria, teniendo ya la aprobación de Nivel 3 de autonomía.
Hacer coches más seguros está muy bien, pero ¿cómo puede Mercedes controlar lo que hacen otros conductores en la carretera? Esa siempre será una variable no controlada en la ecuación, pero los cambios en la infraestructura del tráfico son otra parte del plan. Eso requiere cambios físicos, aunque actualmente no se sabe exactamente cuándo y cómo ocurrirán esos cambios. Sin embargo, Mercedes destaca la investigación que ha hecho sobre más de 5.000 accidentes del mundo real en el transcurso de 50 años para ayudar a generar cambios.
Por supuesto, a medida que la compañía germana y el resto del mercado continúe moviéndose hacia los vehículos eléctricos, la atención se centrará en minimizar los riesgos particulares que conllevan dichos vehículos, los cuales acogen integrantes vivos. Cabe decir que Mercedes no es el primer fabricante en prometer que no habrá muertes en sus automóviles; en 2016, la marca más asociada a la seguridad para muchos consumidores, Volvo, prometió lo mismo para 2020. Es difícil de llegar a tales objetivos, pero se puede intentar.
Fuente: Mercedes
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