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BMW X1 xDrive 20i prueba – 18.1
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

BMW X1, a prueba: ¿es el SUV compacto de gasolina que debes elegir?

Fue en 2015 cuando se puso en venta la segunda generación del BMW X1. Fue uno de los primeros vehículos de la firma en basarse en la arquitectura de tracción delantera, junto al Serie 2 Active Tourer. Eso a muchos les pareció que iba en contra de la historia de la firma, uno de los adalíes de los coches de propulsión del mercado. Pero los números mandan.

Y las ventas indican que se trata del miembro de la gama SUV de la firma más vendido. En lo que va de año las matriculaciones más que duplican a las del X3 y eso sin contar los BMW X2, una variante algo más deportiva con las mismas entrañas.

Uno podría pensar que su precio más bajo es una de las razones de este éxito. Cierto, pero fue un coche que estuvo siempre en unos guarismos más cercanos al X3 que ahora, en concreto hasta 2019.

¿Qué pasó entonces? Pues en verano de 2019 se lanzó el BMW X1 2019, la puesta al día del modelo. Por diversas razones no hemos podido ponernos al volante hasta ahora para ver cuánto mejoró el modelo y por qué es tan demandado en los últimos tiempos.

Exterior

No es que cambie radicalmente el modelo respecto al que probamos hace años, pero la marca ha sabido darle unos retoques, sobre todo en la parte delantera y la trasera, con los que este SUV compacto se ve más equilibrado. Es, además, muy fácilmente personalizable en función del acabado que uno elija.

Es el caso de nuestra unidad de pruebas, que cuenta con el acabado M Sport, el más deportivo (puedes elegirlo con el xLine o el Sport). Diferentes elementos le dan un atractivo visual propio. Desde la suspensión que rebaja su altura libre al suelo, el paquete aerodinámico M o las molduras High-gloss Shadow Line de BMW Individual.

Visto desde delante, nos encontramos con una parrilla de mayor tamaño, una tendencia que ha ido incorporándose a todos los vehículos de la marca. Ahora los clásicos riñones se unen en su parte central. Además de incluir una parrilla activa (que se abre o cierra en función de las necesidades de refrigeración del coche), los bordes son en negro brillante –cromados en otros acabados– y une los nuevos faros LED autoadaptables, de formas más estilizadas.

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En la parte baja vemos también unos paragolpes donde cambian las formas. Crecen las tomas de aire inferiores, y en las laterales (que canalizan el aire hacia las ruedas) se integran los faros antiniebla, también con tecnología LED.

Cuando lo vemos desde la parte lateral, pocos cambios en las formas. Destacan en la unidad de prueba los nuevos diseños de llantas, de 19 pulgadas y con neumáticos 225/45, que dejan entrever unas pinzas de freno M. Son nuevos también los retrovisores, que pueden contar (era nuestro caso) con un proyector que envía la imagen X1 al suelo, además de integrar los intermitentes.

Esta carrocería de 4,45 metros de longitud (por 1,82 de ancho y 1,60 de altura), enamora por su color Misano Blue metalizado (específico para la versión M Sport, hay 13 colores entre los que elegir, incluso un Storm Bay metalizado de BMW Individual. La línea de cintura va ascendiendo a medida que nos acercamos a la zaga, de manera paralela a una nervadura en las puertas que recorre los tiradores.

Hay bastante superficie acristalada, con las lunas traseras oscurecidas que le quedan especialmente bien con el azul o las barras de techo en negro. Los pasos de rueda van en color de la carrocería, lo que indica más carácter asfáltico.

En la zaga también estrenó novedades. Ahora hay más detalles en el mismo tono de la carrocería en el faldón y el X1 presume de ópticas con tecnología Full LED. El portón del maletero es bastante grande y en la parte superior hay un pequeño alerón que integra la la tercera luz de freno y una antena tipo aleta de tiburón. Nos gustan las dos salidas de escape redondas, de 90 mm de diámetro, que dan mucha presencia al coche.

Interior

Nada más abrir la puerta del conductor ves un ambiente claramente premium. Tanto por los materiales empleados, como por acabados (encontrarte costuras en elementos como el tablero denota calidad). Hay detalles deportivos en esta unidad con elementos del paquete M, como el volante (que a algunos puede resultar excesivamente grueso), el reposapiés o los asientos.

Hablando de los asientos, los que llevamos no eran los de serie. Eso sí, quien pueda, que los escoja. Son muy cómodos, el tapizado es muy bueno, cuentan con una banqueta que puedes alargar para que descansen mejor las piernas y además contaban con ajuste eléctrico, memoria de posición, soporte lumbar y eran calefactados. Es agradable ir sentado en ellos, confieso.

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El apartado que quizá deberían haber cuidado más en esta puesta al día es la instrumentación. Y es que cuando ves algunos cuadros de instrumentos totalmente digitales en muchos de sus rivales (incluso generalistas), dejan un poco frío esas dos esferas analógicas. Se ven bien, pero quizá ya no tanto los datos del ordenador de a bordo, en una ubicación algo baja que algunos conductores no podrán consultar de un vistazo.

El protagonismo en la consola recae en la nueva pantalla táctil de 10,25 pulgadas, que controlas además desde el mando giratorio iDrive (que esperemos no jubilen, resulta muy cómodo). Los gráficos son excelentes y su funcionamiento muy fluido, así como la conectividad con tu Smartphone. Obviamente, no la equipan de serie todas las versiones, pues cuentan con una de 6,5 o de 8,8 pulgadas.

Entre los asientos, una consola con el selector del cambio (que podemos accionar de manera manual también con las levas tras el volante), el freno de estacionamiento eléctrico y, en la zona más adelantada, un espacio para dejar bebidas y un hueco para el móvil con algunas conexiones. Hay bastante negro piano en esa zona, un material excesivamente delicado para un lugar que se toca tanto. Bajo el reposabrazos encontramos, además de un hueco, una zona de recarga inalámbrica para el móvil, si bien también podemos hacer uso del puerto USB para esa función.

Con una distancia entre ejes de 2.670 mm, hay buen espacio también en las plazas traseras Se accede a ellas de manera cómoda, pues las puertas además de amplias abren bastante. Cuentas con espacio suficiente para las piernas y también en altura, incluso si montas el increíble techo panorámico (puede abrirse la mitad delantera).

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Nos han gustado también los asientos traseros. Para dos, pues el tercer ocupante ha de lidiar con el túnel de transmisión a la hora de colocar sus pies y un asiento menos cómodo ya que oculta un reposabrazos. Destacable que cuenten con un par de tomas USB, salidas de aireadores… y que pueden además regularse longitudinalmente, además de reclinarse.

Maletero

Si el habitáculo ya puede hacer a uno dudar si elegir un X3 (exclusivamente por espacio), otro tanto ocurre con el maletero. Anuncia 505 litros de capacidad, una cifra no muy lejana del X3, que se queda en 550 litros.

No es solamente una cifra notable (85 litros más que la anterior generación), sino que es un espacio de formas muy regulares y, además, modular. Y es que (es opcional), puede contar con una banqueta de asientos que puede desplazarse longitudinalmente 13 centímetros, para ganar algo de espacio de carga a costa del espacio para las piernas de los pasajeros traseros.

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Tiene dos huecos en los laterales, uno con red, además de perchas para colgar bolsas y ganchos en los laterales desde los que es posible fijar la carga y que no se mueva en el cofre. Hay, además, un doble fondo muy generoso. Y si todavía no es suficiente en alguna ocasión, los respaldos de los asientos, divididos en tres partes proporción 40:20:40 (de serie divididos en dos partes), el espacio aumenta hasta los 1.550 litros. No es completamente plano, pero casi.

Equipamiento

Uno de los apartados donde el BMW X1 ha mejorado muchísimo es en el de equipamiento. Lejos quedan los tiempos en que comprar un coche alemán de una marca premium equivalía a tener asientos, volante… y tirar de interminables listas de opcionales.

Incluso en el BMW X1 más básico y económico encontrarás elementos como las llantas de 17 pulgadas, climatizador bizona, luces traseras LED, arranque por botón, ordenador de a bordo, limitador de velocidad, sensor de luces y lluvia, freno de estacionamiento eléctrico…

Ojo, hay opcionales. Unos cuántos. Pero muchos se integran ya en paquetes que hacen sencillo elegir los que a uno le interesan. Puedes mejorar la estética con el acabado Advantage (1.850 euros), Sport (4.100 euros), xLine (4.200) o, como en nuestro caso, el M Sport (6.150 euros).

No sólo sumas los detalles estéticos, sino también el control de crucero adaptativo, los sensores de aparcamiento traseros, faros Full LED, dirección deportiva M, faros antiniebla LED, suspensión deportiva M, portón trasero eléctrico… No es mera fachada, como ves.

Luego puedes contar con paquetes que mejoran conectividad, confort o seguridad y, por supuesto, puedes ir más allá eligiendo el tapizado ideal, el techo solar panorámico, advertencia de cambio de carril, cámara de visión posterior, asientos con reglajes eléctricos y calefactados, asistencia al aparcamiento…

¿Precios? En estos momentos un BMW X1 parte de 33.950 euros, cifra que asciende a 42.050 euros con el motor 20i y tracción total que tenemos entre manos. Eso, sin contar ningún extra, pues la unidad probada se va más allá de los 50.000 con todo el equipamiento opcional.

Estos son precios recomendados por la marca. Recuerda que puedes encontrar ofertas de BMW X1 en nuestra sección de coches nuevos, publicadas y actualizadas por concesionarios oficiales de la marca alemana. Estas tarifas que ves publicadas incluyen en algunos casos la financiación del coche por la marca.  

Motor

La gama mecánica del BMW X1 se articula en torno a versiones diésel y gasolina, además del X1 Xdrive25e, el híbrido enchufable que se sumó a la oferta hace bien poco, con 220 CV de potencia.

En diésel la gama parte del SDrive 16d con 116 CV y llega a los 231 CV de 25d. Entre ambos, dos escalones más de potencia, el 18d con 150 CV y el 20d con 190 CV. Los más potentes se asocian al cambio automático y sólo los e acceso pueden elegirse con transmisión manual.

Hoy, sin embargo, contamos con la versión intermedia de la gama de gasolina. Arranca con el 18i, con 140 CV, de tracción delantera y posibilidad de ambas transmisiones. El más potente es el XDrive 25i, con tracción total y 231 CV. Entre ambos, este X1 Xdrive 20i con 192 CV de potencia, siempre ligado al cambio automático y, si bien en esta unidad cuenta con tracción total, también es posible elegirlo con tracción delantera (te ahorras en torno a 1.600 euros).

Se trata de un bloque fabricado en aluminio de cuatro cilindros en línea, con 1995 cc y que es capaz de entregar sus 192 CV (141 kW) de potencia máxima entre las 5.000 y 6.000 rpm. Tiene un correcto nivel de par, con 280 Nm disponible entra las 1.250 y 4.600 rpm.

Las prestaciones son buenas, ya que anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos, nada mal para tratarse de un SUV compacto de su tamaño. La velocidad máxima es de 219 km/h y el consumo medio homologado en ciclo WLTP es de 7,3 l/100 km, una cifra destacable.

Comportamiento

Tras muy pocos kilómetros recorridos me pregunto si es necesario el 25i, el mismo cuatro cilindros pero que en lugar de 192 CV ofrece 231 CV. Y es que se demuestran más que capaces para mover al X1 que pesa 1.550 kg. Empuja muy bien desde abajo y se muestra muy solvente en todo el rango de revoluciones, con muchas suavidad y finura.

Su buen nivel de potencia no debe hacerte pensar que sea un deportivo, pero la puesta a punto de la suspensión es muy buena. Ojo, has de tener en cuenta que contamos con la suspensión M Sport, rebajada 10 mm frente a la convencional, silentblocks más firmes, estabilizadora más gruesa y amortiguación específica. Todo eso ayuda a controlar los balanceos y cabeceos que suelen ocurrir en este tipo de vehículos.

Otro detalle que me gustó, sobre todo en estos tiempos que he probado tanto híbrido y mild hybrid es el sistema de frenos, muy suave y progresivo. Ayuda en curvas también la dirección M Sport, más directa que la convencional (incluso algo pesada en ocasiones) y el sistema de tracción integral xDrive, que gestiona el reparto de par entre ejes para no perder agarre en asfalto… o en caminos muy sencillos, porque desde luego las aptitudes camperas, sobre todo por las cotas y neumáticos empleados, no son su fuerte.

Hemos comenzado por esa parte más dinámica porque la configuración del coche anima a ello. Pero al mismo tiempo el X1 de BMW es un coche que puede llevarse de manera tranquila. Tanto en ciudad, donde la caja de convertidor de par hace que sea realmente cómodo y agradable de llevar, no muy diferente a un compacto y con una buena visibilidad. También en autovía, por donde circulas de manera aplomada, con una excelente insonorización.

Es aconsejable hacer uso de los modos de conducción porque se aprecia mucho el cambio entre uno y otro. Afecta a la reactividad de motor, cambio, dirección y suspensión. Puedes cambiar entre ECO Pro (que llega a desconecta la caja de cambios para avanzar por inercia), Comfort y Sport.

El consumo homologado es de 7,3 l/100 km, que no está mal para sus nivel de prestaciones. Rematamos la prueba acercándonos mucho, pues gastamos 7,7 l/100 km, si bien recorrimos una buena parte de nuestros km en modo Sport… y se nota en el gasto.

Opinión coches.com

Si los SUV te han convencido como opción para mover a tu familia, la verdad es que este BMW X1 te lo pone muy fácil. Cuenta con un amplio habitáculo para cuatro, una de las referencias entre las alternativas premium. Da que pensar que la anterior generación estuviese en las antípodas, con unas plazas traseras diminutas y un maletero escaso.

En el apartado dinámico, también convence. Por la capacidad de su motor (se me antoja muy complicado recomendar el xDrive 25i, este es más que sobrado) y porque la tracción total hace que el coche sea muy seguro incluso a ritmos elevados, un detalle que también se valora mucho en un coche familiar.

Ojo, que la tracción total no te lleve a engaño. Este es un SUV con muy pocas ganas de salir al campo. Personalmente lo veo más como una variante de más fácil encaje familiar del BMW Serie 1 que de un aspirante a todoterreno, como sí catalogaría al X3 frente a su teórico equivalente, el BMW Serie 3.

Los cambios de la puesta al día fueron acertados. Con un exterior más personalizable y un interior más tecnológico, en el que quizá los más fanáticos de lo último puedan echar de menos la instrumentación digital… y poco más.

BMW X1 xDrive 20i
8.1Nota
Lo mejor
  • Buenos acabados y habitabilidad
  • Prestaciones y puesta a punto dinámica
  • Grandes posibilidades de equipamiento
Lo peor
  • Pocas cualidades camperas
  • Visualización del cuadro de instrumentos
  • Precio con opciones no apto para todos los bolsillos
Diseño7.5
Habitabilidad8.5
Acabados8
Maletero8
Equipamiento8.5
Motor8.5
Comportamiento8.5
Calidad Precio7

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