Mercedes Clase T, a prueba: ¿qué le falta para ser el mejor monovolumen pequeño?

Cuando sabes que vas a probar un Mercedes piensas en deportividad. Piensas en lujo y confort. Luego te enteras de que vas a llevar algo grande. Pero también que puedes encontrar con esto, el Mercedes Clase T. Es el turismo más barato de la casa de la estrella. Parte de 29.722 euros. Un precio que hace que te lo plantees si es que buscas un modelo como el Volkswagen Caddy o el Renault Kangoo.

Después de pasar una semana conduciéndolo, con mi familia a bordo buena parte del tiempo, hay aspectos que me han gustado, sobre todo que se trata de un vehículo amplio y versátil. También convence el precio de partida, nada exagerado para los tiempos que corren. Sobre todo viendo que tiene más equipamiento de serie que otros Mercedes, tanto turismos como furgonetas.

Ojo, como siempre hablamos de precios sin descuentos. Puedes encontrar ofertas del Mercedes Clase T en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca de toda España. Contamos también con interesantes herramientas para financiar el coche que te ayudarán a pagarlo más cómodamente mes a mes.

La verdad es que se trata de un modelo que comparte muchos elementos con este Kangoo o con el Townstar de Nissan o incluso la Citan Tourer. ¿Por qué elegirlo si es más caro que ellos? Eso es lo que vamos a ver ahora:

Exterior

Ya con el coche cargado hasta arriba, toca verlo por fuera, ¿no? Y, sinceramente, no es un diseño que cambie demasiado el Citan Tourer que probamos hace un tiempo. Mercedes tuvo una idea fabulosa hace tiempo, que fue la de convertir la furgoneta Vito en el Mercedes Clase V, hoy sin duda el referente de los monovolúmenes de lujo.

Con el Clase T… Pues mucho lujo a simple vista no hay, si bien hay que entender  que la marca tiene otro monovolumen compacto en la gama, el Clase B.  Por eso no hay una transformación radical del Citan Tourer. Apenas unos detalles los diferencian.

Encontramos unas franjas cromadas en la parrilla y, en los acabados más completos, como la línea Progressive, faros LED High Performance (de serie van halógenos). También los retrovisores en color de la carrocería, nada de paragolpes o bajos en plástico negro o las llantas de 17 pulgadas (de 16 de serie).

Hay también una gama de colores algo diferente a la Citan Tourer, con alguno muy llamativo y en la zaga una barra cromada o unos pilotos traseros tienen un atractivo diseño con iluminación difusa.

Y las medidas, muy compactas. El Clase T mide 4.498 mm de longitud, Apenas unos milímetros de diferencia respecto a la Volkswagen Caddy o a su prima francesa, la Kangoo. La Toyota Proace Verso, parida por Stellantis, sí es algo más corta.

Otras cotas son los 1.859 mm de ancho y 1.811 mm de alto. De serie cuenta con barras de techo y son muy interesantes porque integran la baca. Por cierto, en la segunda mitad de 2023 se suma a la gama una versión más larga, de 4,90 metros de longitud, con tres filas de asientos.

Interior

Detalle interesante de las puertas que ya vimos en el Kangoo, que abren en un ángulo de 90 grados y son muy grandes, lo que permite un acceso al habitáculo muy cómodo. La posición de conducción es erguida, bastante cómoda y no vas a tener problemas de espacio, mucho menos de altura. Y en los asientos, he de decir que noto mejoría respecto al Kangoo. Por regulaciones de todo tipo, manuales, eso sí, y también por el acabado, que combinan piel sintética y microfibra.

¿Y cómo son los acabados interiores? Pues encontramos detalles que nos gustan, como las molduras en el color de la carrocería… aunque curiosamente acabadas en mate. Y con la terminación Progressive el remate del salpicadero o las molduras de las puertas van en NeoTech, que es una especie de neopreno, entre microfibra y piel sintética, que monta el mismísimo EQE. Ojo, que en la terminación sencilla la parte superior del salpicadero va en plástico duro, pero con buena textura.

El volante es el habitual en Mercedes y a través de él vemos un cuadro de instrumentos bastante convencional, con relojes y una pantalla central. Esta es una de las diferencias con la Kangoo. Otra, el diseño de los airteadores del climatizador, de tipo turbina y, sobre todo, la pantalla del sistema de infoentretenimiento en el centro del salpicadero

En el Mercedes Clase T hay siempre un sistema de infoentretemiento con pantalla de 7 pulgadas. No es el tope de Mercedes, con las pantallas verticales gigantes que vimos en los GLC o Clase C. Pero me parece que tiene ventajas respecto a ellos: es más fácil de manejar y los menús responden rápido, que es lo que se le pide. Además, cuenta con en control por voz que atiende al comando “Hey Mercedes”. Es la más pequeña de entre sus rivales, pero también la que mejor funciona.

Hay claroscuros en los huecos para llevar objetos. Hay uno habitual en las furgonetas sobre la cabeza, pero no tenemos el espacio sobre el que ofrece la Kangoo sobre el salpicadero. En la consola central hay tomas USB e incluso una zona de carga por inducción, pero poco más aparte de dos. Y no nos convencieron los anclajes del reposabrazos o la guantera.

En las plazas traseras, poco que contar que no hayamos visto en la Kangoo. Puertas correderas de serie en ambos lados desde la versión básica. No hay que pagar por la segunda como en otros modelos. Y con ventanillas que bajan hasta abajo.

No son tres asientos individuales pero sí tras formas. Echo de menos algo de modularidad que sí ofrece, previo pago, el Clase B. Solamente las dos plazas laterales cuentan con Isofix y puedes tener un tercero en la plazas delantera. Los asientos altos. No sobra espacio longitudinal, pero mucha altura y así se ofrece buena visibilidad hacia delante. Huecos portaobjetos.

Maletero

¿Para qué usarías el C lase T? ¿Para famila? ¿Para trabajar? ¿Para deportes de aventura? Todo eso implica cargar cosas. Muchas. ¿Puedes enfrentar a un Clase T con un colchón “de matrimonio”, de 190×135 de los gordos? Veamos.

El maletero anuncia 520 litros de capacidad hasta la bandeja. Cada fabricante da un dato, porque Renault dice que su Kangoo tiene 775 litros… y es el mismo coche. Sin duda, aquí gana la Caddy, con 1.213 litros.

El portón abre hacia arriba. Esto tiene una parte buena, que mejora la visibilidad y otra mala, que es que necesitas mucho espacio detrás para abrir del todo. Lo que vemos es un espacio mejor rematado que la Kangoo, más cuidado. Como ella tiene una bandeja cubreequipaje que se dobla. Con un poco de cuidado, puedes dejarla caer entre los asientos traseros para poder cargarla hasta arriba.

¿Nos cabrá el colchón de 135 cm? Tenemos un borde de carga bajo, a apenas 56 cm del suelo, y nos queda un hueco bastante ancho, de 120 cm. La altura es de 110 cm. Muy justos, pero confiamos en que es algo flexible. Y claro, toca abatir los asientos para ver si cabe de largo.  

Al abatir los respaldos traseros hay que echar un poco hacia delante los asientos delanteros, pues la banqueta trasera va un poco hacia delante para que el borde quede a ras con la carrocería. Ojo, esto puede afectar un poco al conducir a los conductores más altos… pero no es lo ideal, seamos sinceros.

El espacio resultante es de 2.390 litros de capacidad… La longitud también va algo justa para los 190 cm del colchón, pues es de 1.880 mm de largo… pero cabe

Motor

Ojo, amortiguadores sí para abrir el capó. Y aquí puede contar con dos mecánicas, una diésel y una gasolina, todas de cuatro cilindros y cada una de ellas con dos niveles de potencia. Más que las que ofrece la Kangoo o la Nissan Townstar.

En gasolina se ofrece un 1.3 turbo con 102 CV (T 160) o 131 CV (T180) y en diésel un 1.5 de cuatro cilindros con 95 CV (T 160 d) o 116 CV ( T 180 d). Todos se asocian a la caja manual de seis relaciones y, salvo el motor de de gasolina de acceso, pueden asociarse a una o una automática de doble embrague de siete.

Tenemos hoy aquí al diésel más potente. Con 116 CV de potencia y 260 Nm de par. Asociado al cambio automático, entrega 260 Nm de par a 1.750 rpm y no es un coche que destaque en aceleración, ya que tarda 13,6 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. De hecho, es la más lenta de sus rivales en este apartado:

¿Alguien imagina un coche así en una carrera de aceleración? Cargado con familia y el maletero a tope? Yo no, así que vamos a fijarnos en los consumos. Promete un gasto combinado de 5,7 l/100 km.

Comportamiento

Cuando conduje el Citan Tourer comentaba que tenía una suspensión más cercana a un turismo que a un vehículo comercial. Se llevaba mucho mejor que la variante furgón, a costa de perder capacidad de carga. Eso nos deja con un coche con buena capacidad de rodadura, que busca sobre todo la comodidad de los ocupantes y con una dirección que guía bien el coche.

Sí, se conduce como cualquier turismo. Solamente has de estar algo más pendiente de la anchura al conducir en lugares estrechos, pero la visibilidad es buena y, con las cámaras y sensores resulta sencillo maniobrar.

En carretera, la suspensión  se traga bien los baches y ojo, que puede resultar bastante ágil en los cambios de dirección, algo a lo que ayuda que no pesa demasiado, marca en la báscula 1.678 kg. Tampoco es un coche que invite demasiado a correr, pero no te pone en situaciones difíciles.

¿Por qué no correr? Porque el motor tampoco lo pide. El diésel mueve bien el coche, incluso cargado. Asociado al cambio automático diría que es todavía más tranquilo, aunque el dato de aceleración es unas décimas mejor (13,3 frente a 13,6 segundos). Eso no significa que no puedas mantener velocidades altas… pero cuesta llegar a ellas.

Eso sí, a velocidades altas llega algo de ruido de rodadura y aerodinámico al habitáculo. Uno de los peajes que has de pagar con un coche de este tipo.

Y, eso sí, si puedes pagar los 1.100 euros de diferencia, apuesta por el motor de 116 CV frente al de 95 CV que probamos en la Kangoo y el Citan Tourer. No tanto por prestaciones, sino porque se nota que el coche va más holgado. Y ojo, con el cambio automático homologan el mismo consumo, de 5,6 l/100 km. En nuestro recorrido de consumo habitual, nos quedamos muy cerca de conseguirlo, acabamos con un gasto de 5,7 l/100 km.

Opiniones coches.com

El Clase T juega en esa liga de coches prácticos en los que puedes llevar muchas cosas sin tener un vehículo gigantesco. Su diseño no es revolucionario, hay pocas diferencias con el Citan. No es tan especial como resulta el Clase V respecto del Vito.

En nuestra opinión, el Clase T ofrece un interior cuidado y un buen sistema multimedia que demuestra que el tamaño (de la pantalla) no importa tanto como un buen software. ¿Qué no nos convenció? Que sus prestaciones estén algo por detrás de sus rivales, que haya poca diferenciación estética con la variante comercial y su precio, algo elevado en comparación con modelos casi iguales como Kangoo o Citan Tourer.

En el momento de probar este coche los precios de un Mercedes Clase T con el motor diésel más potente nos demuestran que no es la más cara del segmento. Ese “privilegio” corresponde al Caddy en esos instantes:

Locura de precios, lo mejor es mirar y comparar en coches.com… y decidirte por el que más te convenza.

Galería de fotos:

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