Tras una primera generación realmente rompedora, en 2015 llegó al mercado un nuevo MINI Clubman. Es la variante más racional del MINI, que como él apuesta por una imagen muy diferente al resto de vehículos que puedes encontrar en el segmento, en este caso el de los coches compactos.
El nombre de Clubman supuso en su día separarse de la tradición de la marca. Clubman era el nombre con el que se conocía a la actualización del MINI clásico, allá por la década de los 70. Existían variantes más familiares, pero siempre se habían llamado Traveller o Countryman –en Australia sí había existido un Clubman con esta carrocería–. Pero, ya con MINI englobada en BMW, se optó por este nombre porque ya tenían los derechos (más tarde se harían con el de Countryman para el SUV de la marca).
Se trata de un compacto muy distinto a todo, que compite con los representantes de las marcas premium en el segmento C, aportando un toque de originalidad y que, créenos, es más interesante de lo que muchos creen en un principio.
Hemos pasado una semana con esta unidad con motor de gasolina, que ha sido renovado recientemente, para ver cuáles son sus argumentos en ese complicado segmento:
Exterior
El MINI Clubman 2019 recibió los cambios que un año antes llegaron a los utilitarios de tres, cinco puertas y al Cabrio. Desde luego, le han sentado francamente bien a un producto muy sui generis.
No han afectado a sus medidas. El Clubman mide 4.266 mm de longitud. Al ser más bajo de lo habitual (1.441) da la sensación de ser más pequeño, pero son cotas similares a las de un Volkswagen Golf y poco menos que un Seat León. La anchura es de 1.800 mm, más habitual.
En el frontal nos encontramos con una nueva parrilla, que gana presencia y se extiende por todo el paragolpes. También se han rediseñado los faros antiniebla, que están rodeados por un anillo luminoso que integra los intermitentes. Las ópticas conservan la clásica forma circular y ahora pueden escogerse los LED con función Matrix.
En el lateral conserva las líneas maestras de MINI, una línea de cintura muy recta, diminutos voladizos y una zaga muy vertical, sin volúmenes, como una especie de familiar.
Tenemos en esta unidad uno de los tres nuevos colores de carrocería nuevo, el Indian Summer Red, un color con muchos matices que van desde casi rosa a anaranjado o rojo, que combina muy bien por cierto con el techo negro y los protectores de bajos en plástico del mismo color. Las llantas de 18 pulgadas MINI Yours British Spoke son opcionales (de 16 de serie).
Por cierto, hay cuatro puertas para pasajeros. La primera generación, de 2007, renovada en 2010, tenía una única puerta lateral en el lado izquierdo y el el derecho se completaba con una pequeña puerta suicida que trataba de facilitar el acceso alas plazas traseras. Mucho más cómodo ahora. El diseño está bien pero la gente elige un compacto también por practicidad.
La zaga es la parte más característica del modelo. Y es que en lugar del portón se opta por estas dos puertas, que ya no tiene el aspecto de furgoneta de la primera generación, es más elegante. Novedad son estos pilotos, con tecnología LED y que pueden distribuirse de manera que recuerden a la Union Jack, la bandera del Reino Unido Hay detalles muy MINI, como el hecho de que se vea el sistema de escape.
Interior
Cuando BMW se hizo con MINI la verdad es que los acabados no eran un aspecto diferenciador de sus modelos. Con el paso del tiempo han ido mejorando y ahora ya se percibe que estás en un modelo que cuesta más que la media. Puede que haya algún plástico duro más en zonas bajas que en otras marcas… pero la originalidad del diseño consigue que no te fijes demasiado. Detalles como las molduras retroiluminadas son, sencillamente, fascinantes, porque no te los esperas.
Donde los MINI de siempre tenían el velocímetro, ahora cuenta con una pantalla multimedia que nos ha gustado especialmente. Tiene 8,8 pulgadas (de serie 6,5) y además de ser táctil –novedad–, puedes controlarla de modo sencillo con una ruleta en la consola central y botones de acceso rápido a varias funciones.
Contamos aquí con un buen navegador, pero al final acabamos usando muchas veces el del móvil. Es compatible con Apple Carplay (ojo, no Android Auto), además sin cables. Te recomendamos también elegir la cámara de visión trasera. Tiene muy buena resolución y es que el particular diseño de la zaga hace que la vista desde el retrovisor no sea muy buena, al estar dividida.
Por lo demás, muchos botones y mandos para lo que se estila hoy en día. Bajo la pantalla mandos giratorios para el climatizador y a continuación una serie de botones que nos recuerdan a los de avión, con detalles especiales como el de arranque en rojo, en el centro, o el de llamada de emergencia, que recuerda al de un lanzador de misiles, en el techo.
¿Y el espacio? Pues delante vas bien, si bien no vas tan holgado como en un compacto al uso. Y es que la posición de conducción es especial. Vas sentado muy abajo, con las piernas bastante estiradas. Me han gustado mucho los asientos. Son deportivos, y cuentan con innumerables ajustes para ir perfecto. Me encanta que pueda aumentarse la longitud de la banqueta, para no dejar parte de las pantorillas sin apoyo.
En el apartado práctico, contamos con las habituales bolsas de las puertas, una guantera y un espacio para vaciar los bolsillos ante el cambio, con dos reposabebidas. Se completa con un pequeño cofre entre los asientos, donde puedes tener un espacio de recarga inalámbrico para el teléfono móvil, como en esta unidad.
Detrás es donde más aprecias que el coche es 27 cm más largo que el MINI de 5 puertas. Entras bastante mejor, en parte porque la parte superior de la puerta es totalmente recto. El espacio para las piernas es bastante bueno para un adulto, también para la cabeza y puedes enfrentarte a un viaje largo sin muchos agobios.
Aunque no hay mucha zona acristalada entra bastante luz y se ve bien por las ventanillas, incluso niños en su silla, al ir sentados bajos. Y si montas el techo panorámico doble, pues no tendrás problemas de iluminación.
Hay salidas de aire al final de la consola central, lugar donde también encontramos un par de tomas USB. Y un túnel central bastante prominente (es que hay versiones con tracción total), lo que unido a una banqueta más corta y un respaldo más duro porque oculta el reposabrazos no hace de esa plaza un lugar demasiado apetecible.
Maletero
Donde el MINI Clubman ha conservado su originalidad es en las puertas traseras. Nada de un portón clásico, sino que tenemos un par de portezuelas de apertura lateral. Puede que no sea tan práctico, pero desde luego el MINI huye de convencionalismos y este es un detalle muy diferenciador.
Una vez que abres las puertas, en el orden establecido (primero la derecha, luego la izquierda, y al revés para cerrarla), te queda un espacio de carga bastante amplio. Son 360 litros de capacidad, una cifra correcta, pero no espectacular, para el segmento compacto.
La cifra incluye un espacio bajo el piso amplio suficiente para llevar la silla de tijera de un bebé y un par de mochilas, comprobado y donde encontramos también el kit repara pinchazos o los triángulos. Cuenta también con un par de prácticos huecos en los laterales, iluminación en las dos paredes y perchas escamoteables para colgar bolsas, además de un par de bolsillos en las puertas que pueden sacar de un apuro.
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¿Que en un momento dado no es suficiente? Pues puedes abatir los respaldos de los asientos traseros. Están divididos en dos partes, en proporción 40/60 y alcanzas nada menos que 1.250 litros de capacidad. Y, si no quieres prescindir de los asientos traseros puedes también colocar los respaldos en una posición casi vertical, cambiando la posición del enganche.
Equipamiento
La verdad es que subirse a un MINI Clubman de prensa es apabullante. El modelo no está mal dotado, ya que de serie cuenta con llantas de aleación ligera, faros principales, pilotos traseros y antinieblas con tecnología Full LED, paquete de iluminación, sensores de lluvia y luces o los espejos térmicos.
No falta el cierre con mando, arranque por botón, climatizador bizona, ordenador de viaje, el volante multifunción forrado en cuero, asiento regulable en altura el sistema multimedia con pantalla de 6,5 pulgadas o el control y limitador de velocidad, aviso pre-colisión y llamada de emergencia.
El MINI Clubman no es barato. La gama arranca en 26.200 euros y, de elegir el Cooper con cambio automático, prepara al menos 30.100 euros. Eso sí, es complicado acudir al concesionario y no caer en la tentación de sumar extras y personalizar el coche.
Hay paquetes que facilitan la tarea, pero tampoco son baratos. Nuestra unidad contaba con el acabado MINI Yours (4.450 euros), que suma entre otros e acceso sin llave, los modos de conducción, detalles prácticos del maletero, asientos en cuero, molduras retroiluminadas y la proyección del logo desde el retrovisor, volante de tres radios o las llantas de aleación de 18 pulgadas (225/40) MINI Yours British Spoke en 2 tonos.
La cosa no se quedaba ahí, pues también estaba el Paquete Sky (1.300 euros), que suma el techo solar panorámico dividido en dos partes, los cristales traseros tintados o la calefacción en los asientos delanteros.
O el Paquete Driving Assistant+ (3.100 euros), con control de crucero activo, lectura de señales de tráfico, detección de peatones, Head-Up Display, carga inalámbrica para el móvil, la pantalla táctil de 8 pulgadas con navegador e información en tiempo real, Apple CarPlay…
Así pues, casi sin darnos cuenta tenemos un compacto que coquetea con los 40.000 euros, posiblemente más de lo que cualquiera se plantea pagar por un coche de este tipo y su nivel de potencia. Eso sí, el resultado es espectacular, no cabe duda.
Rebajar estas cifras es posible con ofertas del MINI Clubman, que puedes localizar fácilmente en nuestra sección de coches nuevos, donde las publican y actualizan con regularidad los concesionarios de la marca. Se trata de precios que no incluyen opcionales y que pueden llevar asociada algún tipo de obligación, como el de financiar el coche con la marca.
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Motor
Si algo podemos achacar a esta puesta al día es que no ha habido ni una mínima sorpresa. Sigue habiendo tres mecánicas diésel (One D de 116 CV, Cooper D de 150 CV y Cooper SD de 190 CV) y otras tantas de gasolina (One de 102 CV, Cooper de 136 CV y Cooper S de 192 CV, además de la versión deportiva Clubman John Cooper Works, con 306 CV y un chasis modificado.
Nuestra unidad cuenta con el gasolina intermedio, Es un motor de tres cilindros, que comparte con el menos potente, de 1.499 cc. Puede ligarse a una caja de cambios manual de seis relaciones o, como en este caso, con uno automático de doble embrague y siete marchas, que envía el par a las ruedas delanteras. Hay variantes de tracción total de este modelo, pero para ello has de elegir los motores más potentes.
El motor entrega sus 136 CV (100 kW) entre las 3.500 y 4.500 rpm y 220 Nm de par entre las 1.480 y las 4.180 rpm. Con él bajo el capó, mueve a los 1.425 kg que marca este coche con cifras de prestaciones buenas, que no sorprendentes: Acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y alcanza 205 km/h. Su consumo homologado es de 6,6 l/100 km… pero sabiendo que los motores de tres cilindros son bastante sensibles al uso, mejor comprobarlo.
Comportamiento
Recordaba muy bien las sensaciones del MINI Clubman Cooper D previo a la actualización. Y con el motor de gasolina, es si cabe mejor en algunos aspectos. Para empezar, el sonido, agradable sin ser bronco y más refinado, pues transmite menos vibraciones al interior, a pesar de que el diésel era un tetracilíndrico.
El motor es suficiente para moverte con agilidad y el cambio (que conocimos en la prueba del MINI Cooper S de cinco puertas) es rápido, si bien puedes usarlo de modo manual y responde fielmente a las subidas y bajadas de marchas.
No es tan ágil como un MINI de tres puertas, algo obvio debido a que la distancia entre ejes es de 2.67 metros, pero es de los mejores compactos para sacarte una sonrisa, de esos que buscas cualquier escusa para bajar al garaje y dar una vuelta, pues mantiene esa viveza que tanto caracteriza a todos los modelos de la marca. Siendo más progresivo en sus reacciones, no deja de tener ese punto de reactividad.
La puesta a punto de las suspensiones es diferente a un MINI, y créeme que en un viaje largo lo agradeces, pues garantiza más confort. Aún siendo más rígida que la media, no resta demasiada comodidad salvo en ocasiones puntuales, como puede ser un badén o un bache. Pero es precisamente eso lo que lo hace un coche especial.
En cuanto te diriges a una carretera con curvas sale a reducir su lado canalla: un coche rígido como una tabla, con unas suspensiones que no se inmutan por más curvas que vayas enlazando (McPherson en el eje delantero y multibrazo independiente detrás). Cuenta con un aliado en la dirección, que es directa, precisa y hasta comunicativa en comparación con la mayoría de vehículos actuales. Da gusto conducirlo.
Además, puedes modificar el carácter del coche haciendo uso de sus tres modos de conducción, que actúan sobre la respuesta del acelerador, el cambio, dureza de la dirección y el aire acondicionado o incluso la amortiguación en caso de contar con los amortiguadores adaptativos. Está el modo Sport, el más dinámico, el Mid, más equilibrado y el Green, que maximiza consumos desconectando incluso la transmisión en situaciones puntuales.
Opinión coches.com
No es difícil ver un Countryman por la calle. Es el coche más vendido de la marca en España, cosas del auge de los SUV en los último tiempos. Más sorprendente son las pocas ventas del Clubman. El pasado año se vendieron más del doble de MINI Cabrio que del Clubman, por ejemplo.
Es un coche que te proporciona más espacio y maletero que un MINI de 5 puertas, muy diferente y que no pierde el tacto de conducción de los MINI, donde la parte dinámica prima sobre el confort, pero que sabe mostrarse suave en viajes.
¿Es caro? Esta versión Cooper desde los 30.100 euros, una tarifa alta, pero no está lejos de un Audi A3 o un BMW Serie 1 con motores equivalentes. Es incluso más barato que un Mercedes Clase A, todos ellos coches premium, pero que no tienen ese tacto especial de conducción y esa imagen singular que, créenos, sí te da este MINI Clubman. Es un modelo mucho más racional que la primera generación, pero que ha conservado su carácter y originalidad.
- Dinamismo y toque MINI, pero con mayor aplomo
- Imagen diferneciada por fuera y por dentro
- Amplísimas posibilidades de persoanlización
- Precio elevado, sobre todo con opcionales
- Plazas traseras y maletero por debajo de la media
- Algo más de potencia... sin irse al Cooper S
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