El arrollador auge de los Todocamino, SUV y Crossover ha repercutido en casi todas las categorías, acaparando un buen número de ventas de otros segmentos, afectando especialmente a las berlinas generalistas del segmento D, vehículos que siempre se han erigido como el portaestandarte de cada marca.
De esta forma, en los últimos años, han sufrido un notable declive en las cifras de ventas fruto, además, de una pertinaz crisis económica, que parece haberse cebado especialmente con ellas, por unos costes de adquisición no precisamente de los más asequibles del mercado, decantándose el público por otras opciones más económicas…
Afortunadamente, la mayoría de las marcas se han dado cuenta de ello y están tratando de atenuar esa tendencia con un indudable esfuerzo por ofrecer nuevos productos que resulten interesantes y atractivos a la posible clientela.
Por ello desde finales del año 2014 se está produciendo una profunda reactivación del segmento con el lanzamiento de las nuevas generaciones de modelos tan populares como el Ford Mondeo o el Volkswagen Passat (coche del año 2.015 en Europa), que en sucesivas semanas pasarán por las manos de Coches.com para ser analizados a fondo… En otros casos se ha efectuado una necesaria puesta al día de modelos que ya llevaban un cierto tiempo entre nosotros, como el Peugeot 508 que nos acompaña esta semana.
Algo parecido está sucediendo en las marcas Premium con el lanzamiento, entre otros, de un totalmente renovado Mercedes-Benz Clase C (del que os ofrecimos una completa prueba…), que sigue ampliando su gama con más versiones y motorizaciones, la aparición del nuevo Jaguar XE, junto con la quinta generación del Audi A4, que ya podremos ver en el mes de septiembre en el Salón de Frankfurt (y cuya actual entrega también pudimos probar a fondo…). A lo que hay que sumar el restyling de las Series 3 y 4 de BMW que pronto llegarán a los concesionarios.
Gracias a lo cual se nos presenta un panorama mucho más atractivo que el que nos encontrábamos tan sólo unos cuantos meses atrás…
Si nos centramos en el Peugeot 508, que probamos esta semana, cabe destacar que justo ahora se cumple un año de esa mencionada, y necesaria, puesta al día (ya que se comenzó a comercializar a finales de septiembre de 2014).
El buque insignia de la firma del león llevaba a la venta casi 4 años y necesitaba una ligera metamorfosis para mantenerse en la lucha contra una, cada vez, más dura competencia. Por lo tanto en la marca francesa se pusieron manos a la obra, trabajando en cambios estéticos (tanto en el exterior como en el interior), como en importantes novedades en el apartado mecánico o de equipamiento, y así mantenerse en el candelabro durante al menos un par de años más, antes de acometer una remodelación en profundidad que dará paso a una nueva generación.
Por lo tanto veamos, uno por uno, cuáles han sido estos cambios y si resultan acertados, aparte de analizar su comportamiento en todo tipo de circunstancias:
Exterior
En línea con los mejores representantes del segmento, el Peugeot 508 nos brinda unas dimensiones realmente destacables, con una longitud que ha crecido en 38 milímetros, situándose ahora en nada menos que 4,830 metros, una distancia entre ejes de 2,817 metros y unos voladizos de dimensiones casi idénticas, con 1,001 metros el delantero y 1,012 metros el trasero. Por su parte la anchura es de 1,828 metros sin contar los espejos laterales y de 2,068 metros con ellos desplegados, mientras que la altura se conforma con 1,456 metros.
El frontal, completamente rediseñado, gana en presencia y elegancia, heredando y reinterpretando numerosos recursos estéticos ya vistos en otros modelos del fabricante francés. Con un capot más horizontal y una calandra de nueva factura, completamente vertical, con los bordes cromados y lamas horizontales, además del nombre de la marca francesa en la parte superior de la misma, al tiempo que se integra en su zona central el renovado símbolo del felino, también cromado.
Los grupos ópticos se benefician de un diseño mucho más acertado y moderno del que lucía anteriormente. Pero no sólo resultan más atractivos sino que, por primera vez en este modelo, están disponibles en configuración Full LED, como en el caso de la unidad probada, lo que garantiza una excelente iluminación en todo tipo de circunstancias.
Las luces de día se trasladan al paragolpes formando, junto con los intermitentes, una pronunciada curva que envuelve a los faros antiniebla delanteros, otorgándole una mirada más agresiva. Entre ambos, en la parte más baja del paragolpes delantero, se sitúa una toma de aireación, cubierta por rejilla plástica negra, que se disimula perfectamente en una zona también con acabado en negro.
En la vista lateral muestra un diseño más sobrio, aunque también elegante, fruto de una silueta con los tres volúmenes perfectamente proporcionados y una línea de cintura alta y remarcada por una nervadura que recorre la carrocería desde los grupos ópticos delanteros hasta los traseros, apoyada por otra menos evidente en la zona media de las puertas. A ese aspecto serio también contribuye la decoración de nuestra unidad de pruebas, en color Gris Artense metalizado.
La discreción también resulta evidente en el diseño de las llantas y las medidas de las que hace gala, pues basta con unas de aluminio de 17 pulgadas de diámetro (modelo Style 05) sobre las que se montan unos neumáticos Michelin Primacy HP en medidas 215/55 R17 98W, más encaminados a disminuir el rozamiento y garantizar una óptima durabilidad que a hacer gala de un comportamiento deportivo.
La zaga también gana carácter gracias a los nuevos grupos ópticos formados íntegramente por elementos LED y que adoptan las formas simuladas de un zarpazo, en referencia al felino que sirve como emblema de la marca francesa.
La tapa del maletero sólo cuenta con un pequeño resalte horizontal en su parte superior y el rediseñado logo del león en su zona central. La matrícula se traslada al paragolpes de renovadas formas que, en su parte más baja, cuenta con un discreto difusor en plástico negro con la presencia de algunas molduras cromadas y los catadióptricos traseros. Ni rastro de la salida de escape, que queda perfectamente disimulada.
Interior
El interior del Peugeot 508 no ha sufrido la misma metamorfosis del exterior, lo que no es óbice para que se hayan realizado pequeños retoques que lo convierten en más agradable y mejoran su usabilidad.
Donde esto último resulta más evidente es en la adopción, por fin, de una nueva pantalla multifunción táctil, de 7 pulgadas, que ahora ocupa la parte central del salpicadero entre los aireadores principales. Desde ella se pueden gestionar un mayor número de funciones que antes, tanto referidas al equipo de navegación como al de infoentretenimiento, así como configurar diversos parámetros del vehículo. Contribuye, además, a reducir el número de botones necesarios que, al final, encuentran difícil ubicación diseminados por el salpicadero o la consola central.
El sistema de audio de serie no está mal, pero nuestra unidad contaba con el opcional sistema Hi-Fi firmado por el prestigioso especialista JBL que, por poco más de 600 €, supone una importante mejora en lo que a calidad sonora se refiere, gracias a un amplificador de 500 vatios y a sus 10 altavoces repartidos por el habitáculo, entre los que se incluye un subwoofer de 150 vatios.
Debajo de él se sitúan los mandos del sistema de climatización que, en nuestro caso era de 4 zonas, lo que garantiza una mayor efectividad y que cada pasajero encuentre de forma rápida el mejor confort de viaje, pudiendo regular la temperatura y el flujo de aire de forma independiente, con sus propios mandos para los pasajeros de las plazas traseras.
En la consola central, y tras un par de pequeños huecos con tapa abatible donde colocar, el mando del garaje, las llaves de casa o algunas monedas, nos topamos con la palanca de la caja de cambios manual de 6 velocidades. El pomo cae perfectamente a mano y sus cortos recorridos y suaves inserciones nos invitan a jugar constantemente con ella cuando, por ejemplo, circulamos por una carretera de montaña.
Justo detrás, se emplazan los potenciómetros que regulan la temperatura de los asientos calefactables y una mini-guantera, de tapa deslizante, muy útil para guardar pequeños objetos, rodeada de otros botones, como el asistente de las luces de carretera (¿no sería más lógico que intercambiara su ubicación con la del freno de estacionamiento eléctrico?), el desconectador de la alarma o la llamada de emergencia…
Y, para finalizar con la descripción de esta zona, no podía faltar el típico apoyabrazos central, con una gran guantera en su interior donde, además, encontramos diversos tipos de conexiones al sistema multimedia.
¿Y el freno de mano? Pues no sabemos si por una cuestión estética o simplemente de sitio, abandona su ubicación lógica en la consola central y se ha colocado el pulsador de activación eléctrica en el salpicadero, a la izquierda de la columna de la dirección, junto al botón de arranque/parada del motor y los que permiten abrir la tapa del depósito de combustible y del maletero, en un sitio poco común y al alcance únicamente del conductor, con las consiguientes molestias que esto puede causar…
Los guarnecidos, los plásticos blandos, o los duros donde no se utilizan aquellos, son de buena calidad y presencia, aunque sin llegar en sus ajustes a los de los modelos Premium de las firmas alemanas, sobre todo en las zonas más alejadas de la vista, pero destacan por su aspecto robusto, que garantizan una óptima durabilidad durante muchos miles de kilómetros….
El volante multifunción de 3 radios gusta desde el primer instante por un tamaño y grosor muy adecuados, además de estar forrado en cuero de buen tacto. En cambio lo que ya no nos ha parecido tan adecuado es la profusión de botones de la que hace gala, teniendo en muchas ocasiones que retirar las manos del aro (y la vista de la carretera…) para actuar sobre ellos…. Un punto a revisar….
El cuadro de relojes muestra gran cantidad de información, combinando la de tipo analógico y digital, de forma clara y homogéneamente distribuida. Presidido por las dos grandes esferas de velocímetro y cuentarrevoluciones cuenta en su parte superior con otras 3 más pequeñas con la indicación de nivel de carburante, la temperatura del líquido refrigerante y la, cada vez menos habitual, temperatura del aceite del propulsor. En el centro una pantalla ofrece información sobre mensajes de alerta, ordenador de a bordo, el estado de diversos elementos, indicación del cambio de marcha y velocidad digital.
Pero lo que más nos ha gustado es la presencia de un Head-Up Display de excelente visibilidad (incluso con gafas de sol polarizadas…) y que proyecta la información a color sobre una lámina plástica emergente frente al conductor, por encima del cuadro de instrumentos. De esta forma no es necesario apartar la vista de la carretera para estar informados de los datos más importantes que afectan a la conducción. El único «pero” es que su regulación en altura e inclinación se realiza desde una botonera, oculta tras una tapa, en la zona izquierda de la columna de dirección, aún más apartada que el botón de arranque o el freno de estacionamiento, por lo que cualquier ajuste debe realizarse siempre con el vehículo detenido…
Como en toda berlina de este segmento que se precie, lo más importante en su concepción es garantizar la comodidad de los pasajeros. Y en Peugeot no han sido ajenos a esta premisa, no sólo porque su gran tamaño exterior se corresponde con una óptima habitabilidad interior, incluso aunque ocasionalmente sean cinco los que ocupen todas las plazas disponibles, si bien, al que le toque en suerte la plaza central trasera no gozará del mismo estatus que los cuatro restantes………
Por ejemplo, los asientos delanteros se muestran cómodos para largos desplazamientos, y a la vez sujetan lo suficiente a la hora de exprimir un poco más las cualidades dinámicas de la berlina francesa. En nuestra unidad estaban forrados en cuero negro de buen tacto que, además, no resbalaba. Los ajustes, de tipo eléctrico, ofrecen múltiples posibilidades de regulación por lo que encontrar rápidamente la postura de conducción más adecuada para todo tipo de tallas resulta muy sencillo. Por si esto fuera poco, además, son calefactables.
En las plazas traseras los tres posibles ocupantes gozarán de un más que aceptable espacio longitudinal para las piernas y suficiente cota en altura. Si sólo viajan dos de ellos, además, disfrutaran de una notable anchura, con un generoso apoyabrazos central con portabebidas y una pequeña guantera. Puede accederse al maletero mediante una trampilla central y también plegarse los respaldos de forma asimétrica, para aumentar el espacio de carga.
Maletero
Para abrir la tapa del maletero tendremos dos posibilidades, bien desde el interior, remotamente con el botón correspondiente, a la izquierda de la columna de dirección, o desde una curiosa ubicación, pulsando un botón disimulado en el “Cero” del emblema “508” situado en la parte trasera derecha de la carrocería. No dispondremos de sistema de apertura eléctrica (sí en el SW) ni, tampoco, sin manos, pasando el pie por debajo del paragolpes.
Pero una vez superadas estas ausencias (que seguramente no se produzcan en la próxima generación del modelo francés…), este Peugeot 508 nos obsequia con una capacidad de maletero de 545 litros, contando el doble fondo compartimentado (lo que conlleva el uso de un kit reparapinchazos), que disminuye hasta 503 litros (42 litros menos) si se opta por una rueda de repuesto…
Este volumen de carga se sitúa en la media de la categoría, siendo más que suficiente para transportar el equipaje de una familia. Podemos compararlo, por ejemplo, con los 586 litros del Volkswagen Passat, 540 del Ford Mondeo, 489 del Mazda6, 500 litros del Opel Insignia ó 509 del Toyota Avensis, aunque ninguno de ellos llega a los magníficos 590 litros del Skoda Octavia…
Lamentablemente esta capacidad se ve ligeramente comprometida por una boca de carga no todo lo amplia que desearíamos, con poca altura y los molestos abultamientos de los grupos ópticos traseros, lo que hace que para transportar bultos más grandes de lo habitual tengamos que realizar ciertos juegos malabares…
En el caso de que tengamos que hacerlo habitualmente existe una variante Station Wagon que cuenta con un gran portón de amplia apertura y que además se ve beneficiado de un ligero incremento en el volumen de carga que asciende, en condiciones normales a 660 litros, y se incrementa hasta los 1.665 litros con los respaldos de los asientos traseros plegados y aprovechando el volumen útil hasta el techo.
Si, pese a todo, nos decidimos por esta variante de 3 volúmenes, no está todo perdido, pues podemos abatir asimétricamente los respaldos de los asientos traseros (en una proporción 40/60), además de contar con una trampilla central que nos facilitará el transporte de los bultos de mayor longitud, aunque no necesariamente voluminosos… Aprovechando al máximo su capacidad de carga podremos disfrutar de 1.244 litros.
En nuestra unidad de pruebas, al contar con una rueda de repuesto de uso temporal (velocidad máxima de 80 km/h) bajo el fondo del maletero, la capacidad de carga se ve ligeramente disminuida. Aunque tal y como dice el refrán: «no hay mal que por bien no venga” pues la pequeña pérdida de practicidad se contrarresta con la tranquilidad que proporciona este tipo de solución ante un posible pinchazo o reventón de un neumático…
Equipamiento
En Peugeot se han propuesto que este 508 ofrezca un excelente equipamiento, incluso desde la versión más básica, que puede complementarse con diferentes niveles de acabado:
ACCESS(versión de acceso):
- Climatizador manual
- Asiento conductor con ajuste de altura
- Banqueta trasera abatible 1/3 2/3
- Radio CD MP3 Wip Sound con toma USB y Jack
- Control de estabilidad (ESP), ASR, ABS, REF y AFU
- Airbags frontales, laterales delanteros y de cortina
- Elevalunas eléctricos delanteros y traseros
- Función Hill Assist
- Llantas de acero 16″ Style A
- Regulador/limitador de velocidad
- Rueda de repuesto
- Volante de cuero multifunción
- Seguridad eléctrica para niños
- Cierre centralizado con mando a distancia
ACTIVE(añade sobre el ACCESS):
- Asiento conductor con reglaje lumbar eléctrico
- Climatización automática con regulación izquierda/derecha
- Llantas de aleación 17″ Style 04
- Pack Confort: encendido automático de luces + retrovisor interior electrocrómico + sensor de lluvia
- Pantalla táctil de 7″
- Streaming audio, toma USB
- Kit Manos libres Bluetooth
- Detector de obstáculos trasero
- Retrovisores exteriores abatibles eléctricamente
ALLURE(adicionalmente al ACTIVE):
- Apertura y Arranque Manos Libres
- Contornos de las lunas laterales cromados
- Freno de mano eléctrico
- Navegación integrada en la pantalla táctil
- PEUGEOT Connect
- Head-Up Display color
- Tapicería semi cuero
- Volante de cuero plena flor multifunción
- Llantas de aleación 17″ Style 05
- Llantas de aleación 17″ Style 11 (BlueHDi 180 CV)
Aparte de lo anterior podremos optar por las versiones GT Line y GT que cuentan con un equipamiento personalizado de carácter marcadamente deportivo.
Como decía Don Hilarión en La Verbena de la Paloma: «los tiempos avanzan que es una barbaridad…» y aunque la seguridad pasiva y activa que proporciona este modelo francés es muy alta, se echan en falta los últimos avances en materia de asistencia a la conducción que sí ofrecen algunos de sus más directos rivales, e incluso modelos de gama inferior. Suponemos que estas lagunas se solventarán en la siguiente generación…
Podéis adquirir la berlina gala desde los 24.270 € (del Peugeot 508 1.6 BlueHDi 120 CV con cambio manual de 6 velocidades y acabado Access). La versión probada (Peugeot 508 2.0 BlueHDi 150 CV con cambio manual de 6 velocidades y nivel de acabado Allure) está disponible desde 30.770 €. Aunque en el caso de la unidad cedida por la marca francesa contaba con el siguiente equipamiento opcional:
- Color Gris Artense metalizado —– 481,11 €
- Pack Visión —– 866,01 €
- Pack Cuero Claudia Negro Tramontane —– 1.395,23 €
- Cortinillas 2ª fila —– 144,33 €
- Asientos delanteros eléctricos, calefactables y con cojín regulable —– 192,45 €
- Cámara de visión trasera —– 288,67 €
- Pack HIFI JBL —– 625,45 €
- Alarma antirrobo —– 288,67 €
Por lo que el precio final ascendía hasta los 35.051,92 euros. Una cifra quizá un poco alta y que se aproxima peligrosamente a los modelos Premium de ciertas marcas alemanas que todos conocemos…
No obstante, si estáis interesados en la adquisición de un Peugeot 508, no dejéis de pasaros por el buscador de Coches.com donde encontrareis el mejor precio del mercado, así como el seguro que mejor se adapte a vuestras necesidades.
Motorización
La marca francesa ha decidido dotar a su buque insignia con avanzadas motorizaciones, todas ellas de 4 cilindros en línea, tanto de gasolina como diésel e incluso una variante híbrida, que reúnen los últimos avances tecnológicos para lograr una gran eficiencia en cuanto al consumo de combustible y reducidas emisiones (todas ellas cumplen la exigente normativa anticontaminación Euro 6), sin por ello descuidar las prestaciones.
Por lo que se refiere a los motores de explosión encontramos un único desarrollo, el nuevo 1.6 THP, que ofrece 165 CV de potencia a 6.000 rpm y un par máximo de 240 Nm entre 1.400 y 4.000 rpm, con unas emisiones de CO2 de 134 g/km. Está disponible acoplado a una caja manual de 6 velocidades o a una automática EAT6, también de 6 relaciones.
La variante híbrida (denominada HYbrid4 y utilizada en exclusiva por el RXH) cuenta con una potencia total de 200 CV, de los cuales 163 CV provienen de un propulsor diésel 2.0 HDi y los 37 CV restantes de un motor eléctrico que transmite su empuje a las ruedas traseras, pudiendo funcionar alternativa o complementariamente al primero. Con ello consigue homologar unos consumos muy reducidos, con tan sólo 3,8 l/100 km en ciudad; 4,1 l/100 km en el extraurbano y 4 l/100 km en el mixto, con unas emisiones de CO2 de 104 g/km.
Las nuevas mecánicas diésel de Peugeot emplean la tecnología BlueHDi, una de las más avanzadas y eficientes a la hora de eliminar los peligrosos óxidos de Nitrógeno (NOx) y las partículas, tan dañinas para la calidad del aire y, por ende, para nuestra salud…
En su funcionamiento los motores diésel emiten diversos elementos contaminantes procedentes de la combustión, como los Hidrocarburos no quemados (HC), Monóxido de Carbono (CO), Óxidos de Nitrógeno (NOx) y partículas finas, menores de 2,5 micras de diámetro (PM2.5).
Mediante el sistema BlueHDi, de postratamiento de los gases de escape, se eliminarán en 3 fases:
1ª etapa: Mediante un catalizador de oxidación se transformarán los hidrocarburos no quemados (HC) y el monóxido de carbono (CO) en agua (H2O) y en dióxido de carbono (CO2).
2ª etapa: Un catalizador SCR (Selective Catalytic Reduction) transforma los óxidos de nitrógeno (NOx) en agua y nitrógeno gracias a la adición de AdBlue (eliminándolos en un 90%).
(https://noticias.coches.com/consejos/que-es-adblue/174942)
3ª etapa: Con la utilización de un filtro de partículas se garantiza la eliminación de estos dañinos elementos (en un 99,9%)
En el caso del nuevo Peugeot 508 se ofertan hasta 3 opciones diferentes:
Un 1.6 BlueHDi, que entrega 120 CV de potencia a 3.500 rpm y un par máximo de 300 Nm a 1.750 rpm, con unas emisiones de CO2 de 103 g/km, disponible con caja manual de 6 velocidades o a una automática EAT6.
El 2.0 BlueHDi, capaz de ofrecer una potencia de 180 CV a 3.750 rpm y un par máximo de 400 Nm a 2.000 rpm. Las emisiones de CO2 son de 114 g/km. Esta motorización sólo puede asociarse a la caja de cambios automática EAT6 de 6 velocidades.
Y, por último, la utilizada por la unidad de pruebas, que no es sino el mismo bloque de 2 litros, con tecnología BlueHDi, que ofrece una potencia rebajada hasta los 150 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 370 Nm a 2.000 rpm, con unas emisiones de CO2 de 101 g/km, a la que únicamente se le puede acoplar la caja de cambios manual de 6 relaciones.
Las prestaciones son más que suficientes para una berlina de este tipo, con una velocidad máxima de 210 km/h, una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos a la vez que es capaz de recorrer un kilómetro saliendo desde parado en 30,9 segundos.
Los consumos homologados por la firma del león para esta unidad son sorprendentemente bajos con 4,5 l/100 km en recorridos urbanos; 3,5 l/100 km si se circula por carretera, para lograr un consumo mixto de 3,9 l/100 km.
En nuestros recorridos de prueba habituales, no yendo a buscar consumos y con una conducción bastante dinámica obtuvimos unas cifras reales que variaron desde los 6,3 l/100 km en ciudad, que se redujeron hasta los 4,9 l/100 km en carreteras nacionales y autovías para, finalmente, conseguir un consumo medio de 5,7 l/100 km. Unas cifras muy buenas a la hora de mover un vehículo no especialmente pequeño ni precisamente ligero. Por lo que, con una capacidad del depósito combustible de 72 litros, no resulta difícil que la autonomía real se sitúe en valores próximos a los 1.200 kilómetros.
Comportamiento
Llegado el momento de ponernos en marcha, casi desde los primeros metros sale a relucir el buen hacer de la marca francesa en cuanto a configuración de chasis y suspensiones, situándose a la cabeza del segmento en lo que a sensaciones de conducción se refiere. Evidentemente no se trata de un deportivo pues con sus más de 4,8 metros de longitud y 1.575 kilogramos de peso en orden de marcha no puede pretenderlo, pero sus inmediatas y sanas reacciones a nuestros requerimientos, sea cual sea el tipo de vía que recorramos, nos garantizan kilómetros y kilómetros de disfrute, siempre que seamos conscientes de sus límites.
Por ejemplo en autovías y autopistas, así como en carreteras de amplio trazado, nos obsequia con una estabilidad lineal imperturbable, fruto de la gran batalla (distancia entre ejes) con la que cuenta, de nada menos que 2,817 metros. Además nos permite mantener cruceros legales a regímenes muy bajos del motor, pero conservando suficiente capacidad de respuesta en caso necesario. Es un excelente rodador. Sólo algún que otro pequeño ruido aerodinámico nos impide darle la máxima calificación, y es una lástima porque el motor (una molesta fuente de ruido y vibraciones) está perfectamente aislado.
En las curvas de amplio radio que encontraremos en este tipo de vías su comportamiento sigue siendo igual de sano y directo, pudiendo abordarlas a mucha más velocidad de la máxima autorizada para la vía, sin reacciones parásitas y con total seguridad.
Cuando la carretera se retuerce es donde sale a relucir el excelente trabajo realizado por los ingenieros franceses en el diseño del chasis y en el tarado de las suspensiones, permitiéndonos sostener un ritmo alto… cuando circulemos solos, pues no resultará tan del agrado de los pasajeros, sobre todo de los que ocupen las plazas traseras, lo que nos hará dejar nuestras ínfulas deportivas para otro momento…
El propulsor cuenta con suficiente potencia como para salir disparado de una curva hacia la siguiente, eso sí, mientras hagamos un rápido uso de la caja de cambios manual de 6 velocidades, pues debido a los largos desarrollos elegidos y al sistema antipolución BlueHDi, se muestra algo perezoso en la zona baja del cuentavueltas y no es hasta que se superan ligeramente las 2.000 rpm cuando saca a relucir su verdadero potencial.
De todas formas si buscamos un comportamiento un poco más picante siempre cabe la opción de decantarnos por la variante GT, de tinte más dinámico y con una suspensión delantera diferente, adaptada a un uso deportivo, en la que se sustituye la configuración pseudo-Mc Pherson por una de doble triángulo con pivote desacoplado.
Los frenos disponen de un buen tacto y excelente mordiente para detener a esta berlina francesa en pocos metros. Su uso continuado no tiene una repercusión directa en la aparición del temido fadding manteniendo sus propiedades, incluso a fuerte ritmo. Los problemas vendrán más por una monta de neumáticos demasiado conservadora, que prima la baja resistencia a la rodadura, comenzando a sufrir en forma de chirridos en cuanto les exigimos más de la cuenta.
Una vez de vuelta casa, ya en la ciudad, deberemos afrontar los mismos problemas de la mayoría de berlinas de este tamaño, y es que con sus casi 5 metros de longitud no resultará precisamente fácil circular por los centros urbanos más congestionados o en las calles más estrechas y, sobre todo, encontrar una plaza donde poder estacionar.
En marcha, ese mismo tarado de suspensiones que tan bien nos vino a la hora de circular por carreteras de curvas, se muestra ahora ligeramente seco, no siendo de los modelos más cómodos a la hora de abordar asfaltos irregulares con numerosos baches como los que pueblan nuestras ciudades…
La alta zaga y la reducida visibilidad a través del cristal posterior, harán que a la hora de aparcar tengamos que fiarnos no sólo de nuestro instinto sino de los sensores de proximidad, por lo que resulta de lo más recomendable, como era el caso de la unidad de pruebas, optar por la cámara de visión trasera, que proyecta su imagen en la pantalla central del salpicadero, y nos ahorrará muchos euros en esos pequeños golpes de aparcamiento…
Los consumos no se disparan en exceso, a pesar de la importante masa a desplazar, gracias a la eficiente tecnología BlueHDi de su propulsor y al excelente e inmediato funcionamiento del sistema Stop&Start, de alternador reversible, que detiene el motor en cuando el vehículo está parado.
Veredicto de Coches.com
Gracias a la última remodelación llevada a cabo en el buque insignia de la marca francesa, este Peugeot 508 se convierte en un modelo casi redondo, al que se le pueden sacar muy pocas pegas. Con un diseño mejorado, muy bien acabado, con buenos materiales y, sobre todo, con un comportamiento excelente en todo tipo de vías, ya sea en solitario o cargado con varios ocupantes y con suficiente maletero para sus enseres. Además nos obsequia con unos consumos muy contenidos, gracias a la tecnología BlueHDi.
Nos parece un vehículo idóneo para aquellos que quieran realizar cómodamente muchos kilómetros al año: Puede tratarse de familias de hasta 4 miembros con su correspondiente equipaje, pero también se posiciona como un excelente vehículo profesional, por ejemplo para representantes o viajantes, que lo valorarán por su comodidad y seguridad aparte de hacer gala de suficiente empaque y representatividad sin que sea necesario recurrir a marcas Premium, de precio bastante más alto.
Hay, entre su competencia directa, otros modelos de última generación (como los que nos acompañarán en próximas semanas) más prestacionales o dotados de increíbles avances tecnológicos, pero este Peugeot 508 mantiene ese excelente compromiso entre prestaciones, consumo, fiabilidad y facilidad de uso que es el que al final hace que sea un vehículo tan apreciado por todos aquellos que lo conducen…
- Equipamiento de serie
- Comportamiento dinámico y consumos
- Excelente 'rodador'
- Ubicación de algunos mandos
- Ausencia de algunas asistencias a la conducción
- Hueco de acceso al maletero
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